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lunes, 2 de julio de 2012

Preocupación por el aumento de la adicción al juego

Es sábado a la noche. Padre e hijo cruzan la entrada que da al enorme salón repleto de máquinas tragamonedas: "Cumplió 18 -dice el padre, orgulloso, casi al borde de la emoción-. Ahora puede empezar a jugar". Sin perder la sonrisa de bienvenida, los empleados del lugar, que tienen mil y una historias como ésta, los orientan hasta las máquinas "más pagadoras" del día. En el salón, nadie puede asegurar sin mirar el reloj si afuera es de día o de noche, si hace frío o calor. Entre los más jóvenes, ése no sería el único "rito de iniciación" en el juego de apuestas. La proliferación de los bingos y los casinos proporciona un nuevo punto de encuentro para "la previa": con 20 o 30 pesos en el bolsillo, grupos de amigos o parejas apuestan antes de ir a bailar a la ilusión de multiplicar lo que llevan en la billetera. "Lo que antes era llegar a los 18 para poder sacar el registro de conducir o ir a ver películas prohibidas, ahora es para muchos ir al casino o el bingo. De ellos, algunos vuelven solos durante la semana y así comienzan a ir cada vez más seguido. A veces, ganan 20 o 50 pesos, y con eso se mueven. Pero la mayoría de las veces pierden lo que juegan, y así empiezan", comentó la licenciada Débora Blanca, especialista en juego patológico. La ludopatía hace que la persona quiera jugar, pero no por placer, "sino porque tiene un vínculo tóxico con el juego -precisó la especialista-. Me pregunto: ¿qué diferencia hay entre los chicos de 13 o 14 años que pasan horas jugando a la Play en la casa y les sacan la tarjeta de crédito a los padres para poder pasar de nivel y los jugadores que no quieren dejar su lugar en la máquina para que no venga otro y gane?". En el último año, siete de cada diez porteños de entre 18 y 24 años jugaron al bingo, las cartas, los caballos, las máquinas tragamonedas, la lotería o el juego online, que cada vez atrae a más jóvenes. De ellos, el 40% dijo que lo había hecho con apuestas. Sólo en la ciudad de Buenos Aires, más de 58.000 mayores de 18 años están preocupados por su modo de jugar y 16.300 de ellos reúnen por lo menos cinco de los ocho criterios diagnósticos de la ludopatía que define el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM, por su siglas en inglés). Así lo revelan los resultados del "Estudio sobre prevalencia del juego patológico en mayores de 17 años de la ciudad de Buenos Aires", que se presentó hace dos meses en el Congreso Argentino de Psiquiatría. Dirigido por la doctora Verónica Dubuc y coordinado por el licenciado Sebastián Ibarzábal, el estudio determinó que el 80% había vuelto a apostar para recuperar lo perdido y que casi el 50% les mentía a los familiares sobre lo que habían aportado o perdido. Una proporción similar había intentado sin éxito dejar de jugar, mientras que un 40% admitía que se irritaba si tenía que interrumpir el juego. Dos de cada diez jugadores "problemáticos" tenía deudas por el juego y había pedido prestado para jugar. "Hay que pensar que la adicción al juego es una enfermedad y si la familia detecta algo, lo mejor es pedir ayuda. El jugador se puede recuperar cuando lo decide", dijo Blanca, compiladora del Tratado sobre el juego patológico (Lugar Editorial) y directora del centro Entrelazar. EN CRECIMIENTO A la multiplicación de las salas de juego en el país, se suman las invitaciones a jugar por canales no convencionales, como el juego online. Y aunque resulta muy difícil obtener cifras precisas sobre el fenómeno en los jóvenes, todas las personas consultadas manifestaron una enorme preocupación porque en las salas de juego el promedio de edades de los asistentes es cada vez más bajo. "Se percibe el ingreso de gente más joven y se ha triplicado la cantidad de personas que consultan pidiendo ayuda por el crecimiento del juego en el país", dijo Pablo F., miembro del Grupo Nacimiento de Jugadores Anónimos de la Argentina. A los 49 años -lleva diez de recuperación-, puede describir en unos minutos "la caída libre" en la que entra un jugador en poco tiempo. "Dejás todo lo que tenés en el bolsillo y la tarjeta... Es la inercia de ir a jugar -resumió-. Antes, el juego era de salón, los naipes, el casino en las vacaciones o las carreras. Ahora, uno camina 200 metros y tiene una sala de máquinas." En el celular (011) 4412-6745, un ex jugador de Jugadores Anónimos recibe las 24 horas los pedidos de ayuda de ludópatas y, también, de sus familiares. Con la urgencia que demuestra la experiencia de saber que ese contacto es una oportunidad única para la recuperación, se brinda contención gratuita al jugador compulsivo y se lo deriva al grupo más próximo para recibir asistencia contra la compulsión. Otra oportunidad son las reuniones para la comunidad, como la de pasado mañana (informes en www.jugadoresanonimos.org.ar). El Departamento de Ludopatía del Instituto de Juegos de Apuestas porteño, que realizó el estudio de prevalencia, también posee una línea de ayuda (0800-666-6006), que recibe consultas sólo de lunes a viernes, de 10 a 17; "fuera de ese horario", según indica una grabación, aun dentro del horario de atención, como se comprobó en estas dos semanas, hay que dejar un mensaje para que respondan la llamada. Julio P., de relaciones públicas de Jugadores Anónimos, que ofrece asistencia gratuita, aseguró que "no es anormal" recibir a jóvenes de 20 o 24 años en los grupos. "Es muy difícil que el jugador se dé cuenta o reconozca que tiene un problema con el juego porque las salas de juego son un mundo de ensueño, y él o ella no quiere ver la realidad. Esto hace que los primeros que empiezan a notar que algo pasa es la familia. Lo mismo ocurre con los más jóvenes -dijo-. Estamos hablando de una enfermedad que es emocional." A diferencia de los adultos, los más jóvenes tienen menos dinero. Entonces, empiezan a sacárselo a los padres o recurrir a cualquier estrategia para poder satisfacer esa inercia de ir a la ruleta electrónica, las máquinas tragamonedas o, más nuevo, el juego online. "Algunos llegan traídos de los pelos y otros lo hacen convencidos. Y a todos les decimos lo mismo: «Ojalá a tu edad hubiese tenido la posibilidad de saber que es una enfermedad y que tengo un lugar adonde recurrir»", finalizó Julio.

sábado, 23 de junio de 2012

Los ricos y sus riquezas

Por Alfredo Zaiat Investigaciones académicas, organismos internacionales, opiniones en medios de comunicación y discursos políticos se ocupan de la pobreza. Proponen planes, realizan diagnósticos, financian programas asistenciales y prometen combatir la desigualdad. Los estudios sobre los pobres abundan. No desbordan, en cambio, centros estadísticos, cátedras universitarias ni congresos mundiales dedicados a explorar a los ricos y sus riquezas. Están protegidos de estudios molestos que puedan exponer las inequidades sociales y las políticas que hacen posible su existencia y desarrollo. La mención tradicional que los involucra está en referencia a los pobres, por índices de distribución del ingreso. Pero son escasos los datos específicos sobre los ricos en el mundo, evolución, características e ingresos. Existen publicaciones dedicadas a la frivolidad que muestra la ostentación de millonarios o a relatar historias edulcoradas de cómo construyeron sus fortunas. La lista Forbes es superficial y no brinda elementos sustanciales sobre acumulación de riquezas. Una aproximación sobre la cantidad de personas millonarias y magnitud de riqueza concentrada en pocas manos la brindan con más información dos documentos. Uno preparado por Merrill Lynch y Capgemini, y el otro por Wealth-X, firma que ofrece a las grandes compañías el perfil de los ultra ricos. Existe una idea naturalizada en el espacio público que dice que en las grandes crisis todos pierden. Algunos más, otros menos, pero que todos contabilizan una reducción de patrimonio. Trabajadores y jubilados porque padecen el recorte de sus ingresos o pierden el empleo; y empresarios y banqueros porque disminuyen ventas y ganancias, bajan las acciones y bonos, o porque quiebran y tienen que ser rescatados por el Estado. Esto que parece tan lógico en el discurso y teoría no se verifica en los hechos. Desde que estalló la crisis en 2008 aumentó la cantidad de desocupados y pobres en Estados Unidos y Europa, y también subió la cantidad de ricos. La descripción sobre que el capital financiero es el dominante en esta etapa del desarrollo del capitalismo global, y que líderes políticos de las potencias están subordinados a proteger esos intereses, se expresa con nitidez en los resultados de los últimos informes dedicados a los ricos realizados por esas firmas. El “World Ultra Wealth Report 2011” define como Ultra High Net Worth Individuals (Uhnwi) a personas con activos superiores a 30 millones de dólares, sin contabilizar sus casas y bienes de colección (obras de arte, entre otros) y de consumo durable (autos, aviones, yates). El informe contabiliza el efectivo y los activos de fácil realización. Por lo tanto, esos ricos tienen una riqueza superior a esos 30 millones de dólares de inmediata disponibilidad. La investigación tiene como objetivo ofrecer un estudio de mercado para profesionales de las finanzas dedicadas a la gestión de patrimonios privados (lo mismo que hace el diputado Alfonso Prat Gay con la riqueza y posterior herencia de Amalita Lacroze de Fortabat), para las principales marcas de lujo o para ONG que “trabajan con la comunidad de ricos o quieren entrar en ese mercado”, explica David Leppan, titular de Wealth-X, en la presentación de la página web de la compañía. Según el último reporte, con datos compilados a partir de más de 1100 fuentes en 109 países, en 2011 había en todo el mundo 185.795 Uhnwi con una riqueza global de 25 billones de dólares. De ese total, 57.860 estaban en Estados Unidos y 54.325 en Europa. Esos 25 billones de dólares duplican el PIB de la Unión Europea de 27 países, y también son dos veces el Producto de Estados Unidos. Esa inmensa fortuna equivale entonces a casi la mitad del PIB mundial, y está concentrada en apenas 185.795 personas, el 0,002 por ciento de la población mundial. Brasil lidera la tabla en América latina, con 4725 ultra ricos, seguido por México, con 2900, cerrando el podio Argentina, con 1050. En España, modelo económico elogiado por conservadores durante las últimas dos décadas, hoy el borde de la quiebra, contabiliza 1875 ultra ricos. En el ranking europeo se ubica en el sexto puesto, detrás de Alemania, Reino Unido, Suiza, Francia e Italia. La existencia de esa elite española millonaria convive con el desempleo más elevado de Europa, cercano al 25 por ciento en promedio, que sube al 50 por ciento en los jóvenes, con el retroceso del salario real y la pérdida de derechos laborales. En 2009, según el otro informe elaborado por Merrill Lynch y Capgemini, los Uhnwi eran un grupo formado por 93.100 personas con una riqueza conjunta de 13,8 billones de dólares. En dos años se han multiplicado por dos tanto los ultra ricos como sus riquezas acumuladas. Merrill Lynch era uno de los bancos de inversión líderes de Wall Street, absorbido por el Bank of America para evitar otra quiebra como Lehman Brothers. Capgemini, compañía no tan conocida como Merrill Lynch, tiene más de 90.000 empleados en todo el mundo y presta servicios de consultoría, servicios tecnológicos y outsourcing. Merrill Lynch y Capgemini trabajan para los ricos. Saben de lo que informan. En esa investigación se evalúan, además de los ultra ricos, las personas con grandes patrimonios que parten de un activo líquido (efectivo) de un millón de dólares. Según Merrill Lynch y Capgemini, en esa categoría hubo 8,8 millones de personas con patrimonios elevados en el mundo en 2005, una cifra que subió a 9,5 millones en 2006 y a 10,1 millones en 2007. En 2008, con el inicio de la crisis económica, la cifra se redujo a apenas debajo de los niveles de 2005, con 8,6 millones. Para 2009, aumentó a 10 millones, casi lo mismo que en 2007, año previo a la crisis. En este período de turbulencia económica global, la riqueza conjunta de esas personas fue de 33,4 billones de dólares en 2005, 37,2 billones en 2006, 40,7 billones en 2007, cayendo a 32,8 billones de dólares en 2008. En 2009, subió a 39,0 billones de dólares. El último reporte indica que en 2010 había 10,9 millones de ricos que en conjunto reunieron una riqueza de 42,7 billones de dólares. Ese monto es 9,7 por ciento más alto que el registrado el año anterior, superando el nivel precrisis de 2007, que de por sí ya había sido el más alto hasta entonces. Esta sucesión de cifras ofrece una conclusión impactante. Transcurrido un lapso de cinco años de la peor crisis económica global desde la depresión del ’30 del siglo pasado, sin un horizonte cercano de su fin, aumentó la cantidad de ricos y el monto acumulado de sus riquezas. ¿Cómo se llega a ese resultado cuando no hay día en que no haya noticias sobre el drama social y profundidad de la crisis económica global? Daniel Raventós, profesor de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona, brinda una pista en uno de sus artículos mencionando una declaración de Neil M. Barofsky, quien fuera inspector general del programa de rescate por 700 mil millones de dólares del sistema financiero de Estados Unidos, conocido como Troubled Asset Relief Programm (TARP), hasta febrero de 2011. Este funcionario escribió en The New York Times que hoy “los grandes bancos son un 20 por ciento más grandes que antes de la crisis y controlan una parte de nuestra economía mayor que nunca. Asumen de forma razonable que el gobierno los rescatará de nuevo si fuera necesario”. El auxilio a la banca ha venido acompañado de recortes en el gasto social, en eliminación de derechos laborales para abaratar los despidos y en poda de salarios. Esa protección a banqueros se complementa con la política de no tocar privilegios de los ricos, no subir impuestos a los grandes patrimonios y sí al consumo, y cuidando de no afectar el funcionamiento de los paraísos fiscales, refugios donde ricos y ultra ricos resguardan sus riquezas. La brecha entre los ricos y los pobres de los países desarrollados reunidos en la OCDE es de ese modo la más grande de los últimos 30 años, según el reciente informe de esa organización “Divided we stand: why inequality keeps rising?”. En una de sus conclusiones destaca que el coeficiente de Gini, una medida de la desigualdad de ingresos que oscila entre 0 (distribución equitativa) a 1 (máxima desigualdad), se situó en un promedio de 0,29 en los países de la OCDE a mediados de 1980. En 2010 se había incrementado casi 10 por ciento, al ubicarse en 0,316. Si muchos quieren saber el motivo del estallido de la crisis y por qué los líderes de las potencias no pueden orientar sus economías para superar la debacle que está afectando al resto del mundo, el aumento de la desigualdad en esos países y esas cifras de ricos y ultra ricos es el comienzo de la respuesta.

viernes, 22 de junio de 2012

Repensar la escuela media

Replantear la escolaridad media de acuerdo con las actuales demandas supone encarar la compleja realidad de hoy, con sus vacíos y desigualdades, que denuncian severas fallas del sistema educativo que se vienen acentuando desde hace décadas. La responsabilidad de esta declinación concierne principalmente al Estado nacional, pero ello no exime a los Estados provinciales, aunque haya que señalar una vez más que el federalismo educativo imperante en la práctica está condicionado a las decisiones políticas y financieras del poder central. Por otra parte, debe remarcarse la función de la familia como primer agente natural de la educación de los hijos. Si bien los crecientes problemas de desorganización doméstica y carencia de recursos económicos, típicos efectos de los avances de una pobreza estructural, afectaron gravemente el deber formador de los padres, esto no debiera ser excusa para desentenderse de este deber y aligerar su responsabilidad. Debería servir, en cambio, para reflexionar sobre lo contrario, esto es, el rol protagónico que hoy deben jugar no sólo preocupándose de la educación media de sus hijos, sino ocupándose activamente y demandando calidad educativa, resultados y esfuerzo. De otra forma, si la familia decae en su cometido, quienes padecen las consecuencias serán los hijos de una sociedad argentina que verá comprometido su porvenir como nación. Por lo tanto, en un balance crítico de nuestra enseñanza secundaria, desde mediados del siglo XX hasta hoy, los problemas se han agudizado, aunque corresponda contar también aciertos parciales, como lo ha sido la ley de financiamiento educativo. De modo breve, yendo a cuestiones centrales que reclaman otras propuestas de solución, se pueden citar: El alto porcentaje de deserción en la escuela media. Entre la matriculación al final del nivel primario y al término del secundario la diferencia es del 48%. El promedio de rendimientos con bajas calificaciones que, en Matemática, afecta al 44,7% en el orden nacional, según el Ministerio de Educación de la Nación. Los jóvenes que no trabajan y estudian sin rezagos: 3.017.349; que estudian con rezago: 749.002. Los jóvenes que no trabajan ni estudian: 992.680; son pobres: 438.703, son indigentes: 174.418, según la Encuesta Permanente de Hogares, Indec 2011 Los bajos rendimientos, la repitencia y la deserción que denotan un descenso de calidad confirmado por las pruebas de evaluación internacional PISA, pues nuestro país descendió notoriamente en el ranking elaborado en la primera década de este siglo. Los alumnos de 15 años encontraron las mayores dificultades para resolver cálculos matemáticos y de comprensión de textos. Este conjunto de elocuentes datos se une a otros, relativos a las desigualdades existentes entre las jurisdicciones educativas en cuanto a recursos materiales y financieros, cuyas limitaciones reducen las posibilidades de la escuela para proveer materiales y medios de estudio. Tampoco se han generalizado servicios indispensables, como los de orientación escolar, vocacional y ocupacional. Hay mucho por hacer y rehacer en nuestra escuela media a fin de motivar al alumno adolescente en el proceso de aprender y estudiar. Sobre todo, cuando recordamos que luego, de no afianzarse los estudios secundarios, sus consecuencias se advierten duramente en el nivel superior. Un reciente informe, realizado por QS World University, señaló que ninguna universidad argentina figuraba entre las diez primeras en América latina -la de San Pablo fue considerada, otra vez, la mejor, y la UBA descendió del octavo al undécimo puesto- y las que figuraban habían retrocedido algunos puestos. Otra consecuencia, advertida por los expertos argentinos en educación, es que cada vez egresan menos estudiantes de nuestras universidades. Este bosquejo de una crisis educativa que tanto nos duele convoca a todos los argentinos, sean autoridades, docentes, padres y ciudadanos, a renovar el compromiso y deberes con la escuela media si se aspira seriamente a revertir ese proceso de deterioro.

sábado, 9 de junio de 2012

Una Europa que se quedó sin ideas

Por José Ignacio Torreblanca | El Pais MADRID.- Europa siempre presumió de sus intelectuales y, paralelamente, tendió a mirar por encima del hombro a los estadounidenses. En la imaginación de muchos europeos, nosotros somos los griegos, inteligentes, cultos y refinados pero sin poder, y ellos son los romanos, buena gente con mucho poder pero un poco brutos. La conclusión, tan simplista como su supuesto de partida, es que, con nuestras ideas y su fuerza, Europa y Estados Unidos podrían hacer un montón de cosas. Con razón, este sentimiento de superioridad europeo es algo que siempre fastidió mucho a nuestros amigos norteamericanos. Como espetó con bastante sorna un estadounidense a un europeo en una discusión a la que asistí: "Si nosotros somos tan tontos y ustedes tan listos, ¿cómo es posible que llevemos casi 70 años en la cúspide del poder mundial y ustedes sigan siendo una mera sombra de lo que eran?". La discusión sobre el poder de Estados Unidos es muy interesante y tiene muchísimos ángulos desde el cual abordarlo. Pero más interesante aún resulta discutir sobre la supuesta superioridad intelectual europea y constatar que también en el ámbito de las ideas hay una muy visible supremacía estadounidense. Como señaló el columnista Moisés Naím en una reunión de think tanks de países del G-20 esta semana en Filadelfia, pese a la aparición de nuevas potencias y el supuesto declive de Estados Unidos, las ideas de las potencias emergentes no aparecen por ninguna parte o no tienen carácter ni relevancia global. China se ha lanzado al mundo bajo la etiqueta de "ascenso pacífico", pero ése es un concepto local, no un concepto que ayude a los demás a entender el mundo en el que vivimos, y tampoco uno que desafíe la hegemonía estadounidense. Lo mismo con Rusia y su discurso sobre la soberanía y la no injerencia, que describe las líneas rojas que Moscú quiere situar en el mundo más que un mundo en el que los demás nos podamos reconocer. Y tampoco, desgraciadamente, los emergentes democráticos (Brasil, India, Turquía, Indonesia, Sudáfrica) tienen mucho que ofrecernos en este sentido. El mundo cambia vertiginosamente, pero estamos huérfanos de ideas que lo expliquen. La retahíla de libros influyentes ofrecida por Naím es reveladora: El choque de civilizaciones, de Samuel Huntington; El fin de la historia, de Francis Fukuyama; El poder blando, de Joseph Nye; La vuelta a un mundo plano, de Tom Friedman; El auge del resto, de Fareed Zakaria; El retorno de la historia y el fin de los sueños, de Robert Kagan; La anarquía que viene, de Robert Kaplan. El caso es que los europeos, y por extensión el resto del mundo, discuten sobre ideas que surgieron en Estados Unidos, no sobre las que ellos produjeron. Algo parecido pasa en Europa, que se enfrenta a una crisis existencial, pero no tiene nadie que la cuente. Por eso, el libro del premio Nobel y columnista de The New York Times, Paul Krugman ( ¡Acaben ya con esta crisis! ) se convirtió en un éxito de ventas: está muy bien escrito y contiene la combinación idónea de datos, análisis y argumentos. Pero su capítulo sobre la crisis del euro no dice nada que un europeo no hubiera podido decir y que, en el fondo, no sepamos ya. Ese éxito se debe a la combinación del rigor académico de un Nobel, el estilo directo y sencillo del periodista, aprendido de la presencia constante en los medios, y la fuerza de su compromiso político. Enfrente de Krugman, poco o nada, porque Alemania, junto con otros, impuso una visión de la crisis basada en la indisciplina fiscal como causa, la austeridad como salida y una Europa de pequeños pasos como método, pero no se molestaron en contársela a los europeos de una forma atractiva y convincente. Y como muestra la mezcla de ideas sobre crecimiento, eurobonos y unión política, tampoco es que las cosas estén claras en el campo contrario. Quienes sí parecen tenerlo claro son aquellos situados en los extremos porque en el fondo tanto las apelaciones xenófobas de Thilo Sarrazin ( ¿Por qué Alemania no necesita el euro? ) como la utopía globofóbica francesa ( Voten la desglobalización, de Arnaud Montebourg) no son sino dos caras de la misma moneda particularista y nacionalista, de derechas o de izquierdas. Extrañamente, Europa puede estar tanto al borde de la desintegración como ante el comienzo de una verdadera unión política. Pero, sin embargo, las ideas que van a estructurar uno u otro acontecimiento no están encima de la mesa. ¿Por qué?

miércoles, 30 de mayo de 2012

Las redes sociales, por ahora, sólo mostraron valor para hacer amigos

MADRID.- Mafalda, el célebre personaje dibujado por Quino, lleva una esquirla en la mano, levanta la cabeza y se la muestra con un gesto de inocencia a su madre, que la mira sorprendida en el salón de su casa. Al fondo, un balón pica. -¿Qué es eso? -pregunta la madre. -Bueno -replica Mafalda-, para vos es sólo una esquirla de un jarrón, pero para un noticiero sería una pequeña muestra de la magnitud del desastre acontecido. Esta viñeta, tomada de la infancia y de la memoria (disculpen los mafaldófilos si no es absolutamente precisa), es una buena analogía de lo que le ha sucedido a Facebook estas últimas semanas. La decisión de General Motors (GM) de retirar su publicidad de la compañía de Mark Zuckerberg supone que la red deja de recibir unos 40 millones de dólares anuales. Es una cantidad limitada, pensando en un coloso que vale 90.000 millones de dólares, pero muchos expertos creen que es una inquietante voz de alarma que pone en duda el valor de las redes sociales como canal de ventas y, lo que es más grave, la presencia en ellas de grandes empresas. General Motors lo dejó claro: se fue por falta de "efectividad y rentabilidad". Y esto obliga a cambiar de estrategia. "Seguramente se inclinarán más por la creación de páginas gratuitas en Facebook con el fin de atraer seguidores, algo que no tiene costa", aventuró Pablo González, director de consultoría de Ernst & Young. Así lo están haciendo Chevrolet, Buick y Cadillac. Esto evidencia las dudas que surgen sobre la eficacia comercial de la principal red de amigos del mundo. "Empresas que van desde la tecnología de consumo hasta los servicios financieros nos cuentan que no están seguros de que Facebook sea el mejor lugar para invertir su presupuesto de marketing social", comentó Nate Elliott, experto de la consultora norteamericana Forrester. "Si quieres conseguir vender en Facebook, en dos clics no lo vas a lograr. Al consumidor no le aporta valor poner ahí una tienda", advirtió Gustavo Entrala, consejero delegado de la agencia de publicidad 101. Carlos Barrabés, uno de los emprendedores con más peso de España, analiza esta situación: "No es que Facebook haya fracasado, sino que General Motors no ha sabido interpretar el medio". Tal vez lo mismo le haya sucedido a la firma textil GAP o a la de videojuegos Game Shop, pues ambas han cerrado sus páginas web en la mayor red social del planeta. "El gran reto que sin duda tienen las empresas es cómo transformar esos fans en una oportunidad comercial", señaló José Angel Cantera, socio responsable de telecomunicaciones para management consulting de KPMG. Contar con millones de seguidores no garantiza el éxito en las ventas. GAP y Game Shop los tenían y cerraron. Quizá falte más cultura digital que ayude a unir ambos mundos. "Sólo el 1% de los ingresos del e-commerce mundial procede de las redes sociales", afirmó Cantera. TWITTER, OTRO CAMINO También hay quien advierte de que, tras el llamado de atención de GM, Facebook haría mal en dormirse en los laureles, pues detrás vienen nuevas redes, como Pinterest, que están más orientadas hacia las ventas, o Twitter, que halló en Dell un modelo replicable a otras compañías. El fabricante de computadoras trasladó todo su servicio posventa a la red de los 140 caracteres y tiene miles de entradas diarias que han derivado en un outlet de producto que funciona, afirman los analistas, bastante bien. Otro modelo de venta que también emite interesantes señales es el que Francisco Pinedo, director de consultoría estratégica de Everis, denomina "conócelo, evalúalo, cómpralo". Hay muchos productos o marcas de gran calidad que no tienen la capacidad para darse a conocer. "Entonces se puede capitalizar la potencia de las redes con el fin de ofrecer acceso limitado a ese artículo", detalló este experto. "Y si es realmente bueno, las propias redes se encargarán de hacer la novedad viral." Un ejemplo de esta estrategia es el servicio de alojamiento de archivos Dropbox. "Vender no lo está haciendo nadie; no son el canal adecuado", advierte Alfonso Navío, senior manager de Ernst & Young. A esta interpretación también se adscribe Siscu Molina, director general de creación de contenidos de Tiempo BBDO. "Aunque muchos nos hagan creer que las redes son la panacea, la realidad es muy distinta, y los resultados, muy dispersos." Como resumió Jesús Rubio, jefe de medios de Kraft Foods, no dejan de ser "un canal más de comunicación". Sin embargo, hay quien parece haber acumulado razones para el optimismo. Almudena Román, directora general de marketing de ING Direct, comparte esa alegría: "Son un termómetro excepcional para descubrir las necesidades de la gente y, por tanto, ofrecer productos relevantes, lo que impulsa las ventas", dice, pero no da datos. UN MÓVIL PROPIO, ¿EL PRÓXIMO PASO? Unos 488 millones de suscriptores de Facebook se conectan a través de teléfonos móviles, casi la mitad de los 901 millones de clientes activos que declaró la empresa en abril pasado. Según Nick Bilton, del The New York Times, el año próximo la red social lanzaría al mercado un móvil propio. Aunque en el pasado ya hubo anuncios en este sentido que no se concretaron, esta vez parece ir más en serio y, según trascendió, antiguos empleados de Apple estarían trabajando en el proyecto. De este modo, Facebook buscará convertirse en una plataforma móvil más que en una aplicación más.

El acceso a la vivienda, para pocos

Un tercio de las familias argentinas habitan en viviendas precarias, ya sea por los materiales con las que están construidas o por la falta de servicios básicos, como agua potable, cloacas o electricidad. Se trata de datos oficiales de la Argentina que ha recabado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en un nuevo estudio sobre la vivienda en la región. El índice de casas inadecuadas del país (32 por ciento) es levemente inferior al latinoamericano (36 por ciento) y a los de México (34 por ciento) y Brasil (33 por ciento). Mejores resultados se hallan en Costa Rica (18 por ciento), Chile (23 por ciento), Uruguay (26 por ciento) y Venezuela (29 por ciento). El coordinador del documento, César Bouillon, opina que la solución al problema regional requiere que "el mercado de vivienda funcione bien y ofrezca soluciones adecuadas y accesibles, con título de propiedad y acceso a servicios básicos, para que la gente no tenga que vivir en zonas marginales o en otros tipos de vivienda informal". Casi dos millones de las tres millones de familias que se forman cada año en ciudades latinoamericanas se ven obligadas a instalarse en casas precarias, como en asentamientos, por la oferta insuficiente de unidades adecuadas y económicas. El 67 por ciento de las familias de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires carecen de los recursos como para acceder a una casa propia. A partir de los datos de las más recientes encuestas de hogares en la región, el estudio mide la capacidad de las familias en 41 ciudades para comprar directamente o cumplir los requisitos para postularse a un crédito hipotecario para una vivienda construida según los códigos de construcción en terrenos legalmente parcelados y urbanizados. "Un número importante de familias está marginado del mercado de la vivienda formal por causas como bajos ingresos, insuficiente oferta de terrenos adecuados, ausencia de crédito o escasa inversión en viviendas accesibles", comenta Bouillon. "Hay una tremenda demanda de viviendas formales para familias en la base de la pirámide, un sector mal atendido por el mercado de la vivienda y los programas de gobierno", añade Bouillon, cuyo informe advierte que en promedio los planes oficiales de vivienda en América latina deberían septuplicar su presupuesto para que ninguna persona viva en casas precarias. Por eso aboga por diversas soluciones, entre las que se incluye el fomento del crédito hipotecario y del alquiler (en la Argentina alquila sólo el 16,8 por ciento de la población, frente al 28 por ciento en la eurozona), el incentivo al uso de materiales de construcción más baratos (casas prefabricadas, en lugar de cemento y ladrillo) y los cambios en la regulación del suelo, que en casos como el Gran Buenos Aires favorecen más la radicación de barrios suburbanos de clases altas y medias y dejan a un lado las necesidades de los que menos tienen. El área metropolitana es una de las ciudades donde menos familias pueden llegar a la casa propia. Sólo en pocos casos, como Caracas o La Paz, la situación es peor, y entre el 70 y el 80 por ciento no disponen de los fondos necesarios. En Mendoza y Rosario, este indicador cae al 48 por ciento; en Tucumán, al 47 por ciento, y en Córdoba, al 46 por ciento. Sucede que la Capital y el Gran Buenos Aires constituyen la segunda ciudad latinoamericana (dentro de las evaluadas, que son las más importantes) donde más cara cuesta una vivienda barata promedio en el mercado: unos 44.228 dólares, frente a 54.054 de Caracas. Para conseguir esa plata, una persona promedio debe trabajar durante 45 meses. En cambio, en San Pablo la más económica vale 38.946 dólares y se necesitan 23 salarios para adquirirla, y en México, 19.697 dólares y 16 meses de trabajo. La ciudad más barata para el mercado inmobiliario es La Paz, con 10.983 dólares, y donde menos meses de trabajo se requieren para conseguir una casa es en Bogotá (diez).

martes, 22 de mayo de 2012

Para evitar el bullying

Por Rolando Martiña | Para LA NACION No sabemos si el fenómeno del acoso escolar está creciendo, pero sí que es cada vez más notorio y sus consecuencias, más graves (suicidios, homicidios, etc.). Esta conducta cruel y sistemática debe distinguirse de la violencia ocasional que suele darse en los grupos, especialmente en escuelas y colegios. Su abordaje es difícil porque se trata de situaciones de tipo "mafioso", que se amparan en la omertá (silencio de víctimas y victimarios) y que suelen ocurrir fuera del margen de control de los adultos responsables. También, porque se afirman sobre el fértil suelo cultural de algunas creencias de padres y docentes que favorecen su desarrollo. A veces los padres dicen: "Son cosas de chicos", "tiene que hacerse hombre", "sucedió en la escuela, que lo resuelvan ellos", "no hay que ser buchón". Y los docentes: "No afectan el desarrollo de las clases", "no estamos preparados para atender eso", "las autoridades no nos respaldan". Este síntoma se alimenta también del quiebre actual de la alianza, en otras épocas tácita, entre las dos más importantes agencias socializadoras: familia y escuela. Dos instituciones a menudo instaladas en la desconfianza mutua y frecuentemente dedicadas a ver quién tiene la culpa y la razón, más que a colaborar para resolver el problema. Revertir esa situación sería el primer paso de cualquier proceso de resolución de este de problema. La situación de acoso suele ser un espectáculo; es decir, se desarrolla ante espectadores que, por diferentes razones, disfrutan del hecho sin involucrarse directamente. Por un lado, eso realimenta el fenómeno; pero a la vez, y afortunadamente, los espectadores pueden buscar una intervención adulta, ya que ante una investigación no deberían pasar, como el acosado y el acosador, por la difícil circunstancia de acusar o autoacusarse. No cualquiera es acosado ni acosador, pero cualquiera puede ser espectador, ya sea como parte de un grupo permanente o en forma ocasional. Muchas veces basta una actitud de rechazo o una retirada de su parte para que el acoso se detenga. Los acosados suelen ser personas tímidas y temerosas, o menores y más débiles o torpes que sus compañeros; suelen pertenecer a alguna minoría, ser recién llegados, tener pocos amigos, ser poco asertivos; tienden a complacer siempre a los otros para "evitarse problemas". Los acosadores suelen ejercer algún tipo de liderazgo; es común que hayan crecido en familias violentas, por lo general se muestran impulsivos, con déficit en el autocontrol y en la empatía, y se vengan de abusos sufridos. A ambos se los puede ayudar de diversas maneras. Respecto del acosado, hay dos líneas de acción: primero, transmitirle con convicción y empatía que la situación que padece no es su culpa, que no es una condena de por vida, que a muchas personas adultas, algunas muy destacadas, les ha ocurrido de niños, que es una etapa y que puede ser superada. Y luego, entrenarlo en la asertividad, o sea la capacidad de responder a la agresión, evitando claro los extremos de la simetría violenta en espiral. Muchas veces la actitud del acosador es puro alarde y basta una actitud firme y decidida para detenerlo. Respecto del acosador, también hay dos líneas: primero, detener su acción lo más pronto posible y de manera firme. Porque no hacerlo es lisa y llanamente confirmarlo en su desdichado rol. Corresponde a los adultos hacer valer su autoridad y en caso extremo aplicar las sanciones correspondientes, en beneficio de la mayoría y para no sentar precedente de anomia e impunidad. Y luego, tratar de encauzar su tendencia al liderazgo de modo positivo, encargándole, por ejemplo, tareas de responsabilidad y, si es posible, de altruismo hacia compañeros necesitados. Es necesario iniciar un proceso de socialización en cierta medida contracultural, y eso básicamente le corresponde a la familia. Pero la escuela puede hacer mucho. A continuación se enumeran algunas líneas a seguir: -Es necesario estar atento, pero no alarmarse. El estado de escándalo no es el mejor para pensar ni decidir nada. -Ante un primer caso, la actitud serena y firme de los docentes puede hacer desistir a un acosador. Y, como en tantas otras cosas, la detección precoz es fundamental. Hay que estar atentos a los cambios de conducta llamativos de algún alumno. -Dada la importancia del secreto en estos casos, todo lo que se haga para darle estado público al problema será bienvenido. Claro que habrá que superar otra barrera cultural: asumir que se tienen problemas hace perder prestigio. Desde el último padre de familia hasta el más encumbrado funcionario deberían trabajar para revertir esa pauta. -Las escuelas deberían elaborar una política al respecto. Es decir, no deberían reaccionar como si cada vez fuera la primera. Es necesario prever ciertos procedimientos, si es posible acordados con los padres, para saber qué hacer y sobre todo qué no hacer ante una denuncia o sospecha. Y deberían ser ampliamente receptivas a ellas. Lo mismo para los padres respecto de los mensajes, verbales o no verbales, de sus hijos. -Debería instalarse la consigna "no al abuso" para decir "no" a toda aquella conducta que supone un mal uso o uso indebido o no autorizado del cuerpo, las ideas, los sentimientos, la privacidad, el espacio, los objetos el tiempo o el buen nombre de otro. En ese sentido, será conveniente desarrollar actividades comunitarias de todo tipo, para crear conciencia de que en una cultura del abuso nadie está a salvo.

