El diagnóstico es compartido por el ex secretario de Energía Jorge Lapeña. "Lo que está buscando esta medida es deprimir el precio neto que obtiene el exportador, con lo cual el valor de la materia prima que compran las refinerías para producir nafta y petróleo se hace menor. Creo que pueden lograr que los precios de los combustibles se retrotraigan a los de hace dos o tres meses. Pero la economía petrolera argentina está en retracción desde 1998. No se descubren nuevos yacimientos de petróleo y gas, y entonces no es igual que en otro caso", explicó el ex funcionario.
Lectura diferente
La lectura que hacen las petroleras y los analistas independientes difiere completamente de la interpretación oficial. Ayer, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró que la suba en las retenciones debe verse como un incentivo para las empresas. "Es un esfuerzo que tienen que hacer en virtud del alza de los precios internacionales del petróleo y también es un incentivo para que se dediquen a buscar más petróleo y a producir más naftas, porque la Argentina las está necesitando", aseguró Fernández.
"La Argentina tienen muchas zonas todavía no desarrolladas, hay que buscar, explorar y poner esa energía al servicio del país", afirmó el funcionario, que aclaró que el objetivo de la medida "no es limitar la ganancia de las empresas, sino equilibrarla" ya que estas firmas "producen en la Argentina a costos argentinos y disfrutan de un precio internacional impresionante".
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