viernes, 16 de noviembre de 2007

El ajuste fiscal avanza decididamente por el lado del aumento de los impuestos más que por la baja del gasto.

"Hay quienes temen que la salida de Peirano del Gobierno signifique el abandono de la política industrialista y el tipo de cambio alto, pero eso no depende de su reemplazante; es una decisión de los Kirchner", sostiene un empresario que dice estar "encantado" con la designación de Martín Lousteau al frente de Economía. Seguramente muchos en la UIA preferían que siguiera con Cristina Kirchner el actual ministro. Para la mayoría de los hombres más importantes de la central fabril, Peirano es simplemente "Miguel". Y pareciera que un trato tan cercano no llegará de entrada con el nuevo titular del Palacio de Hacienda.

"Muchos temen que no quiera defender el tipo de cambio alto, pero pareciera que ya no es tiempo para esas discusiones; la Argentina ha consumido su colchón cambiario y ahora si hay presiones del mercado, en todo caso serán a la suba y no a la baja", señala un hombre de negocios. Y explica: "Acá el tema no es quién es el ministro de Economía, porque el mensaje es más que claro, la política no cambia. La gran incógnita es lo que sí cambia y es la división del trabajo en el matrimonio gobernante". La idea que inquieta a algunos hombres de negocios es que por primera vez en las múltiples gestiones que han encarado con éxito los Kirchner será ella y no él quien desempeñe las tareas ejecutivas.

"¿Cómo será que sea ella la que tenga que aparecer y hablar en público y explicar y comunicar? Aunque a uno le guste o no el método de comunicar de Néstor, a la administración actual le sirvió; Cristina, en cambio, habló poco en la campaña, porque no parece ser su fuerte, incluso aunque es más ilustrada y refinada que él para hacerlo", señala un hombre de negocios.

También se preguntan cómo será la relación entre ellos en cuestiones internacionales. "El tiene un modo más frontal y conflictivo, mientras que a ella le gusta relacionarse bien en el nivel de jefes de Estado y parece disfrutar de las reuniones y los encuentros, de los que él parece huir. Habrá que ver si las diferentes concepciones no chocan", evalúan.

Por lo pronto, los decretos que hasta diciembre firmará Néstor preparan el terreno para cuando lo haga Cristina. "El solo aumento de los precios internacionales ya estaba mejorando las cuentas públicas haciendo crecer los ingresos por retenciones, pero con las subas al campo y a los productos petroleros, todavía aumenta más. Está claro que el ajuste fiscal avanza decididamente por el lado del aumento de los impuestos más que por la baja del gasto, que todavía no aparece", señala un analista.

El consultor coincide con el empresario en que los tiempos de macroeconomía más o menos sencilla parecen haber quedado atrás hace bastante. "Desde principios de año hay síntomas de que los problemas se hacen más complejos y el mayor es la inflación no reconocida; es verdad que no aparece un dólar con tendencia a la baja al que el Banco Central deba sostener inyectando pesos en el mercado; la tendencia actual parece más bien a una estabilidad y si los exportadores piden devaluaciones parece difícil dárselas sin alimentar la suba de los precios", concluye.

¿Cuánto influye la designación de Lousteau en las medidas futuras? Se sabrá cuando se conozca su equipo de colaboradores. Ayer Julio De Vido admitió públicamente que él no decidirá quién lo acompañará en su cartera.
Fuente: La Nación

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