“Este tratamiento permite que un tejido muerto pase a ser un tejido vivo”, dijo a LA NACION el doctor Juan C. Chachques, en comunicación telefónica desde su oficina en el Hospital George Pompidou, de París, en el que este cardiocirujano argentino se desempeña como director de investigaciones cardiológicas.
“Ha demostrado que se pueden mejorar todos los parámetros: la performance del corazón, su capacidad de bombear sangre y reduce su diámetro, lo que es muy importante ya que un corazón dilatado es un factor predictor muy importante de mortalidad cardíaca", agregó el doctor Jorge Trainini, jefe de cirugía del Hospital Presidente Perón de Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
¿En qué consiste el tratamiento puesto a prueba por Chachques y Trainini? Se trata del trasplante de células madre del propio paciente, que son inyectadas en la región del corazón lesionada por el infarto -una terapia ya utilizada en distintos centros cardiológicos del mundo-, pero que en este caso se complementa con la aplicación sobre el área tratada de una suerte de parche de colágeno, que contiene las mismas células madre inyectadas en el corazón.
Hasta ahora, el procedimiento ya ha sido empleado en 20 pacientes tratados en el Hospital Presidente Perón, en el marco de un estudio clínico apodado Magnum ( Myocardial Assistance by Grafting a New Upgraded bioartificial Myocardium ). Los resultados del seguimiento a un año de los primeros 15 pacientes acaban de ser publicados en la revista especializada Cell Trasplantation .
"Se trata de pacientes con insuficiencia cardíaca muy comprometidos, que no eran candidatos a un trasplante de corazón y en los que ya no era posible obtener respuesta con los tratamientos médicos -explicó el doctor Trainini-. A estos pacientes se les realizó un bypass en las zonas del corazón en las que era posible recuperar la circulación, y en las zonas muertas del corazón en las que sabíamos que no era posible obtener respuesta [con el bypass] utilizamos este tratamiento complementario."
Las citadas mejorías de los parámetros cardíacos obtenidas con este doble tratamiento se tradujeron en una mayor capacidad de los pacientes de hacer actividad física, capacidad que se ve afectada en las personas con insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca se caracteriza por la incapacidad del corazón de cumplir en forma adecuada con su función de enviar sangre al resto del organismo. Según estimaciones de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), medio millón de argentinos presenta algún grado de insuficiencia cardíaca.
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