miércoles, 7 de noviembre de 2007

Sobre el nuevo decreto.

La decisión de colocar al Poder Legislativo y a la Justicia bajo el control financiero del Poder Ejecutivo es la prueba incontrastable de que el gobierno es concebido como un poder sin límites.

El decreto, de un plumazo, tira por la borda setecientos años de historia, forjada por luchas por la división de poderes -primero, el Parlamento, y luego, el Poder Judicial-. Y, mediante esa norma, el Presidente le atribuye a la Sigen e, indirectamente, a sí mismo, todo el control financiero sobre los otros dos poderes del Estado.
LANACION.com | Política | Miércoles 7 de noviembre de 2007

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