martes, 15 de mayo de 2012

Docentes inquietos por padres sin autoridad

Por Silvina Premat | LA NACION La falta de autoridad de los padres sobre los hijos y el papel que deben ocupar los docentes frente a ese vacío inquietan a los especialistas en educación. Consideran que dar a elegir todo a los niños es una manera de abandonarlos frente a decisiones que los exceden, algo que perjudica mucho su aprendizaje y formación. Cómo recuperar los papeles que debe tener cada actor en esta sociedad -el padre, como adulto guía; el hijo, como aprendiz, y el docente, como acompañante en la socialización- ha sido tema central de los especialistas y educadores que, liderados por la pedagoga española Mari Carmen Diez Navarro, participaron del 5° Encuentro Internacional de Educación Inicial, que se desarrolló en Buenos Aires durante el fin de semana. Unos 1300 educadores asistieron al encuentro realizado por la Organización Mundial para la Educación Preescolar (OMEP). "Debe entenderse que la tecnología no reemplaza a los padres", afirmó Diez Navarro durante una entrevista con LA NACION en la que advirtió los efectos nocivos que trae aparejada la fragilidad del papel del padre actual. Esta autora de una quincena de libros dirigidos a docentes de educación inicial y directora de una escuela privada no confesional de Alcalá, afirma que "dar a elegir todo a los niños es igual a abandonarlos". -¿El manejo de la tecnología por parte de los niños inhibe a los padres en su función? -Sí, porque es magnífico y fascinante ver a un chico de dos años y medio que sabe buscar fotos y manejar el iPad, como pasa con mi nieto, que lo hace más velozmente que yo. El pequeño copia comportamientos. El mayor queda tan admirado que se bloquea y dice: "Este niño es muy listo, sabe todo, es un dios". Y si luego tiene que frenarlo en algo, no puede hacerlo porque lo ha colocado en un sitio que no es el que le corresponde. -¿Cómo influye esta actitud del adulto en la formación del niño? -Es una pérdida. Lo que está pasando es peligroso. Vemos que los niños siguen teniendo los mismos impulsos, la misma curiosidad, pero ahora están como más "malvados" por decir así, por haberlos puesto en un sitio que no es el suyo y porque el adulto se ha retirado. -¿Cómo es eso? -Buscando el bien del chico el adulto dice "que elija él" o, como está de moda ahora, "que se autorregule". Se le dice: "Si quieres comer, come" o "Si quieres acostarte, hazlo, y si no, quédate levantado". Así, están saliendo niños que tienen problemas para alimentarse y para dormir, y para aceptar la frustración. Es como si hubiésemos puesto una bandera que indica que la frustración es lo peor de esta vida. Pero la frustración es parte de la vida. -Es puro sentido común... -Sí, pero lo hemos perdido completamente. Conozco muchos casos como el de una madre que no cambió el pañal de su hija de un año y medio porque la niña se negaba a que lo hiciera. Los otros niños pedían que la cambiaran por el olor que desprendía el pañal sucio de la niña. La madre dijo: "Cuando ella lo quiera". La niña lo quiso dos horas después. -¿Es falta de autoridad? -Sí. Y no es un favor para los chicos. Tú le dices a un niño: yo te quiero, soy mayor y te digo "esto no". Enseñarle a tener límites es un favor que les hacemos porque cuando crezcan y salgan a la calle nadie les dejará que hagan lo que quieran. Este es de los problemas más serios que hay ahora porque el niño está confundido. Si porque quieres mucho a tu hijo de dos años lo dejas decidir cuándo y qué comer, lo estás abandonando y lo estás dejando solo con decisiones muy grandes para él. -¿Esta actitud tiene efectos en el aprendizaje? -Claro. Si el niño tiene límites definidos se dedica a aprender, a jugar, a estar con amigos. Si tiene algo poco claro, repite el comportamiento mil veces. Son estos niños que se suben arriba de la mesa, por ejemplo, cuando están con la maestra y entran los padres. Lo hacen como para ver quién manda más. -Por miedo a acusaciones de abuso sexual o responsabilidad civil muchos maestros se retraen en el contacto con los chicos. ¿Pasa esto en España? -Sí, pero no en una dimensión importante. Hay que confiar en que el maestro es una buena persona. Lo otro es muy poco común frente a los miles de buenos maestros. El cuerpo es muy importante porque es vehículo de todo. En España ahora está creciendo una corriente por la que las maestras no quieren cambiar a los niños argumentando que estudiaron para otra cosa y que para eso hay que designar auxiliares. Sin embargo, el docente debe acompañar a crecer al niño en lo intelectual, en lo afectivo, en lo relacional. Y así como responde sus preguntas y le enseña a escribir, también le cambia los pañales o lo ayuda si le sangra la nariz. -¿Sugiere incorporar los nuevos medios en la educación? -Hay que sumarlos en la medida de lo necesario. En nuestra escuela damos un tallercito de informática de una hora a la semana a los niños de 4 y 5 años; allí se les enseña a manejar el lápiz óptico, los colores, hacer fondos, etcétera. Pero no quitamos los pizarrones de tiza porque son tan placenteros como la tierra: escribes y borras, y da igual. Los niños pequeños deben llegar a la tecnología poco a poco. -¿La prioridad sigue siendo la relación docente-alumno cuerpo a cuerpo? -Sí, porque cuando se prioriza tanto la tecnología como los rendimientos, y se dejan de lado las relaciones humanas, la educación pierde su significado, que es enseñar a socializarse, a manejarse con la gente. Lo otro puede hacer expertos en algo pero luego se llevan de bofetadas con sus compañeros. Estoy pensando en un alumno mío que con la máquina le gana hasta a su padre y de lo único que habla es de eso, no juega con otros juguetes y se aburre si no está con la maquinita. Tiene cinco años y para él ése ya es un problema. El papá del niño es un adicto a la informática.

jueves, 10 de mayo de 2012

Una solución contra el hambre

Para los cientos de miles de argentinos que sufren hambre hay hoy una noticia alentadora. La Fundación Banco de Alimentos de Buenos Aires, que ha sido pionera en el país porque hizo su primera entrega en abril de 2001, va a operar ahora, siempre en su tradicional sede de San Martín, provincia de Buenos aires, en un nuevo depósito que triplica en metraje al que ya tenía. Como muchas veces lo hemos destacado desde estas columnas, los bancos de alimentos han nacido en el mundo no sólo para paliar el sufrimiento de miles de personas que padecen hambre, sino también para ser el nexo fundamental entre el desperdicio de alimentos en buen estado y el hambre. Ofrecen, entonces, un método excelente para aliviar ese flagelo a escala, y representan una respuesta coordinada que compromete tanto al Estado como al sector privado y a la sociedad civil. Paralelamente, contribuyen con su presencia a fortalecer el desarrollo de organizaciones comunitarias a través de programas de alimentación, capacitación laboral y educación nutricional. Este es, además, un modelo que se adapta a distintas culturas, geografías y economías. En la Argentina existen actualmente 15 bancos de alimentos distribuidos a lo largo de toda nuestra geografía, agrupados por la Red Argentina de Bancos de Alimentos. Gracias a esta red invisible para muchos pero esencial, en 2010, por ejemplo, se distribuyeron 5,8 millones de kg de alimentos entre 1145 organizaciones, que redujeron el hambre de 176.000 personas. Como es previsible, una labor tan valiosa requiere de constante apoyo para sortear los múltiples obstáculos cotidianos. Por ello, la red participa ahora de un proyecto nacional junto con otras importantes organizaciones -Cesni, Conin, Cáritas, por mencionar sólo algunas de las más conocidas-, cuyas largas y valiosas trayectorias en cómo mejorar las condiciones nutricionales argentinas, confluyen en el programa "Nutrición 10 Hambre Cero". Lanzado en agosto del año pasado, dicho horizonte contribuye a reducir hasta suprimir la desnutrición y malnutrición infantil en nuestro país. Por ello es tan importante destacar este paso adelante que da hoy la Fundación Banco de Alimentos de Buenos Aires. El nuevo depósito, además de aumentar notablemente la cantidad de espacio para almacenar alimentos, implica la construcción de un área de 200 metros cuadrados para clasificación de alimentos, equipada especialmente y con temperatura controlada. La mudanza al nuevo predio -concretada gracias al apoyo de la Fundación Internacional Carrefour- permitirá dar respuesta a más organizaciones comunitarias que hoy están en lista de espera para ingresar en la red. Junto a sus miles de voluntarios, el Banco sigue siendo el símbolo de una solidaridad que se manifiesta de manera muy concreta. La sociedad argentina, con su presencia en esta fundación, demuestra también que está cada vez más madura para asumir responsabilidades. Es de esperar que, desde el Estado, haya también una respuesta igual y se sancione definitivamente una ley nacional, la postergada ley del buen samaritano, que promueva la donación de alimentos. Así, se cerrará un primer círculo virtuoso

viernes, 4 de mayo de 2012

Una explosión de nacionalismo

Por Joaquín Morales Solá | LA NACION Hubo una diputada que votó ayer entre lágrimas. La vida, dijo, había sido demasiado generosa con ella como para permitirle participar de la expropiación de YPF. El nacionalismo ha hecho estragos en la historia de la humanidad, pero sigue siendo una bandera predominante entre los políticos latinoamericanos. En cualquier caso, el kirchnerismo ratificó ayer que conserva el poder de la iniciativa política. Es un mago que se está quedando sin conejos y sin galera, pero sus opositores están aún peor, porque nunca han tenido el arte de la magia. La Argentina es un país de símbolos. Las Malvinas estremecen cada tanto el corazón de gran parte de los argentinos, aunque nadie (mucho menos sus políticos) se planteó nunca una estrategia seria para acercarse a esas islas en el confín del mundo. YPF exacerba ahora las emociones, aunque sólo controla el 30% del mercado argentino de petróleo y gas. Más todavía: la propiedad constitucional del petróleo y el gas es de las provincias argentinas, que concesionan su explotación a empresas privadas. La soberanía petrolera, declamada ahora por el kirchnerismo, es una noticia que no existe. Es notable que una porción importante de la oposición se haya dejado llevar por la estrategia del kirchnerismo, que consiste en hacerse de recursos ajenos cuando ya no le quedan recursos propios. A la alianza que lideran los socialistas le ha sido siempre difícil la oposición al kirchnerismo: son democráticos y prolijos, pero en el fondo les gusta la melodía que tocan los que mandan ahora. La reacción más inexplicable es la de los radicales, sobre todo porque el kirchnerismo no respetó ninguno de los pasos constitucionales de una expropiación y, encima, intervino por decreto una empresa por primera vez en la historia. ¿Qué les pasó a los radicales? ¿Fueron víctimas de un "chantaje emocional", como lo calificó el diputado Oscar Aguad, el líder de la media docena de diputados radicales que se sublevaron entre 40 obedientes? Había muchos más diputados radicales dispuestos a desobedecer la increíble orden partidaria. Uno a uno fueron cayendo seducidos por promesas de que podrán nombrar en la Cámara de Diputados a más empleados que los que ya tienen. La práctica es innoble, pero no explica la decisión del radicalismo. Podría haber hecho un proyecto propio de expropiación respetando los mecanismos de la Constitución. Podría también haber votado por el proyecto de Ricardo Gil Lavedra, que promovía que las provincias le quitaran a YPF la concesión de los pozos en los que no se invirtió y los licitara de inmediato con otras petroleras. El valor de YPF está en sus pozos. Sin ellos, la petrolera no valdría un dólar. A radicales y socialistas les fue imposible descifrar una conclusión elemental del conflicto. Si fuera cierto todo lo que el Gobierno dice de la conducción privada de YPF, los funcionarios serían cómplices del vaciamiento y de la falta de inversión. El Gobierno avaló la gestión de Repsol y de la familia Eskenazi hasta hace apenas cuatro meses. Si no fuera cierto, entonces se estaría ante una monumental arbitrariedad del Estado cometida contra una empresa privada. El núcleo del problema era ése y no la explosión melodramática del nacionalismo. El bloque de senadores radicales (y, sobre todo, el senador Gerardo Morales) se llevó hacia el apoyo al kirchnerismo a la conducción del partido y, luego, al bloque de diputados. Ricardo Alfonsín dijo un discurso con palabras que parecían pronosticar, durante su desarrollo, que votaría por el rechazo, pero al final votó a favor del proyecto oficial. "El de mi partido fue un negocio que nadie entiende, salvo que alguien haya hecho un negocio", deslizó, enigmático, un diputado del radicalismo. El peronismo disidente tuvo menos deserciones (tres o cuatro de un total de 23 diputados). El Pro, de Mauricio Macri, concretó el anunció de su jefe, el primero en advertir la enorme trascendencia negativa de la decisión de confiscar YPF. No fue casual que ayer mismo muchos legisladores del peronismo disidente comenzaran a trabajar en una alianza electoral con Macri para las legislativas del próximo año. Elisa Carrió mostró lo que ya se sabe de ella: estando sola es cuando mejor lucen su oratoria y su coraje. Sin embargo, la lección de la aritmética parlamentaria es implacable con la patética impotencia opositora, incapaz de construir una posición común, aunque en cualquier caso hubiera sido sólo testimonial. El kirchnerismo tiene votos suficientes como para aprobar con mayoría simple cualquier ley en el Congreso. MENSAJES SIGNIFICATIVOS Lejos del nacionalismo y de las lágrimas, el Gobierno se movía ayer con algunos mensajes significativos. En oficinas gubernamentales de Washington se recibió la inquietud de Cristina Kirchner de que ella quiere que sean empresas petroleras norteamericanas las que se hagan cargo de la explotación de los yacimientos de gas no convencional de Vaca Muerta o de parte de ellos. En una nueva vuelta de tuerca al relato (en la que España es ahora el imperio y los Estados Unidos son los hermanos americanos), el kirchnerismo llegó a una conclusión obvia: tiene la propiedad de YPF y de sus pozos, pero no tiene plata para hacer nada. La eclosión de la crisis energética está en la próxima esquina. ¿Habrá empresas norteamericanas dispuestas a invertir en petróleo y gas en la Argentina? "Están pidiendo el oro y el moro para poner un dólar en el país", confió un funcionario oficial. Esas empresas, como cualquier otra, tienen cuatro problemas en el país de los Kirchner: imprevisibilidad impositiva, limitaciones para liquidar sus ganancias, trabas en el mercado cambiario para hacerse de dólares y, además, la teoría de Axel Kicillof de que las empresas sólo deben tener un pequeño margen de ganancias. Las petroleras norteamericanas estarían pidiendo un régimen especial para ellas, como el que se les dio en su momento a las mineras. Es cierto que no se puede invertir fácilmente en un país en el que hasta los empresarios nacionales están sacando su capital fuera del país, pero ¿el kirchnerismo podría hablar de soberanía petrolera si accediera a ese régimen especial para las petroleras norteamericanas? Empresas distribuidoras de gas y de electricidad podrían estar entre las próximas expropiadas. El Gobierno recurriría a ese procedimiento antes de que las compañías se declararan en bancarrota. Todas las distribuidoras de energía están muy cerca de la quiebra y, en algunos casos, sólo tienen recursos para un par de meses más. Están cayendo empujadas por una marea de casi nueve años de tarifas subsidiadas, de intervencionismo estatal y de populismo electoral. El Gobierno no quiere empresas sin caja (YPF sí la tiene), pero preferiría una nueva ola de epopeya nacionalista antes que enfrentarse con la certidumbre del fracaso.

viernes, 27 de abril de 2012

La inquietante reforma del Código Civil

Por Horacio M. Lynch | Para LA NACION Un proyecto de Código Civil avanza impulsado por la presidenta de la Nación y concretado por el presidente y vice de la Corte Suprema; es decir, por poderes a los que la Constitución prohíbe legislar. Paradójicamente, no ha intervenido el Poder Legislativo. Así, sorprendió días pasados ver a la Presidenta, junto con los doctores Lorenzetti y Highton de Nolasco presentando, el proyecto con una escenografía propia de "las tablas de la ley" y explicándonos lo felices que vamos a ser con las nuevas normas de su código, entre ellas, por ejemplo, la que establece que el casamiento durará lo que quiera cualquiera de los cónyuges. Es que, junto con positivas reformas, anidan otras lamentables. Un código que define el concepto de persona, el matrimonio, la filiación, las obligaciones y contratos, la propiedad, etcétera, incide en nuestra vida diaria más que la propia Constitución política: es, de algún modo, la Constitución civil. Por eso hay que cuidar su elaboración, ya que el modo como se encara la reforma no es independiente del resultado. Los cambios de fondo no pueden surgir de la mente de dos, tres o cien juristas, por más iluminados que sean, sino del debate amplio de la sociedad y de su resonancia en el Congreso de la Nación. Dice un prestigioso prelado: "El Código Civil, por su carácter estable y modélico, al definir las obligaciones y derechos de las personas e instituciones, no es algo neutro, sino que a través de él se expresan doctrinas y corrientes de pensamiento". Sólo serían válidos nuevos principios si, surgidos del análisis de esas costumbres, los redactores se limitaran a volcarlos a un código; por el contrario, si pretenden incluir ideas propias o dar precisión legal a determinadas normas abiertas a la interpretación judicial y a la evolución de la comunidad, el resultado es artificial. Y esto es lo que ocurre con este proyecto. "Las leyes, como los ríos, se acomodan en su curso al modo de ser del suelo en que se hacen su camino", decía Alberdi. La cuestión roza aspectos constitucionales. Nuestra Constitución se aparta del modelo norteamericano al unificar la legislación de fondo en todas las provincias, pero, naturalmente, el Código Civil debe adecuarse a sus principios, respetando la separación de poderes y el carácter de país federal. Este fue el germen de la violenta crítica de Alberdi al Código Civil de Vélez Sarsfield: lo encontró discordante con los principios constitucionales de un país federal y reclamó la opinión de las provincias. En la actualidad, ¿cómo puede ser que el concepto de familia, del comienzo de la vida y de otros temas cruciales se implanten en la sociedad argentina vía la imaginación de unos cuantos "expertos"? No son los juristas los que hacen el código; ellos sólo redactan los principios que les son dados. ¿Y cómo podrían aceptarlo las provincias? Hace poco tres de ellas tuvieron un gesto de autonomía y desconocieron el fallo de la Corte sobre el aborto. Insisto en que hay que ser muy cuidadosos en su preparación. Es cierto que la redacción final del código difícilmente puede ser concretada por las cámaras del Congreso. Pero éstas deben debatir y fijar las directivas en los temas cruciales, y recién luego se las redacta. Lorenzetti afirma que en esta ocasión se invirtió el proceso; es decir, primero se debatió y luego se redactó, pero si fue así no lo hizo ni en el ámbito ni con las instituciones y personas adecuadas (sin desmerecer la enjundia de los especialistas que con toda generosidad opinaron sobre el proyecto). Y será muy difícil introducir algún cambio en un código que está en su redacción final. Podría argumentarse que el código que nos rige fue obra de un solo hombre, y aprobado a libro cerrado por el Congreso. Pero eran tiempos muy diferentes y urgía la unificación de la legislación. Además, Vélez Sarsfield no inventó nada nuevo, sino que codificó nuestras costumbres. La circunstancia de encomendar la reforma a dos conspicuos integrantes de la Corte Suprema de Justicia sienta un riesgoso antecedente de dependencia de éstos respecto del Poder Ejecutivo. Sin desconocer la capacidad de los doctores Lorenzetti y Highton para redactar la reforma, sostengo que no corresponde a los jueces proyectar leyes, y menos de este tipo, por elementales principios republicanos, porque la Justicia tiene mucho que hacer antes de ocuparse de lo que no le compete y porque hasta afecta su independencia. Por la entidad de las reformas habrá planteos judiciales y deberán inhibirse. Un año atrás señalé el elixir que les presentaba la Presidenta a los nombrados. Es que obnubila la tentación de pasar a la historia como los redactores del principal código del país. Comprendo que es difícil resistirse, y más por la capacidad de los designados. Pero sugería declinar el convite. Alberdi también decía que "los Códigos en Sudamérica son más hijos de la vanidad que de la necesidad". Por lo demás, los autores se excedieron en lo que se les encargó, pues la encomienda de la Presidenta en su decreto 191/11 se limitaba a "actualizar" el Código Civil y a su unificación, y no al dictado de uno nuevo. Este tema es crucial para el país. La circunstancia de que el proyecto contenga algunos cambios positivos no autoriza a avanzar; es preciso recordar que nunca el fin puede justificar los medios. Espero que las provincias, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones y las academias reaccionen para rechazar esta forma de legislar. Como bien dijo el obispo Arancedo: "La propuesta de reforma del Código Civil, como marco básico que regula la vida del hombre y sus relaciones en la sociedad, es un tema que nos compromete a todos. No podemos, por ello, permanecer indiferentes ni ser espectadores de decisiones que nos involucran y requieren una amplia participación federal y reflexión". © La Nacion

lunes, 16 de abril de 2012

Trata: Los Zetas compran mujeres en la Argentina

Los narcotraficantes mexicanos han decidido, de un tiempo a esta parte, incursionar en nuevos negocios: al de las drogas sumaron, ahora, la captación de mujeres a las que ubican en antros de toda clase donde serán explotadas sexualmente. De esa ampliación del campo de acción no es ajena la Argentina: corresponsales de los principales carteles del Norte ya están reclutando, por la fuerza o bajo engaños, víctimas en el interior.

Así lo afirmó la periodista y escritora mexicana Lydia Cacho, una de las voces más autorizadas en la temática a nivel regional, de visita en el país para la presentación de su libro Esclavas del poder , en el que ha documentado un exhaustivo mapa de las redes de trata y explotación sexual de mujeres.

"Tengo evidencia clarísima de la presencia de carteles de droga [mexicanos] relacionados con la trata que ya están operando en la Argentina, en Córdoba y en una ruta hacia el norte del país, en muchos casos creando y aprovechando vínculos con pequeñas comunidades provinciales que están en situación de pobreza y cuya economía está dañada. Tanto Los Zetas como el Cartel de Sinaloa ya están aquí. Estos criminales organizados comenzaron a instalarse y están comprando seres humanos", afirmó Cacho, que se presentó el lunes pasado en el hotel Sofitel, patrocinada por su editor, Cristóbal Pera, de Random House Mondadori.

Seis guardaespaldas la acompañan a todos lados todo el tiempo. Y ella misma está en actitud de guardia permanente; su profunda mirada, que ha visto el horror, escruta a conciencia todo lo que se mueve dentro de su campo de acción; nada de lo que sucede a su alrededor le pasa desapercibido. Motivos le sobran: ha sido secuestrada, torturada y la mafia del narco-proxenetismo de México la tiene bajo amenaza de muerte.

Cacho, de 46 años, es capaz de descorrer el velo de un drama que, en nuestro país, parece invisibilizado. "Según estadísticas de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Drogas y el Crimen [Onudc], en la Argentina hay medio millón de mujeres atrapadas en redes de trata, y existen 8000 prostíbulos, entre ellos los mil verificados en la ciudad de Buenos Aires por la ONG La Alameda. Y es bien conocido, tanto en el país como en el extranjero, que la Argentina tiene toda esa cultura de la prostitución aparentemente normalizada no sólo por la sociedad, sino también por el sistema político."

Sostiene, como para dejar bien claro este último concepto: "La cultura prostibularia no se puede desarrollar sin apoyo y protección política".

"EJERCICIO DE LA CRUELDAD"

Esclavas del poder , el libro que la trajo al país, es fruto de una investigación periodística que le llevó cinco años y que nace de historias de mujeres y niñas que sobrevivieron a su venta a las redes mundiales de trata. Cacho tomó casos en primera persona y los investigó hasta dar con las mafias de tratantes. "En estos cinco años he visto el ejercicio de la crueldad más infame, con niñitas prostituidas, vejadas. Pero también vi gente arriesgándolo todo por salvarlas. Eso me ayudó a no perder la cordura ante tanto horror y a no perder la fe en el condición humana."

Una de las más inquietantes revelaciones que dejó en su conferencia en el hotel Sofitel, además de las relacionadas con la Argentina, fue la de la simbiosis entre las operaciones del narcotráfico y la trata. "Ha habido cambios en los modos de operación de los tratantes. Las investigaciones demuestran que Los Zetas y el Cartel de Sinaloa, por ejemplo, se han metido de lleno en estas operaciones porque vender un ser humano es mucho más redituable que vender droga. Lo dijo un ex traficante detenido en California al que pude entrevistar: un kilo de cocaína lo vendes una vez y a una niña puedes venderla cientos de veces."

La escritora y periodista puso bajo su lupa un caso que, recientemente, tuvo amplia repercusión política y mediática en nuestro país: la denuncia de Lorena Martins contra su padre, el ex agente de inteligencia argentino Raúl Martins, como proxeneta e integrante de una red de trata de mujeres, y la revelación hecha por la mujer de la eventual relación -a través de terceras personas- del ex espía con el actual jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri.

