lunes, 12 de noviembre de 2007

300000 menores terroristas.

En la guerra sin cuartel desatada por los integristas islámicos contra Occidente, los niños se han convertido en un arma eficaz, barata, maleable y, sobre todo, insospechable. El servicio de contraespionaje MI5 causó estupor la semana pasada en Londres al revelar que Al-Qaeda está entrenando niños británicos para sembrar el terror en su propio país. Ese hecho es sólo la parte visible del iceberg.

"Los extremistas están reclutando metódicamente niños y adolescentes para cometer atentados", advirtió Jonathan Evans, director del MI5. Los servicios de inteligencia de Francia, Italia y Portugal creen que el mismo fenómeno existe en sus países.

Cada vez con más frecuencia, los niños son utilizados como un medio no convencional en esa guerra de las sombras que es el terrorismo.

"Cuando me pusieron la chaqueta no supe qué pensar, pero después, sentí la bomba", contó Juma, un pequeño de seis años que los talibanes quisieron utilizar para cometer un atentado suicida en Afganistán a comienzos de año. El terrorista le explicó que, en cuanto accionara el detonador, "sembraría la tierra y el cielo con flores".

Empujado por el miedo, Juma terminó por pedir ayuda a las fuerzas de seguridad afganas. Pero, por un solo caso en que se consiguió evitar una tragedia, otros centenares terminan en destrucción y muerte.

A pesar del consenso global contra la utilización de niños en conflictos armados, hay actualmente 300.000 menores de 18 años enrolados como combatientes en el 75% de los conflictos del planeta. En el 80% de los casos, se trata de niños de menos de 15 años. En el 18%, los combatientes tienen menos de 12 años. Pero ahora, los menores también son reclutados para cometer atentados terroristas. Los más pequeños no sólo son reclutas dóciles y baratos, sino que representan nuevas opciones para golpear al enemigo.
Una tendencia que preocupa a Europa y EE.UU.
En Irak, el número de chicos detenidos pasó de 100 a 800 en menos de un año
LANACION.com | Exterior | Lunes 12 de noviembre de 2007

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