Podría decirse que el cálculo oficial es conservador, porque espera unos 19 millones menos de toneladas que en la campaña anterior, pero hay cálculos privados que ya prevén una baja mayor. La sequía ha hecho estragos en la producción de maíz y en las pasturas, pero la clave será lo que pase con la soja. "Si se perdiera la cosecha, la situación será muy grave en términos del nivel de actividad y empleo y también para el balance cambiario", señaló un especialista, que explicó que "lo que pueda llover en la zona núcleo de producción en los próximos días será lo que defina la situación del cultivo y en buena medida la del país".
Que las lluvias lleguen y sean suficientes para revertir la preocupante situación es la esperanza del Gobierno, que de otro modo tendrá que adoptar medidas que ningún político desea en épocas de campaña electoral. No parece haber otros sectores capaces de reemplazar una eventual caída grave de la producción de soja. El complejo que gira en torno a la oleaginosa produce uno de cada tres dólares de exportación. Otros fuertes exportadores ya han sufrido fuertes impactos por la crisis mundial, como el siderúrgico, que tiene bajas de hasta el 70% de los embarques respecto de los mejores meses de 2008. O el automotor, con caídas del 50%. Nadie está esperando una pronta recuperación, como lo muestra la caída de las ventas de vehículos comerciales, que es mayor que la de automóviles.
En el campo empresarioCristina es ahora más "yuyodependiente"
Jorge Oviedo
lanacion.com | Economía | Viernes 23 de enero de 2009
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