"Expertos mexicanos dicen que si Raúl Martins fuera extraditado a la Argentina la situación de la trata cambiaría en la región, porque hubo un avance en el caso que podría influir en el corredor entre Paraguay, Brasil, Bolivia, México. Los prostíbulos mexicanos atribuidos a Martins siguen funcionando con menos mujeres argentinas, porque ha cambiado el mercado. El mercado lo determinan los clientes y ahora los clientes buscan más cubanas, brasileñas y paraguayas."

EL ROL DE LA SOCIEDAD

A la hora de explicar el posible motivo de esa merma en la captación de argentinas por parte de las redes internacionales de trata, además de aquello tan efímero como "la demanda de los clientes", le bastó un nombre: "Susana Trimarco", madre de Marita Verón, la joven madre desaparecida hace una década y cuyo caso es actualmente objeto de un juicio. Cacho sostiene que a partir de la visibilidad que la lucha de Trimarco y de otras organizaciones de la sociedad civil ha dado a la temática "ha subido el costo para ciertas mafias, al menos en delitos internacionales".

"En América latina la labor de la sociedad civil está por encima de la acción de los Estados a la hora de enfrentar la temática de las redes y la esclavitud sexual, por el movimiento de mujeres y las feministas y las organizaciones civiles. No conozco ningún otro país donde sea tan efectivo el trabajo de la sociedad civil como en la Argentina, aunque nunca encontré un país con tanta resistencia de un Estado a ir contra la trata como el argentino."

Con todo, resaltó algunos avances, como la decisión de prohibir el llamado Rubro 59 en los diarios. "Es una medida que sirve. La psicóloga e investigadora estadounidense Melissa Farley demostró cómo la mayoría de los anuncios de prostitución de los diarios están directamente relacionados con redes de tratantes."

UNA VOZ AUTORIZADA

"Tengo evidencia de la presencia de carteles de droga [mexicanos] relacionados con la trata que ya están operando en la Argentina, en Córdoba y en una ruta hacia el norte del país"

"La Argentina tiene una cultura de la prostitución aparentemente normalizada no sólo por la sociedad sino también por el sistema político. Esa cultura prostibularia no se puede desarrollar sin protección y apoyo político"

"Hubo cambios en los modos de operación de los tratantes. Los Zetas y el cartel de Sinaloa, por ejemplo, se han metido de lleno en estas operaciones porque vender un ser humano es mucho más redituable que vender droga"

sábado, 14 de abril de 2012

Una asignación de débil efecto

l decreto que estableció la Asignación Universal por Hijo (AUH) tuvo dos objetivos: uno de carácter social y otro de tipo educativo y sanitario.

La primera de esas metas se vinculaba con la ley 24.714, referida al régimen obligatorio de asignaciones familiares y con la 26.061, relativa a la protección integral de los derechos de la minoridad.

La AUH se definió como "prestación monetaria no retributiva", que percibiría uno de los padres, tutor o pariente, por cada menor a su cargo hasta los 18 años o sin límite de edad cuando se tratara de un menor con capacidades diferentes.

El mismo decreto especificaba, también, que el titular del beneficio lo sería en tanto no percibiese otra asignación familiar ni tuviese salario superior al mínimo o se moviera en el campo del trabajo no formal.

Es importante consignar que, para acceder al beneficio, corresponde acreditar el cumplimiento de los controles sanitarios y de la vacunación exigidas en los cuatro primeros años; luego, hasta los 18 años, la condición fijada era el cumplimiento de la escolaridad.

La Administración Nacional de Seguridad Social (Anses) tuvo a su cargo el pago de la AUH. Un 80 por ciento es abonado mensualmente y el 20% restante es reservado a nombre del titular, quien sólo podrá retirarlo al demostrar el cumplimiento de lo condicionado. De lo contrario, el beneficio tiene que cancelarse.

Un informe reciente del Observatorio de la Educación Básica Argentina, que integran la Fundación Centro de Estudios en Políticas Públicas, la UBA y el Banco Santander Río con apoyo del Ministerio de Educación nacional, ha hecho saber que la AUH no produjo el efecto esperado en la matriculación escolar.

Paralelamente, dio cuenta de que las condiciones establecidas para gozar del beneficio no han sido objeto del control señalado ni de las sanciones previstas. Por lo tanto, se han frustrado las expectativas favorables despertadas por el aporte de la AUH, cuyo objetivo educacional no ha tenido el resultado previsto y anunciado en 2010 por el ministro del área, Alberto Sileoni.

El actual relevamiento del Observatorio de la Educación, comunicado por el licenciado Gustavo Iaies, se basa en una consulta a 550 escuelas, públicas y privadas del país, a la que respondieron 571 directivos, 915 docentes y 325 preceptores.

Según ese trabajo, hubo un reingreso de alumnos del 13% en el nivel primario y del 23% en el secundario, pero luego declinó la asistencia a clase y, pese a no cumplirse con las normas de condicionalidad educativa que fija la ley, la cancelación del beneficio sólo se aplicó en una minoría de casos: 2% en la escuela primaria y 10% en la secundaria.

En nuestro país, más de 600.000 menores de entre 12 y 17 años no estudian ni trabajan, y el abandono escolar se hace sentir especialmente en el nivel medio. Combatir esa preocupante realidad ha sido una de las razones de la AUH, por lo cual no se compadece la falta de rigor en las sanciones con el afán socioeducativo latente en el decreto 1602.

Resulta coherente inferir, pues, que el esfuerzo financiero tiene que unirse a mecanismos de control eficientes. De lo contrario, los objetivos quedan en meras palabras y, la finalidad del beneficio, en el cuestionable plano de la estricta especulación política o de la mera demagogia.

sábado, 7 de abril de 2012

Crecen un 30% las consultas por tecnoadicciones

Por Evangelina Himitian | LA NACION
El vacío. El fin de todo lo conocido. La principal razón de un mal humor incontrolable. Así vivieron muchos usuarios de celulares la falla técnica de Movistar, que el lunes último dejó 16,7 millones de celulares incomunicados. El efecto fue más allá de las horas que duró la interrupción del servicio.

Además de los inconvenientes puntuales, miles de usuarios comprobaron que ese aparatito ejerce un poder impensado sobre ellos. Suelen llevarlo consigo a reuniones y no lo abandonan ni cuando salen a correr. No los incomoda usarlo en el baño ni que sea lo último que consultan antes de dormir. Es que el celular se convirtió en el eje de una forma de relacionarse con el mundo, y también en la raíz de un efecto que algunos especialistas se atreven a llamar el "síndrome de abstinencia de la hiperconectividad".

En casos extremos se traduce en insomnio, mal humor y en una enfermiza necesidad de chequear todo el tiempo si el sistema había vuelto a funcionar. No es para menos. En el último año se incrementaron en un 30 por ciento las consultas sobre tecnoadicciones, según confirmó a LA NACION el jefe de la Clínica de Adicciones del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), Pablo Simone.

¿Existe tal cosa como la adicción al celular? Sí. "En los últimos tiempos creció en forma exponencial la consulta por tecnoadicciones, y el celular va a la cabeza. Siempre tiene que ver con personalidades adictivas, pero la comunicación que ofrecen los nuevos equipos tecnológicos tiene un poder adictivo mucho más fuerte", explica.

El especialista distingue entre los adictos al celular -aquellos que necesitan un tratamiento para poder controlar su patología- y aquellos que por estos días descubrieron que tienen una dependencia afectiva con el equipo. Ambos experimentaron una sensación de vacío, de incomunicación, cuando el sistema salió de funcionamiento.

Quienes recurren a ayuda de profesionales para superar esta adicción se someten a una terapia que intenta llevarlos a reencauzar el uso del celular, a limitar la cantidad de veces que se chequean llamadas y redes sociales por hora, a abandonar el hábito de llevarlo siempre en la mano, de ponerlo siempre sobre la mesa y de levantarlo y usarlo para gesticular. La combinación de teléfonos inteligentes y redes sociales es lo que torna más adictivo al dispositivo, explican los especialistas.

El año último pasará a la historia de la industria celular local como el del gran despegue de los smartphones , explica Enrique Carrier, director de la consultora de telecomunicaciones que lleva su apellido. "Los despachos de esos equipos superan un 124%, para llegar a la impresionante cifra de casi 2,5 millones de unidades", dice. Esto significa que uno de cada cuatro celulares que se venden hoy en día son smartphones .

Algunos ya se atreven a llamarlos s ocialphones, porque el principal uso que sus dueños les dan a estos equipos es la conectividad en las redes sociales. "Evidenciaron lo importante que resulta para los usuarios estar siempre en la Red, no perderse nada", dice Carrier.

En cuanto a Twitter, uno de cada tres usuarios se conecta a diario, contra dos de cada tres personas que se conectan desde un equipo móvil. "El celular puede despertar una forma de amor. Tiene un potencial adictivo muy fuerte por la inmediatez que ofrece. Además, porque es un aparato que nos comunica y no replantea, no señala una falta, no nos confronta con nosotros. "Simplemente nos conecta rápido con otros, nos obedece", asegura Simone.

ABSTINENCIA

Fueron sólo unas horas. Tiempo suficiente para que Carolina, de 34 años, se asomara a la desesperación. De pronto, los mails dejaron de llegar. Facebook no tenía actualizaciones, no había nadie en Twitter y, lo que era peor, nadie llamaba ni contestaba a sus llamadas. Esto ocurrió el lunes pasado con los usuarios de la empresa Movistar.

Resultaba difícil imaginarse cómo sería un día de nuestras vidas, hace apenas unos cinco años.

"La conectividad permanente que generan los smartphones promueve la fantasía de la presencia -asegura la socióloga Ana Wortman, investigadora del Instituto Gino Germani-. Nadie está ausente ni lejos, no tengo que esperar para tomar una decisión. La velocidad de la información habilita a tomar decisiones que tienen consecuencias en lo inmediato. De ahí que consultores, ejecutivos, empresarios, emprendedores diversos han configurado un modo de ser trabajador, un modo de producir para los cuales los smartphones son imprescindibles."

La coordinadora del Centro de Asistencia, Capacitación e Investigación de Socioadicciones (Cacis), Alejandra Cattán, explica que, en ocasiones, la hiperconexión exagera la comunicación virtual a costa de los vínculos presenciales. "En definitiva, se está más aislado; mucha gente está conectada las 24 horas. De allí, el vacío", afirma

martes, 3 de abril de 2012

Vivir en la calle, un drama que crece

Aunque desde el gobierno porteño se asegure que hay menos gente "en situación de calle" en la ciudad, la mera observación aporta otros datos bien distintos.

Evidentemente, hay más personas y, en algunos casos, familias que han hecho de las veredas y las plazas de Buenos Aires su "hogar", corridos de su normalidad cotidiana por la falta de trabajo, la pobreza y la indigencia que han cambiado radicalmente sus vidas. Esto los ha llevado, en la mayoría de los casos, a ocupar aquellos lugares públicos que, aunque los obligan a vivir a la intemperie, también les posibilitan seguir juntos y sentir hasta una especie de sensación de libertad. Debajo de autopistas, en terminales de transporte, puertas de iglesias o bulevares, ésos son también otros de los sitios escogidos.

En la Plaza del Congreso, una familia que sobrevive allí a la intemperie. Foto: Archivo
Se las puede ver contra las rejas de fuentes o distribuidas en los canteros, o en las recovas de calles como Leandro N. Alem. En la Plaza del Congreso hay en la actualidad cientos de personas -todos los días se agrega alguna-, sobre todo niños, mujeres y ancianos. Durante el día, se cobijan en carpas o en viviendas precarias de cartón, madera o lona, a la vista de cualquier transeúnte que pase por allí. Por las noches, cuando distintas organizaciones o particulares van a darles de comer, forman fila en distintos lugares. También reciben comida de los bares, hoteles o restaurantes de la zona; en ese sentido, son más privilegiados que los que tienen como domicilio los zaguanes o los portales de las casas y los edificios de departamentos.

Del censo realizado por el gobierno de la ciudad a fines de 2011, se contabilizaron 876 personas que duermen en la calle, un 32 por ciento menos que las contabilizadas anteriormente (1287, registradas el año anterior). De ellas, el 60 por ciento proviene de otras provincias, y su situación educativa es distinta, pero a todos los denigra vivir en situación de calle: algunos tienen el ciclo primario completo (29,6%); otros empezaron el secundario pero no lo terminaron (22,6%), y por fin un 28,5% tiene el primario incompleto.

