Las aguadas naturales están secas y solo se ven juncos "cocinados" por el sol. En el campo de Báez, el tajamar, que es una represa en el medio del monte para acumular el agua de las lluvias, apenas parece un charco que no cubre ni un cuarto de su tamaño normal. El nivel del agua quedó por debajo de la manguera que llevaba agua desde allí hasta los bebederos, y la única fuente de agua en estas 125 hectáreas es un pozo. Hacer un uno pozo nuevo tiene un costo aproximado de $ 13.000, que en la actualidad no pueden pagar.
Según datos de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), a raíz de la sequía un 40% (120.000) de los novillos entrerrianos no se llegaron a engordar y no se podrán vender; y se espera una pérdida del 30% de preñez. En esta provincia hay casi 29.000 establecimientos ganaderos.
"Hoy no tengo ni leche, ni carne, ni miel", se lamentó Báez, que además de ser productor ganadero tiene un pequeño tambo y colmenas. Y explicó que por la sequía no hay floración, y por lo tanto la abeja no tiene néctar para hacer la miel. "A esta altura del año ya tendría que haber producido 15 kilos de miel y todavía no pude sacar nada", comentó.
La sequía modificó el ecosistema y también el ordenamiento del ganado en el monte entrerriano. La bosta no se descompone porque no hay microorganismos y el ganado se cruza de un campo a otro porque los boyeros eléctricos, por la falta de humedad en los suelos, no producen descargas. Además, Josefina Cruañes, asesora de varios campos de la región, explicó que las vacas, al no tener pasto, recurren como última opción a comer los arbustos típicos del monte entrerriano, como espinillos y aromos, que aportan un escaso valor nutritivo.
La crisis del agro / Una sequía persistenteCrece la mortandad de vacunos
El 40% de los novillos de Entre Ríos no se pudo engordar por la falta de alimento
lanacion.com | Economía | Viernes 23 de enero de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario