lunes, 29 de septiembre de 2008

Singapur se destaca por brindar las mejores condiciones para los negocios, seguido de Nueva Zelanda y los Estados Unidos

Las últimas mediciones sobre el clima de negocios y el desarrollo en varios países, elaboradas por el Banco Mundial, han deparado malas calificaciones para la Argentina. Lo mismo ha sucedido con el ranking internacional de percepción de corrupción que realizada cada año Transparencia Internacional (TI): el país se ubica en el puesto 105° entre 180 evaluados; en una escala de uno a diez, obtuvo un magro 2,9.

En su informe anual Doing Business , referido a las facilidades para hacer negocios, la Argentina está situada debajo de la mitad de la lista, en el puesto 113 entre 181 países. No se trata de una novedad: el país viene perdiendo posiciones en los últimos años por las pocas mejoras introducidas en el clima de negocios, más que por las medidas negativas que se hayan adoptado.

Es lamentable que esto suceda. Y es lamentable que, a pesar de la reiteración de estas malas notas en la mayoría de las evaluaciones internacionales sobre estas materias y otros, el Gobierno no haya procurado corregir, por lo menos, algunas de las percepciones que se tienen en el exterior sobre las políticas que ha aplicado.

En el informe del Banco Mundial, por tercer año consecutivo, Singapur se destaca por brindar las mejores condiciones para los negocios, seguido de Nueva Zelanda y los Estados Unidos. En la región, uno de los mejores calificados es Chile, en el puesto número 40. A su vez, Colombia, por segundo año consecutivo, es considerado uno de los líderes globales en el impulso de estas reformas.

Sobre la Argentina, el informe señala que es uno de los más complicados del mundo para obtener permisos para realizar negocios: se requieren 28 trámites diferentes que pueden llegar a insumir 338 días (casi un año). Los aspectos que se miden son el costo, la duración y la cantidad de procedimientos para conseguir licencias, completar inspecciones y obtener conexión a los servicios públicos. También se comprobaron muchas trabas en la apertura de un negocio, en el pago de impuestos y en los contratos de los trabajadores.

En otro informe, referido al desarrollo financiero, la Argentina se ubicó en el puesto 47° en un ranking entre 52 países. Lo prepara el World Economic Forum. El índice busca medir la salud y el grado de desarrollo de los sistemas financieros de los países incluidos. Se evalúan 120 variables agrupadas en siete áreas: entorno institucional, clima de negocios, estabilidad financiera, bancos, otras instituciones financieras, mercados financieros y acceso al crédito.

Como en la medición del Banco Mundial, Chile fue el mejor evaluado en América latina, seguido por Brasil, México, Colombia y Perú. Por debajo de la Argentina, Venezuela tuvo la peor calificación.

Todo esto nos lleva a inferir que los aspectos positivos destacados en los informes no alcanzaron para revertir la opaca imagen que el país irradia en el exterior. La elevada carga de regulación estatal, la pobre protección a la propiedad privada, la baja calidad institucional, un régimen impositivo distorsivo y la ausencia de estadísticas confiables, como sucede con los índices de precios del Indec, entre otros factores, comprometen el ambiente de negocios del país.

Si a esto se suman los malos puntajes en la lucha contra la corrupción, surgidos del informe anual de TI, la situación empeora. En esa lista, encabezada por Dinamarca, Suecia y Nueva Zelanda, tanto la mala nota como la rezagada posición de la Argentina no deberían ser sorpresivas. Basta con observar el escándalo de la valija de Guido Alejandro Antonini Wilson, los cuestionamientos al financiamiento de la campaña presidencial que llevó al poder a Cristina Kirchner, el caso Skanska y los millonarios subsidios otorgados desde el Ministerio de Planificación Federal y la Secretaría de Transporte, cuestionados por su escasa transparencia y sus insuficientes controles.

La Argentina es percibida como un país imprevisible y, con ello, vuelve a crear desconfianza, confusión y desaliento.
Editorial IIEl país reprueba varias materias
lanacion.com | Opinión | Lunes 29 de setiembre de 2008

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