"Se le va a decir a Guillermo Moreno que su pedido es inviable", dijo a LA NACION, solicitando reserva de su nombre, un importante industrial del sector lechero. Se refería, con esas palabras, a la respuesta que los empresarios les darán hoy al secretario de Comercio Interior a su pretensión de bajarle el precio a los productores tamberos y comenzar a autorizar las exportaciones de este rubro sólo a aquellas compañías que hayan demostrado que no pagaron más de 73 centavos el litro por la materia prima, un 10 por ciento menos que los valores actuales.
Según pudo saber LA NACION, las empresas agrupadas en el Centro de la Industria Lechera (CIL) se encontrarán hoy, alrededor de las 16, con Moreno. Entre otros, estarán representantes de La Serenísima, SanCor, Williner, Molfino y Nestlé, según trascendió. Allí le expresarán al funcionario que no comparten su decisión, que no escribió en ningún lado y por la cual tampoco emitió resolución alguna, pero que comenzó a transmitirle al sector a fines de la semana pasada apenas se cambiaron las reglas para exportar. Desde hace siete días, el precio de corte -un mecanismo para compensar precios internos y externos- para la tonelada de leche en polvo se subió de 2100 a 2650 dólares la tonelada, con el fin de mejorar la performance exportadora después de que el anterior valor de equilibrio significara una retención de casi el 50% con cotizaciones internacionales por encima de los US$ 4500.
Pero, paralelamente, en el mismo momento en que se permitió un beneficio para la exportación, se comunicó que la Secretaría de Comercio Interior iba a ser el organismo que en última instancia se encargaría de autorizar o no un embarque. Con el fin de llevar una estadística de las ventas al exterior también se creó, a expensas de la cartera de Agricultura, un Registro de Operaciones de Exportaciones de Productos Lácteos. Muchos industriales temen que esa herramienta se termine transformando en un recurso arbitrario para autorizar exportaciones. Los industriales van a tener que acompañar, además, una declaración jurada. Todo para ver qué movimientos hacen.
Desconcierto
"Moreno dijo que el productor debe ganar 73 centavos, porque ese nivel de precios es compatible con el actual precio de corte de US$ 2650 la tonelada. Igual, está hablando de un precio interno de 63 centavos y que, en ese caso, para que el productor pueda cobrar 73 centavos él estaría dispuesto a subsidiarlo con 10 centavos", comentó la fuente. Agregó: "Si le bajamos el precio al productor, corremos el riesgo de quedarnos sin leche; se destruye la producción. ¿Quién va a producir a esos precios con lo que aumentaron los costos? No da para pagar menos. Por eso, la industria le va a decir que no está conforme con su pedido".
Por una conjunción de varios factores, entre los cuales se destacan las inundaciones de marzo pasado en Santa Fe, cierre de tambos por el cambio a la agricultura y la caída en la producción de leche -se espera que 2007 finalice con un 7% menos de producción respecto de 2006-, desde principios de año el precio de la materia prima pasó de 51 a 83 centavos el litro. Moreno ahora quiere que vuelva a 73 centavos para evitar una mayor competencia por la materia prima y una suba de los precios al público. Amenaza con no darle la aprobación a los que paguen de más.
Según trascendió en varias firmas, hay desconcierto entre los empresarios por la avanzada del funcionario. Todos hablan por lo bajo, pero no quieren que sus nombres aparezcan. Es más, temen que Moreno hasta llegue a cancelar la audiencia solicitada. "Uno no sabe con qué puede llegar a salir", contó un industrial. "Se le va a tener que decir que es inviable lo que pide porque no hay resoluciones que lo respalden. ¿Dónde escribió eso?", precisó otra fuente. Ayer, los industriales no salían de su sorpresa y manifestaban escepticismo sobre los pasos que dará el gobierno de Cristina Kirchner. "Dicen que le van a dar a Martín Lousteau [designado ministro de Economía] libertad de acción, pero a la vez es contradictorio que pareciera que va a seguir Moreno, según dicen", subrayó la misma fuente.
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