lunes, 12 de noviembre de 2007

Más gente y menos camas.

Según cifras oficiales, en los años ochenta el sistema de atención pública contaba con más de 91.000 camas disponibles, pero hacia 2004 ese número se había reducido a unas 78.000. También los hospitales porteños experimentaron una fuerte caída, con la pérdida de 1120 camas en la última década. Sin embargo, la población durante todos esos años siguió creciendo.

Los datos figuran en un comunicado de la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas que advierte sobre la falta de recursos de internación. Según el organismo, el sistema local es de "cama caliente": sale un paciente y entra otro, y esto ocurre tanto en los centros de internación privados más costosos como en los hospitales del interior del país.

"Cuando los pacientes no encuentran cama, se los mantiene en la guardia o se los deriva, con el consiguiente trastorno", afirman.

El índice de camas disponibles es tradicionalmente utilizado para medir el grado de cobertura de salud de la población, y en los últimos años se redujo. Así, mientras la población pasó de 28 millones, en 1980, a más de 39 millones en la actualidad, con un incremento del 40%, la disponibilidad de camas en el sistema sanitario se redujo en un 14% en el mismo período.

Aunque las nuevas técnicas laparoscópicas y la modalidad de internación domiciliaria permiten liberar gran cantidad de camas, esa reducción no alcanza a paliar la demanda registrada en distintos puntos del país y, en especial, en el Gran Buenos Aires.

Estos y otros temas relacionados con el cuidado de la salud se debatirán en el X Congreso Argentino de Salud, que se realizará en la Academia Nacional de Medicina el jueves y vienes próximo.
Fuente: La Nación.

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