Diversos economistas consultados por LA NACION accedieron a detallar los crudos pronósticos que están trazando para el año próximo y que no se alejan demasiado de los verdaderos cálculos oficiales, aunque éstos no trasciendan públicamente.
"La economía está en un tobogán: la tendencia es a la baja, aunque la duda está en la velocidad de la caída", indicó un importante ex funcionario.
Lejos de las cifras optimistas publicadas hace unos meses para 2009, ahora el relevamiento de expectativas del mercado (REM) que consultoras y empresas elaboran para que publique el Banco Central prevé un crecimiento del 4% en 2009, aunque la cifra ha descendido en las últimas semanas.
La continua corrección de cifras tiene su explicación: antes de la última ola generada por la crisis externa y por la decisión de estatizar las AFJP, los analistas pensaban que 2008 dejaría un crecimiento por arrastre estadístico del 2 por ciento; ahora, no quieren dar un número definitivo, pero creen que ese empuje será menor.
Por esta razón, si la economía exhibiera un aumento del PBI en torno del 3% en 2009, en realidad se trataría casi exclusivamente del arrastre estadístico, un crecimiento prácticamente nulo después de un muy buen quinquenio (2003/2007) con una tasa de expansión económica del 9% anual y de un probable 6% para este año.
La consultora Alpha, que dirige Hernán del Villar, prevé que el PBI crecerá en 2009 un 2,5%, en un contexto de recesión internacional, inversión privada débil, mantenimiento del salario real y aceleración del crédito público en detrimento del privado.
En términos del crecimiento económico, Economía y Regiones (E&R), de Rogelio Frigerio, pronostica una banda del 3,5 al 5 por ciento, mientras que los números del estudio de Miguel Angel Broda son más pesimistas: con un "techo" del 0% y un "piso" recesivo, con una caída del 2 por ciento.
Para el mercado laboral, lógicamente, las noticias no pueden ser buenas si el crecimiento vuela tan bajo: Broda calcula el desempleo cerca del 8% y Frigerio, en torno del 10 por ciento.
El dólar, según Alpha, estaría cerca de $ 3,80, un número similar al que proyectan E&R y la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que dirige Daniel Artana, y diez centavos por debajo del difundido por el estudio Broda.
Esta devaluación leve depende, aclararon, de que se frene la fuga de depósitos que en el último año llegó al 10% del PBI; de lo contrario, nadie se anima a anticipar su valor, advirtió Artana.
Inflación en dos dígitos
En cuanto a la inflación minorista, pronósticos que circulan en algunos despachos oficiales prevén un incremento del 14% en el deflactor de consumo del PBI, mientras que las consultoras privadas estiman que rondará entre el 18 y el 20 por ciento.
Tampoco habrá buenas noticias del lado de la cuenta corriente, que podría ser deficitaria por la mencionada salida de capitales y porque se prevé un balance comercial bastante menos holgado que los US$ 12.000 millones de este año por la crisis financiera internacional.
Al respecto, Daniel Heymann, de la oficina de Cepal en la Argentina, dijo: "Habrá una caída importante en las exportaciones, compensada parcialmente por la baja en las importaciones" a raíz de la desaceleración del PBI.
"Por otro lado, la profundidad de la fuga de capitales determinará el resultado final del nivel de actividad", aclaró Heymann.
Y aunque el Gobierno podría lucirse con cuentas fiscales muy robustas por la estatización de las AFJP, que implica el traspaso de un flujo de $ 15.000 millones en 2009 y de un stock cercano a los $ 85.000 millones, curiosamente crecieron entre los analistas las dudas sobre la capacidad del Estado para cumplir con los vencimientos de la deuda.
El ex ministro Roberto Lavagna indicó: "El Gobierno se hizo de golpe, con esta reforma previsional, de una suma equivalente al fondo anticíclico que formamos en 2005 y luego se gastó, que hubiera permitido afrontar una crisis como la que se está dando ahora. Pero estos nuevos recursos los obtiene generando expectativas muy negativas". Esas expectativas se reflejan en el nivel de riesgo país, casi similar al del default.
Otros economistas creen que la reciente jugada oficial por las jubilaciones ni siquiera asegura los pagos de 2009, "porque habrá pesos pero no dólares para pagar los vencimientos", lo cual coincide con la resignación del Banco Central a que se utilicen las reservas para pagar parte de la deuda del Tesoro.
Ante esta perspectiva, expresó Del Villar, el Gobierno debería "demostrar capacidad de pago a través de una operación de recompra de deuda para reducir la salida de capitales y la tasa de interés interna".
Pronósticos 2009: crecimiento casi nulo, dólar cerca de $ 4 e inflación del 20%
Economistas creen que el panorama puede empeorar si sigue la fuga de capitales
lanacion.com | Política | Domingo 9 de noviembre de 2008
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