sábado, 10 de noviembre de 2007

Los que más se perjudican son los pequeños productores.

Aumenta el riesgo, achica el margen bruto por cultivos, en especial sobre campos arrendados -hoy el 50% de la producción en la Argentina se hace en tierras de terceros- e incrementa de manera significativa la participación de lo que el Estado ya se llevaba de lo producido por el campo. Ese es, en pocas palabras, según coincidieron productores y analistas consultados por LA NACION, el efecto más contundente de la suba de las retenciones a las exportaciones de granos y subproductos anunciada por el Gobierno esta semana, con porcentajes que variaron entre el 5 y el 10 por ciento. Con derechos del 35% para el grano de soja, 28 por ciento para el trigo, 25% el maíz y 32% la semilla de girasol, entre otros productos, según diversas estimaciones privadas el Estado se estará llevando al menos US$ 1500 millones adicionales que irán a parar a su caja recaudatoria.

Pero al margen de lo que el Gobierno ganará con el alza de los derechos, potenciada además por los mejores precios, los productores ya se empiezan a plantear unas cuantas preguntas: ¿cómo quedará el negocio con gran parte de la campaña ya sembrada?, ¿qué cultivos y zonas resultarán más perjudicadas?, ¿qué ocurrirá con los márgenes en campos de terceros?, ¿cómo hay que hacer los números de ahora en más?, son sólo algunas de las cuestiones que parecen más urgentes.

Sin duda, para responder a esas preguntas, los ejercicios sobre proyecciones de márgenes se cotizan en alza por estas horas. Y, si bien el mercado no tuvo un cimbronazo más fuerte del previsto, porque en parte venía descontando el aumento de las retenciones, hoy el escenario ya no es igual. Veamos.

Según un trabajo de Sebastián Gavaldá, integrante del área de tecnología comercial de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea), las cosas ya no serán las mismas para producir en campos alquilados. "Caen los márgenes esperados", sentenció el técnico.

Gavaldá hizo un ejercicio con dos modelos de producción: uno para el norte de Buenos Aires pagando un arrendamiento de 360 dólares por hectárea, y otro para la provincia de Tucumán -para comparar con la zona núcleo-, con un alquiler de 160 dólares por hectárea. El informe toma en cuenta los precios actuales contra los que tendrían que ser de no haberse incrementado los derechos a las exportaciones.

De acuerdo al trabajo, bajo el anterior esquema de retenciones, para el maíz en el norte de Buenos Aires -con un rinde promedio de 85 quintales y el arrendamiento ya considerado- se podía esperar un margen bruto de 104 dólares por hectárea. Ahora, a partir de los nuevos derechos -el cereal pasó del 20 al 25%- el margen da 42 dólares por hectárea. "Esto representa una pérdida de 60% de margen; el más perjudicado es el maíz", analizó.

Pero hay más: la soja también sufre un golpe fuerte en campos alquilados. "En este caso, el aumento de las retenciones -el poroto subió de 27,5 al 35%- se lleva casi la mitad del margen esperado", afirmó el técnico. En rigor, según sus números, si antes con una soja de primera de 3500 kilos era posible proyectar un margen de 270 dólares por hectárea, con el nuevo esquema de retenciones ese cálculo ahora es de 132 dólares. El trigo también resulta perjudicado sobre campos arrendados. En el mismo modelo del norte de Buenos Aires, el margen esperado se contrae un 28 por ciento. Así, con un rinde de 4000 kilos, si antes el cálculo era un margen de 327 dólares por hectárea, con el nuevo escenario hay que esperar 235 dólares.

Oriundo de Nueve de Julio, Gavaldá se animó a un estudio todavía más amplio: ver cómo impacta en los pueblos del interior la última medida del Gobierno. Según el técnico, en esa ciudad bonaerense de unos 40.000 habitantes "el impacto del aumento de las retenciones es de 16 millones de dólares adicionales, más que todo el presupuesto del año de la municipalidad, de 31 millones de pesos". Medidos por habitante (sobre una población de 40.000), de esa localidad se estarán yendo 400 dólares.
Agricultura
El último incremento de las retenciones aumenta los riesgos para producir en zonas marginales y baja los márgenes en campos arrendados; temen que retrocedan las inversiones del sector en equipamiento
LANACION.com | Campo | Sábado 10 de noviembre de 2007

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