Enmarcado en ese término medio empezará a desandar su camino el designado ministro de Economía, Martín Lousteau. Y de acuerdo a lo que la mayoría de los consultados contestó a LA NACION, la confección de una segunda línea de secretarios que sean de su propio equipo será determinante en la futura gestión.
El politicólogo Rosendo Fraga, director del Centro de Estudio para la Nueva Mayoría, dijo que es necesario remontarse a la presidencia de Roberto Viola para encontrar un ministro que sea débil desde la concepción misma de la cartera.
"En general la tendencia de la Argentina ha sido tener ministros de Economía fuerte. Le digo más -dijo Fraga-, para encontrar un ministro débil hay que remontarse a 1981, con Lorenzo Sigaut. En ese momento había una cartera de Obras Públicas, otra de Agricultura y Ganadería, otra de Industria y otra de Comercio. En total, eran cinco ministerios."
Según Fraga, en la presidencia de Arturo Frondizi, había un secretario de Estado con funciones sobre la economía.
La relevancia del Palacio de Hacienda empezó, con la presidencia de Juan Carlos Onganía. "En ese gobierno se dio el caso del primer hombre fuerte en economía que fue Adalbert Krieger Vasena que reunía todas las funciones que antes estaban en cinco ministerios", dijo el politólogo.
A la hora de catalogar la coyuntura en la que asumirá Lousteau, Fraga dijo que el sucesor de Peirano asumirá en una situación intermedia. "Lousteau tiene bajo su poder agricultura, industria y comercio, claro que no tiene obras públicas. [Roberto] Lavagna tenía lo mismo que va a tener ahora Lousteau y nadie puede decir que fue un ministro débil. Va a depender de la personalidad. Pero que le quede clara una cosa, evidentemente, [el presidente Néstor] Kirchner no quiere de tener un ministro de Economía fuerte", finalizó.
Entre los economistas existe una percepción de que Lousteau tendrá bastantes herramientas como para hacer política económica.
Enrique Dentice, de la Universidad de San Martín, considera de vital importancia el manejo de las cuestiones productivas. "Casi le diría que tendrá muchas áreas a su cargo", se ataja. Según su visión, estar encima de la política que afecte a la industria y al campo revisten vital importancia.
Pero alerta sobre algunos desafíos que tendrá Lousteau. "El año que viene va a tener que manejar un gasto público que tiende a subir en demasía. Va tener que trabajar para reducir el gasto público drásticamente", dijo el economista. "Y dónde cree que tendrá que cortar", se le preguntó. "Y se va a desacelerar el proceso de obras públicas. En realidad ya se ve una desaceleración porque si se mira el ISAC [Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción que elabora el Indec] se nota algo menos de ritmo", contestó.
La economía que viene
Varios economistas consideran que la elección de los secretarios que lo secundarán será determinante en el trabajo de Lousteau
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