lunes, 24 de diciembre de 2007

Llegó a la Argentina para analizar el caso de La Martina, la firma de indumentaria de polo, que lo dejó "sorprendido"

-¿Hay financiamiento para nuevos proyectos en el país?

-Es difícil. Los emprendedores necesitan capital puro y los que lo tienen son muy discretos, porque no confían en el Gobierno. Siempre están preocupados de que aparezca y tire todo por la borda. Los fondos están, pero no son visibles y los bancos no brindan confianza. Casos como el de La Martina demuestran que se puede avanzar sin financiamiento externo, ellos no tiene deudas y son dueños de su destino. Crecen más lento, pero de la forma que quieren. Muchas empresas en Europa se están dando cuenta de que el hecho de tener capitalistas complica sus operaciones, y están imitando la política de cero deuda y participación.

-¿El Estado debe proveer financiamiento?

-No. El Estado no entiende a las empresas grandes, imagínese a las chicas y creativas. La burocracia no es compatible con estos casos; las intervenciones siempre derivaron en catástrofe. Los emprendedores sólo necesitan que los dejen solos, que no los bloqueen; requieren espacio.

-¿Cómo se les enseña a los alumnos a ser originales?

-Con lo que llamamos terapia de shock, que no es otra cosa que exponerlos a casos. Cuando ven cosas originales pueden pensar en cosas originales. Si a uno le dan siempre las mismas recetas estándar, darán como respuesta proyectos estándar. Si a un emprendedor se le muestra que una empresa puede crecer sin masificarse, quizá lo evalúe con su proyecto.

-Habló de cuidar la marca. ¿Los departamentos de marketing se están agrandando demasiado?

-Sí, se están volviendo muy grandes y aplican el ´push marketing , quieren empujar o presionar el producto sobre el consumidor. Este modelo es el que promueven a su vez muchas escuelas de negocios. Las grandes empresas se ven obligadas a aplicarlo, porque sus accionistas se lo exigen. Las pequeñas pueden darse el lujo de cuidar y pulir la marca. Lo malo del ´push marketing es que termina por matar a la marca. Firmas como Gucci e Yves Saint Laurent ya son consideradas en mercados como el japonés como "la marca de la secretaria". Todas tienen una cartera Gucci, la marca está quemada.
Nuevas empresas
Según Benoît Leleux, del IMD
LANACION.com | Economía | Lunes 24 de diciembre de 2007

No hay comentarios: