sábado, 31 de mayo de 2008

Hay mil millones de personas que se alimentan con menos de dos dólares diarios.

-¿Cree que Argentina aprovechará a pleno esta circunstancia tan favorable?

Argentina es una potencia en la producción de granos por varios motivos, por su fenomenal productividad, por su menor costo gracias a la cercanía a los puertos, y también por más que no estoy de acuerdo con ello porque Argentina no reconoce la propiedad intelectual de las semillas.

A corto plazo puede resultarles muy conveniente, a largo plazo es fácil darse cuenta que les significará un gran problema. Porque por definición ninguna empresa va a llevar nuevos genes a la Argentina si después de gastarse millones de dólares en investigación no hay posibilidades de cobrar regalías.

Cualquiera necesita tener un retorno a la inversión efectuada. Pero confío que en la Argentina se termine de entender que la tecnología y los nuevos desarrollos hay que pagarlos.

Por lo tanto, la mejor receta para aprovechar este momento es promover nuevas inversiones y utilizar la última tecnología. Con esto ustedes serán imbatibles.

-¿Cuál es la solución a la brecha creciente entre la demanda mundial de alimentos y la producción?

Bueno, evidentemente la respuesta más importante para satisfacer la demanda alimenticia de la humanidad es la que pueda dar la tecnología, y en particular la biotecnología.El mundo vive hoy en circunstancias muy especiales. Por un lado el aumento en el consumo de carne de Asia, que es China pero también Tailandia, Indonesia, el sureste asiático.

Recordemos que Asia tiene la población más grande y también la más pobre del mundo. Lo primero que hace un muy pobre cuando mejora su nivel de vida es agregar un pedazo de carne en su plato de arroz. Además debemos tener en cuenta lo que esta ocurriendo con la urbanización que también "come" hectáreas para la producción de granos.

Le voy a dar un ejemplo, en los últimos diez años en China 7 millones de hectáreas han pasado a urbanizarse y en Francia cada año se urbanizan 55.000 hectáreas, que para un país chico como Francia es muchísimo. Si comparamos estos factores con el aumento de la producción vemos que se esta produciendo un gran bache. Un gran problema para la alimentación de los mil millones de personas que se alimentan con menos de dos dólares diarios.

-¿Estamos entonces sentados arriba de una bomba?

No, porque siempre existen factores de corrección. La humanidad esta muy bien hecha.

Hoy a corto plazo los mecanismos de corrección son los precios pero a largo plazo es la tecnología la que va a corregir. También son las políticas de aliento a la producción las que se deberán implementar.

-¿En esta relación ajustada entre la demanda de alimentos y la oferta, cómo jugará en el futuro la producción de biocombustibles?

Hay mucha gente que dice que todos los problemas agrícolas que tenemos se deben al etanol y el biodiesel. Si esa es la única explicación me pregunto porque el arroz dobló su precio. No creo que tenga mucho que ver con el etanol y el biodiesel. Son mucho los factores que intervienen en esto.

Si los precios de los granos se van para las nubes, aparecerán mecanismos de corrección que eventualmente detendrán por un tiempo la producción de etanol.

-Ustedes avanzan en la biotecnología pero sin detener la investigación de la química. ¿Están satisfechos con los resultados?

Estamos muy contentos de haber tomado esa decisión. Hemos lanzado recientemente al mercado productos de la agroquímica muy exitosos. Hace 18 meses lanzamos un insecticida en soja que es el mejor del mercado, muy amigable con el ambiente pero con una eficacia extraordinaria. No hay muchas empresas como la nuestra que puedan gastar el 10% de sus ventas en investigación y desarrollo de nuevas moléculas. Estamos muy comprometidos en traer soluciones revolucionarias. Porque al fin y al cabo el productor tiene hoy todo lo que necesita. No tiene tantas necesidades como tenía en los años sesenta. En esa época las malezas le podían hacer perder su producción. Esa situación ahora no existe. Necesita soluciones revolucionarias que le faciliten su vida y le permitan un mejor control con un equilibrio sobre el medio ambiente.

- Se podría decir que la política de DowAgrosciences ha sido tradicionalmente conservadora, pero en los últimos dos años se han largado a adquirir en el mundo varias empresas semilleras. ¿Responde esto a un plan de largo plazo?

Así es. Esto tiene una explicación: actualmente somos mucho más fuertes en tecnología que en participación de mercado de semillas. Tenemos genes de alta calidad y técnicas desarrolladas como la de haploidos y diaploidos que nos permiten grandes avances. Por lo que vale la pena salir a comprar semilleros locales. Por ejemplo, en Brasil compramos el semillero Agromen que nos dio 16% de participación de mercado en maíz y en EE. UU. también compramos varias empresas locales especializadas en semillas de maíz, girasol y sorgo. En este sentido, vamos a seguir comprando o estableciendo joint ventures con distintas compañías por el mundo.

-¿Cuáles son los planes futuros que tienen para los próximos años?

En los próximos diez años nos proponemos doblar la venta que hoy es de 4.000 millones de dólares. En segundo lugar vamos a invertir más que proporcionalmente en el mercado de semillas, ya sea por crecimiento propio o por compras de semilleros. Hoy somos líderes de girasol en las américas, somos bastante fuertes en canola con alto oléico en Estados Unidos, y estamos con una fuerte presencia en el mercado del maíz.

Desde EE.UU. / Entrevista al presidente de DowAgrosciences
Una respuesta a la demanda de alimentos

Para Jerome Peribere, la investigación en biotecnología y el desarrollo en la formulación de agroquímicos serán la solución de largo plazo para combatir el hambre en el planeta; amplio plan de inversiones


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