Hay quienes arriesgan su vida física, emocional, familiar, no sólo por valentía o audacia, sino por carencia de sentido. Y, opuestos y complementarios, hay otros que no corren jamás el menor riesgo; ven cada acto, cada decisión, cada alternativa como amenazante y quedan paralizados por el miedo. A menudo, curiosa paradoja, el miedo a morir termina por convertirse en miedo a vivir. En El libro de la vida, Jiddu Krishnamurti (1895-1986), el influyente pensador indio que se negaba a ser llamado maestro espiritual, lo expresa así: "Donde hay miedo, es obvio que no hay libertad, y sin libertad no hay amor. Casi todos tenemos alguna forma de miedo: a la oscuridad, a la opinión pública, a las serpientes, a la vejez, al dolor físico, a la muerte. El miedo nos hace mentir, nos corrompe de distintas maneras, torna la mente vacua y trivial, distorsiona el pensamiento, lleva a supersticiones absurdas". No se puede salir del miedo, sostenía Krishnamurti, sin enfrentarse al hecho que lo provoca. Elaborando estrategias para vencerlo, seguimos apegados a él. "Si usted comprende el miedo, lo cual sólo ocurre si entra en contacto directo con él, entonces hace algo. Y sólo entonces cesa."
El miedo es la no aceptación de lo que es, agregaba el pensador indio, y esa no aceptación nos lleva a enredarnos en explicaciones, postergaciones, excusas, atajos. Se trata de comprender su causa y actuar ante ella. Se puede ser valiente, claro, pero no sin conocer el miedo. Según una inspirada metáfora del propio Sam Keen en El lenguaje de las emociones, el miedo tanto puede ser la luz roja que nos advierte en qué marea baja podríamos quedar varados, como puede resultar el faro que nos guía hacia la tierra lejana de nuestro más profundo y desconocido interior. Nadie puede discernirlo mejor que cada uno de nosotros. Después de todo, como dice el propio Keen, siempre hacemos lo más peligroso: vivir. "Cada día apuestas tu vida, con lo que haces y con lo que te niegas a hacer." El miedo es inherente a la existencia. Nuestra libertad de actuar ante él, también.
Diálogos del almaCara a cara con el miedo
Por Sergio Sinay
lanacion.com | Revista | Domingo 2 de noviembre de 2008
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