Tal como informó este diario hace unas semanas, de las 876 personas instaladas en el espacio público porteño, 812 son adultos y 64 son niños (que viven en la calle con sus padres). La mayoría, el 50 por ciento, se concentra en las comunas 1 y 3 (los barrios de Constitución, San Telmo, Monserrat, San Nicolás, Retiro, Puerto Madero, Balvanera y San Cristóbal), y otro 27% se reparte en partes iguales entre las comunas 7, 15 y 4 (Flores y Parque Chacabuco; Chacarita, Villa Crespo, La Paternal, Villa Ortúzar, Agronomía y Parque Chas, y La Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya).

El censo ya mencionado sólo cuenta a las personas que viven en la calle sin ninguna red social de contención. No incluye, por ejemplo, a los cartoneros, que trabajan en la Capital y suelen estar instalados en la ciudad durante la semana, pero que tienen su casa en la provincia. Por ello, la ONG Médicos del Mundo, que lleva sus propias estadísticas, viene reiterando que son más de 15.000 las personas que se encuentran en esta situación. Y recuerda también que entre ellas están creciendo las adicciones al alcohol, la marihuana, la cocaína y el paco.

Es evidente la necesidad de que, tanto por parte de las autoridades como de la sociedad en general, busquemos con urgencia nuevas estrategias para encarar este tema dramático, porque ni el plan de operadores sociales desarrollado por el gobierno porteño -son 373 profesionales que recorren la ciudad todos los días- ni la presencia de voluntarios de ONG han logrado paliar la situación de estos argentinos, que al resto de los conciudadanos debe llevarnos a movilizar nuestras conciencias en procura de que también tengan una vida digna. Mientras ello no ocurra, no existirá en nuestro país la perspectiva de un futuro más esperanzador.

lunes, 23 de enero de 2012

El gran desafío global del año: la desigualdad

Por Moises Naim | Para LA NACION
El principal tema político de 2012 será la desigualdad económica. Este pronóstico es aún más relevante cuando se toma en cuenta que este año habrá elecciones y cambios de liderazgo en países que concentran el 50% de la economía mundial. En todos ellos, las protestas contra la desigualdad y las promesas de reducirla agudizarán un ya muy encendido debate global.

La desigualdad no es algo nuevo. Lo nuevo es la recién adquirida intolerancia hacia ella. Esta intolerancia está apareciendo con fuerza en los países más ricos y más golpeados por la crisis y de allí se ha ido esparciendo por el mundo.

Las grandes masas -abrumadas por el desempleo, la austeridad y los sacrificios- han comenzado a interesarse en cómo se distribuyen los ingresos y la riqueza en su país. Durante mucho tiempo, el mundo había vivido en pacífica coexistencia con la desigualdad, aunque estos períodos de pasividad siempre son interrumpidos por revoluciones en nombre de la igualdad.

Mientras en los países con regímenes autoritarios los gobiernos hacen lo posible por ocultar la desigualdad económica, en Africa o en América latina, la desigualdad, en cambio, es muy visible, constantemente denunciada por los políticos y estoicamente soportada por el pueblo.

En otros países es celebrada. En Estados Unidos, por ejemplo, los artistas, deportistas o inventores cuyo éxito se traduce en una inconmensurable riqueza son admirados y vistos como modelos para emular.

Esto está cambiando. En todas partes, la idea de que la lucha contra la desigualdad es fútil o innecesaria se ha hecho indefendible. Se acepta que la desigual distribución de la riqueza, o de los ingresos, seguramente será difícil de alterar, pero ya no es tan fácil como antes ignorar el tema o defender la idea de que no hay que hacer nada al respecto.

También hay desigualdad buena y mala. El truco está en contener la segunda al nivel más bajo posible.

El escrutinio de la vida y de las acciones del "uno por ciento" más rico se ha vuelto obsesivo. Titulares como el de Los Angeles Times -"Los seis herederos de Walmart son más ricos que la suma del 30% de los estadounidenses con menos ingresos"- son un buen ejemplo de esta tendencia.

ROMNEY, EN LA MIRA

También lo es que los más feroces exponentes de la derecha radical de Estados Unidos ataquen a Mitt Romney por ser rico y pagar pocos impuestos. O que en Rusia, una de las principales quejas contra Vladimir Putin sea el bochornoso espectáculo que ofrecen los oligarcas que engordan sus inimaginables fortunas en el Kremlin, mientras la mayoría de los rusos sufre penalidades.

No todos, claro está, están en la onda de criticar a los más ricos. Jamie Dimon, el presidente de JP Morgan Chase, declaró exasperado: "No entiendo ni acepto esto de criticar el éxito o actuar como si todos los que tienen éxito fueran malos. Simplemente no lo entiendo".

LA RECOMPENSA

La perplejidad de Dimon se basa en la suposición de que la riqueza es la manera en que la sociedad estimula y recompensa la innovación, el talento y el esfuerzo. Quienes son ricos se lo merecen.

Pero no siempre. Las grandes riquezas y la desigualdad también pueden provenir de la corrupción, la discriminación, los monopolios, el comportamiento empresarial abusivo o crasos actos delictivos, como los del estafador Bernard Madoff. En la lista de los más ricos del mundo hay muchos multimillonarios que deben su fortuna más al Estado que al mercado.

Por eso, los estudiosos de la desigualdad suelen compararla con el colesterol: hay desigualdad buena y mala, y el truco está en impulsar la buena, mientras la mala se contiene al nivel más bajo posible.

Y ése es precisamente el principal riesgo de estos tiempos: cómo reducir la desigualdad sin desestimular otros objetivos (inversión, innovación, toma de riesgos, esfuerzos, productividad...). Sabemos que lograr una sociedad más igualitaria ha sido el objetivo de innumerables experimentos que han provocado más desigualdad, pobreza, atraso, pérdida de libertades y hasta genocidios.

Por otro lado, la desigualdad también tiene efectos tóxicos. Además de las consideraciones morales obvias, también hay muchas evidencias de que una alta desigualdad económica es mala para la salud de una nación: conlleva una mayor inestabilidad política, más violencia y también perjudica la competitividad y, a largo plazo, el crecimiento.

Este año veremos innumerables propuestas para corregir las inequidades económicas que se han agudizado en las últimas décadas. Algunas serán viejas -y probablemente malas- ideas desempolvadas y presentadas como nuevas. Pero seguramente también aparecerán algunas nuevas y muy buenas.

El reto para los votantes -y para quienes puedan incidir sobre cuáles se adoptan y cuáles se rechazan- será aprender de la historia. Como sabemos, no repetir los errores del pasado suele ser más difícil de lo que parece.

EL PAIS, SL

Más de cinco millones de hogares no tienen gas por red pública o cloacas

Por Silvia Stang | LA NACION
En casi 5,4 millones de hogares de la Argentina no llega el gas por la red pública, por lo cual para cocinar o calefaccionarse las familias deben recurrir a la opción bastante más cara, de comprar el combustible envasado en garrafas o tubos, o bien a la leña o al carbón.

Son, por otra parte, 5,7 millones los hogares que dependen de un pozo ciego o de otra alternativa para el desagüe, porque no disponen de cloaca. Y 1,9 millones de familias no pueden abrir la canilla y refrescarse, cocinar o lavar con agua potable, por falta de acceso a la red pública de ese servicio.

Los datos surgen del último censo nacional de población, realizado por el Indec en 2010, que fueron difundidos recientemente.

Cuando se miran los índices de acceso de la población a servicios básicos y se los compara con los del relevamiento previo -hecho en 2001-, los números muestran que no hubo avances muy significativos, por lo menos en el dato para el total del país.

Eso parece ser producto de la persistencia de la pobreza estructural y de una política energética que estuvo lejos de promover la inversión. En rigor, sí existió una mejora, tanto en términos absolutos como relativos, de la cantidad de familias con disponibilidad de agua o gas de red y también de cloacas, pero sin que se haya dado un salto largo y con fuerte disparidad según la provincia.

Los resultados del Censo 2010 indican que el 56,2% de los hogares -6,8 millones en números absolutos- disponen de gas de red, contra el 50,3% que contaba con el servicio una década atrás. La disponibilidad de cloacas abarca al 53,1% frente al 47,2% de 2001, y la de agua corriente de red, al 83,9% de las familias, mientras que diez años atrás el índice era del 80,1 por ciento. En términos absolutos, hay 1,6 millones más de hogares con gas; 1,7 millones más con cloacas, y 2,1 millones más de familias con agua de red, en un período en el que el número total de hogares creció en poco más de dos millones.

En el caso del gas, las provincias que en 2001 directamente no tenían habitantes con acceso al servicio siguen en igual situación: se trata de la región nordeste, incluidas Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.

El resto del país muestra fuertes diferencias en el porcentaje de familias con servicio. Mientras que la conexión llega al 92,2% de los hogares en la ciudad de Buenos Aires, en Entre Ríos accede uno de cada cuatro, y en provincias como Córdoba, Santa Fe, San Juan y San Luis, la mitad de las familias reciben el gas de red. Los índices más bajos se dan en provincias del Norte, como La Rioja, Catamarca y Santiago del Estero, en tanto que a más del 80% de los hogares patagónicos le llega el combustible de la red pública, con un pico en Santa Cruz (94,6%).

No sólo el índice de acceso muestra una pronunciada disparidad, sino también la evolución que hubo. Jurisdicciones como Entre Ríos, Córdoba y La Pampa avanzaron varios puntos, mientras que en provincias del Norte con algún grado de acceso el índice quedó estancado.

"Para un período de diez años no es muy distante pasar del 50 al 56%", evaluó el ex secretario de Energía, Jorge Lapeña, sobre el dato de acceso al gas. Recordó que el congelamiento tarifario impuesto por la emergencia económica en 2002 "hace que las empresas estén fuera de punto, con una situación de baja rentabilidad, iliquidez y consecuente falta de inversión". "No se han ampliado refinerías ni se hicieron inversiones en exploración", observó Lapeña. Para Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, a la falta de inversiones, se suma la vulnerabilidad socioeconómica que afecta a gran parte de la población sin acceso al servicio, lo que torna fundamental el rol del Estado.

"No sé si un aumento de tarifas habría sido garantía [de mayores servicios], porque los lugares con déficit son los de mayor pobreza y marginalidad. Según afirmó, hay zonas donde pasa la red de gas o agua por la calle, pero muchas familias no hacen la conexión por los costos.

El tema del congelamiento de tarifas llevó a otra problemática que es la del Estado subsidiando durante muchos años a la población en general, incluidos los sectores de ingresos medios y altos que podrían haber pagado más por los servicios de gas, agua y electricidad.

El papel efectivamente cumplido por el Gobierno aparece, así, cuestionado por una doble vía: por un lado, porque no promovió con inversión social el acceso a los servicios para la población más pobre; por el otro, porque asignó recursos públicos a una población no necesitada, algo que recién ahora se empieza a revertir.

En el caso del acceso a las cloacas y al agua de red, la dispersión del índice según la provincia que se mire es algo menor que en el servicio de gas. Nuevamente, la zona más desfavorecida es el Norte. En Misiones sólo el 18,6% de los hogares tiene cloacas (en 2001 era el 12,3%) y en Santiago del Estero el indicador avanzó en la década unos cinco puntos, para ubicarse ahora en el 21,9 por ciento. Con un 98,2% de la población cubierta, la ciudad de Buenos Aires es la jurisdicción con tasa más alta, en tanto que en el conurbano el índice es del 41,1 por ciento.

El agua de red llega a prácticamente la totalidad de los hogares de la ciudad porteña, mientras que en el área del conurbano la tasa cae al 71,9% de las familias

Creció la ayuda social, pero persiste un 25% de pobreza

Por Marcelo Veneranda | LA NACION
A una década del estallido social de 2001, el Estado multiplicó los programas sociales, que, sólo en el caso del plan Asignación Universal por Hijo y la entrega de jubilaciones a quienes no tenían aportes, alcanzan hoy a más de 5,5 millones de personas. Esto, sin contar un entramado de planes que se superponen sin información oficial precisa. Pero este aumento del presupuesto social y del crecimiento de la economía a "tasas chinas" no ha conseguido que deje de persistir un núcleo duro de pobreza, que está entre el 20 y el 25% de la población. Los expertos le ponen un nombre a este escenario: la Argentina "dual".

Para dos reconocidos centros de investigación, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica y SEL Consultores, la persistencia de un núcleo duro de pobreza se comprueba al medir las condiciones de hábitat, educación, situación laboral y alimentación, entre otras variables.

