martes, 6 de noviembre de 2007

El mundo espera mucho mas de Argentina.

Pese a las elevadas y sostenidas tasas de crecimiento de los últimos tiempos, la Argentina ha retrocedido al puesto 85° del ranking de competitividad que elabora en forma anual el Foro Económico Mundial (WEF, sus siglas en inglés). Esto significa que ha descendido 15 escalones de la posición que ocupaba en 2006 entre los 131 países evaluados.

Si bien el trabajo señala que la Argentina se ha recuperado de la crisis de 2001, también advierte que sus indicadores reflejan dudas sobre temas cruciales, como la continuidad de las políticas económicas, la burocracia y la falta de transparencia en el sector público.

Según la economista responsable del área de investigación de América latina, Irene Mia, "la Argentina posee, de todas maneras, un potencial innegable" que se destaca "por atributos clave", como "un mercado internacional en expansión y una fuerza de trabajo altamente calificada". Nota, sin embargo, que "es necesario un esfuerzo conjunto del sector público y del privado para poder mejorar los niveles de competitividad".

En el informe del WEF se tienen en cuenta factores que se consideran de alta gravitación en la productividad y en la competitividad de los países. Son, entre otros, las instituciones; la infraestructura; la macroeconomía; la calidad del servicio de salud; el nivel de la educación primaria, la superior y la capacitación; la eficiencia del mercado; el acceso a las nuevas tecnologías, y las mejoras en los negocios y la innovación. Los resultados de la encuesta se obtienen combinando datos públicos con los obtenidos de una compulsa entre líderes empresariales. Este año fueron entrevistados más de 11.000 empresarios pertenecientes a los 131 países puestos bajo la lupa.
LANACION.com | Opinión | Martes 6 de noviembre de 2007

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