A fines de 2001, con el 38% del país sumido en la pobreza (ese porcentaje trepó al 57,5% en octubre de 2002 y a partir de allí empezó a caer), la Alianza intentó evitar el estallido social entregando 300.000 planes Trabajar. Lo que no pudo el gobierno de Fernando de la Rúa tampoco lo logró Eduardo Duhalde, quien, apenas un año después, distribuía más de dos millones de planes Jefes y Jefas de Hogar.

Una década después de las cacerolas y los muertos de 2001 la pobreza se mantiene en el orden del 20 al 25%, lo que representa unos 10 millones de argentinos.

Tras la recuperación económica que, de 2003 a 2011, llevó el PBI nacional de 127.000 millones de dólares a más de 440.000 millones. En vez de disminuir por el crecimiento a "tasas chinas" de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, los planes sociales se multiplicaron. Con una paradoja: según los estudios que emplean los índices oficiales no alterados por la intervención del Indec, el "núcleo duro" de la pobreza persiste. No por casualidad más de cinco millones de hogares hoy siguen sin tener una red cloacal o el servicio de gas en red (de lo que se informa por separado).

Para el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA y SEL Consultores, de Ernesto Kritz, la paradoja tiene un mismo nombre: la persistencia de una "dualidad estructural" o, a secas, de un "país dual", donde la desigualdad no cedió terreno y un cuarto de la población quedó atrapado en un "núcleo duro" de pobreza, "a pesar del crecimiento económico, la recuperación del empleo y del salario real de los trabajadores formales" y la multiplicación de planes sociales y ocupacionales.

"Se ha mantenido vigente un orden económico y social que ha impuesto barreras estructurales a la superación de la dualidad que atraviesa la sociedad argentina", sostuvo el director del ODSA, Agustín Salvia, en un balance del período 2004-2010 publicado por la UCA.

Para Kritz, esa situación involucra hoy entre 8 y 10 millones de personas. "El balance es dual, porque entre un 20 y 25% de la población ha emergido de la pobreza y se ha incorporado [o reincorporado] a la clase media baja desde el pico de la crisis; pero cerca de un cuarto de la población permanece en estado de privación no obstante los ocho años de elevado crecimiento."

Lo preocupante es que, en el balance de la década, ambos investigadores coinciden en que 2007 volvió a marcar una bisagra en los índices de creación de empleo y mejora social del país, que no se revirtieron con la recuperación económica de 2009. A similares conclusiones llegan otros investigadores más próximos al Gobierno, como Javier Lindenboim, director del Centro de Estudios sobre Población, Empleo y Desarrollo, de la UBA, que pone en duda la disminución de la pobreza que continuó reflejando el Indec -intervenido desde 2007- en los últimos años, a pesar del "exiguo" crecimiento del empleo.

Los números del Indec asombran por su optimismo: a pesar del freno económico de 2007, sumado a la inflación y la crisis internacional de 2008, la pobreza, según el organismo controlado por Guillermo Moreno, pasó de 23,4% (primer semestre de 2007) a 8,3% en 2011. La indigencia, a su vez, cayó del 8,2 al 2,4%.No opinan lo mismo las consultoras privadas y los centros de investigación social que muestran cifras superiores a las oficiales.

¿Qué pasó, en cambio, con el gasto social? Según un estudio de la Fundación Siena, el presupuesto 2012 eleva al 60% el gasto social (303.028 millones de pesos) y destina las mayores subas a las jubilaciones y planes sociales (39% más que en 2011).

LA NACION intenó sin éxito consultar de este tema a los Ministerios de Desarrollo Social y Trabajo y a la Anses. Sin embargo, los datos oficiales a los que se pudo acceder muestran un aumento significativo de la cantidad de beneficiarios de planes sociales en la última década.

En 2001, había 300.000 planes Trabajar que dieron paso a dos millones de personas del plan Jefes y Jefas de Hogar. En 2009 se sumaban a los planes alimentarios y los programas provinciales y municipales unas 8 millones de personas.

Luego de la derrota electoral de 2009, el kirchnerismo creó el Plan Argentina Trabaja que originalmente estaba pensado para 250.000 personas y que hasta ahora tien unos 150.000 benefieciarios en todo el país, concentrada la mayoría en Buenos Aires. Después, la presidenta Cristina Kirchner puso en marcha el plan de Asignación Universal por Hijo, que alcanzó a 3,5 millones de niños.

domingo, 22 de enero de 2012

¿Estado inteligente o Estado bobo?

Por Alvaro Herrero | Para LA NACION
Nuestro país no cuenta con una ley de acceso a información pública y todo indica que no tendrá una pronto. Tras una década con numerosos proyectos legislativos e iniciativas de la sociedad civil, sólo nos quedan frustraciones y sinsabores. Mientras la región avanza incesante en diseñar marcos legales que garantizan el derecho humano de acceder a la información que genera el Estado, la Argentina está retrocediendo. Brasil, Uruguay, Chile, México, Honduras y El Salvador, entre otros, ya tienen leyes de acceso a la información. Estamos en la retaguardia del cambio.

La mayor decepción, sin embargo, no consiste en la carencia de una ley de acceso a la información pública. Estamos tan atrasados que esa discusión resulta prácticamente obsoleta. Hoy la atención se centra en cómo utilizar las nuevas tecnologías y la información generada por el Estado para mejorar el desempeño y la calidad de los gobiernos. Esta sencilla premisa es la base del paradigma del gobierno abierto.

En septiembre del año pasado, Brasil, México, Indonesia, Noruega, Filipinas, Sudáfrica, el Reino Unido y Estados Unidos lanzaron la Declaración sobre Gobierno Abierto y anunciaron planes de acción para generar cambios concretos en sus Estados. En poco menos de seis meses, la iniciativa ya cuenta con la participación de 43 países, incluidos Chile, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Paraguay, Perú y Uruguay. La Argentina está ausente.

Basado en principios elementales de transparencia, participación ciudadana y colaboración, la iniciativa de Gobierno Abierto persigue aumentar la disponibilidad de información sobre las actividades gubernamentales, fomentar la participación de los ciudadanos y aumentar el acceso a las nuevas tecnologías para la apertura y la rendición de cuentas. Iniciativas como Data.gov en Estados Unidos o Irekia en el País Vasco han demostrado las ventajas que se generan cuando el Estado produce información sobre sus servicios y la pone a disposición del ciudadano y de los medios de comunicación.

De esta forma, no sólo se garantiza el derecho a acceder a la información y la posibilidad de "controlar" la gestión de gobierno, sino también se permiten sinergias que mejoran la calidad de servicios básicos estatales, como la educación, la salud, la protección del medio ambiente, o el transporte público. Lo novedoso, vale destacar, reside en que este modelo es altamente ventajoso para el Estado, ya que propone la inclusión e interacción con los ciudadanos, quienes -aprovechando las nuevas tecnologías- dejan de ser meros sujetos pasivos para pasar a cooperar, interactuar y también controlar en la gestión de los tres poderes del Estado.

Los avances tecnológicos son incesantes e implacables. La Argentina debe pensar cómo enfrentará este desafío. Para sumarnos a esta nueva era del gobierno abierto, debemos diseñar y poner en marcha los marcos regulatorios necesarios (ley de acceso a la información), dotar al Estado de las tecnologías apropiadas y reconceptualizar la relación con el ciudadano. Esto nos permitirá pasar de un modelo de Estado opaco, obsoleto y alejado del ciudadano a uno inteligente, ágil y a tono con las necesidades de su población.

sábado, 14 de enero de 2012

En China, hacen furor las escuelas que enseñan a "cazar" millonarios

PEKIN.- Por 3000 dólares, las jóvenes chinas pueden aprender a vestirse elegantemente, maquillarse, conversar de temas sofisticados y hasta servir correctamente el té, en un curso de 30 horas en el Centro Moral de Pekín. Por 4500, los hombres millonarios pueden conocerlas.

Con el imparable crecimiento chino, en Pekín, Shanghai y Shenzhen, centros económicos del gigante asiático, avanza la moda de las escuelas que entrenan a las mujeres en el arte de la seducción y el enamoramiento de millonarios. Y ellos, los hombres ricos, pueden escoger de una lista a las chicas "hechas a la medida", tras pagar una suma considerable.

"Si fuera a promocionar una escuela diciendo que quiero enseñarte cómo construir una buena familia y cómo ser una mejor mujer, muchas mujeres descartarían el curso porque sienten que ya son lo suficientemente agradables y calificadas. Entonces pensé por qué no ser directa y decir: «¿Te quieres casar con un hombre millonario?»", contó la fundadora del centro Shao Tong.

El centro afirma que ha tenido ya más de 3000 inscriptas y logrado 30 matrimonios exitosos en los últimos meses. La mayoría de las clientas provienen de familias de clase media, pero muchas son estudiantes o jóvenes profesionales.


"Esta es una decisión comercial y es vista como una inversión", afirmó a LA NACION Lijia Zhang, una escritora china que trabaja en un libro sobre las mujeres que dedican su vida a buscar hombres millonarios, sea como maridos o como amantes.
"El matrimonio es una forma de cambiar el destino de una mujer. Y las jóvenes chinas de hoy han crecido en un mundo tan comercial que no sienten vergüenza cuando piensan sólo en dinero", añade.

UN PAÍS CON OTROS PARÁMETROS

Desde siempre, la práctica de encontrar un marido adinerado o de posición social fue común en China. Sin embargo, con el imbatible crecimiento del país, los parámetros se hicieron más exigentes y ya no basta con tener un departamento o un auto.

"La generación de mi madre buscaba a un hombre que fuera políticamente correcto, quizá del gobierno, del Partido [Comunista] o que fuera soldado. Mi generación buscaba hombres decentes, amables y con educación universitaria. Hoy sólo importa el dinero", dice Zhang.

Los padres ejercen una presión adicional porque además buscan asegurarse quien los mantenga en la vejez.

Lanlan, el personaje principal del libro Shanghai girls: Uncensored & Unsentimental, de la escritora Mina Hanbury-Tenison, engloba este nuevo tipo de mujer china. Inspirada en una mujer real, Lanlan cuenta los secretos que la ayudaron a casarse ya tres veces -cada vez con un hombre más rico que el anterior- y a gozar de una vida de lujos que reparte entre Shanghai, Londres y Nueva York, en jets privados y fiestas de alto nivel.

Las Shanghai girls es como Hanbury y Lanlan catalogan a las mujeres chinas que buscan esposos o amantes millonarios. Y aunque se encuentran a lo largo de todo el país, Shanghai es una de las ciudades con mayor número de hombres adinerados.

"No todo el mundo se atreve a ser una Shanghai girl. Pero aquellas que lo hagan, encontrarán que es una forma fantástica de tener todo lo que quieren", afirma Lanlan, que decidió revelar su vida a Hanbury para ayudar a otras chicas a ser como ella.

Según ella, es fundamental liberarse de los sentimientos y entender que el amor es un estado que se crea con el tiempo y no una condición necesaria. Si "no se tienen sentimientos", se puede pensar estratégicamente para entrar en la alta sociedad y, luego, saltar de marido en marido.

Pero con estas escuelas, además de tener consejos a la mano, se puede tener el privilegio de llegar directamente a los solteros millonarios. El centro de citas Golden Bachelor Matchmakers, con diferentes sedes, cobra 16.000 dólares a todos sus miembros, que ya suman seis millones, en su mayoría millonarios de segunda generación. Como requisito, los hombres deben tener una fortuna de más de 800.000 dólares. Para las mujeres basta tener un "trabajo discreto, provenir de buena familia o tener linda apariencia".

El centro emplea a psicólogos que buscan mujeres adaptadas para los miembros VIP y organiza bailes privados para que los millonarios conozcan a mujeres especialmente seleccionadas para ellos. Uno de sus más recientes eventos fue llevado a cabo en Shenzhen y la entrada costó 4000 dólares. El número de solicitudes fue tan alto que tuvieron que dejar afuera a cientos de solteros.

Sin embargo, este fenómeno no es del todo aceptado. "Esto me da asco, y las que pagan por estos cursos son estúpidas", afirma Yixue, una chica de 20 años, que enfatiza que no todas las mujeres en China son así. "Ellas ven el matrimonio como un negocio."

Aunque estas chicas son educadas, y muchas esperan que sus futuros maridos continúen pagando sus estudios y les ofrezcan oportunidades de trabajo en ambientes sociales más altos, eventos como el de Shenzhen no son tan diferentes de lo que se ve en algunos de los karaokes chinos, cuando el proxeneta pone en fila a las mujeres para que los hombres escojan con quién pasar la noche.