viernes, 10 de agosto de 2007
Energizantes
La lata brillosa de color rojo, casi tan pequeña como un teléfono celular, impacta antes de abrirla. “La alternativa legal”, provoca el eslogan de lanzamiento de la bebida que causa furor en las fiestas de Nueva York. El golpe publicitario por su aparición es casi tan potente como el que genera su alto contenido de cafeína. Más allá de los efectos nocivos que pueda causar en quienes la consumen mezclándola con alcohol, la primera reacción ante el nuevo energizante llega después de leer su nombre, impreso en letras blancas: Cocaine.
“Se llama cocaína pero no es una droga. Tiene un nombre divertido. En cuanto las personas ven la lata, sonríen”, aclaró Jaime Kirby, el inventor de Cocaine. La bebida fue presentada el martes 24 de octubre en Los Angeles, pero desde hace más de un mes apareció en las fiestas privadas de los Estados Unidos.
“Si los dueños de este producto tienen la intención de desembarcar en la Argentina, deberán reducir la cantidad de cafeína en más de un 60 por ciento”, le dijo a PERFIL el presidente de la Cámara Argentina de Bebidas Energizantes y presidente de Speed en la Argentina, Walter Santángelo.
Mientras las autoridades recomendaron que se frene la venta de franquicias, el Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, la calificó como “una evocación del consumo de drogas”. La polémica creció cuando se difundieron fotos de estadounidenses disfrazados de soldados con una lata en la mano.
Cocaíne, fabricada por Redux Berverages en Las Vegas, presenta por lata 280 miligramos de cafeína. Es tres veces y media más potente que los energizantes que se comercializan en la Argentina, como Speed y Red Bull, entre otros.
En los bares y boliches, los energizantes se ofrecen para mezclarse con ron, vodka, champán y whisky, entre otras bebidas alcohólicas. El trago cuesta de 12 a 18 pesos. En los quioscos y supermercados, las latas de 250 cm3 se consiguen desde 5 pesos. Una lata equivale a cuatro tazas de café. En Europa se las llama “la cocaína líquida” por las palpitaciones y el insomnio que causa.
“No es diferente a nuestros energizantes, salvo que es más fuerte por su cafeína. Los dueños del producto tuvieron la picardía de elegir un nombre polémico para lograr un alto efecto publicitario. En nuestro país, el tema está solucionado”, agregó Santángelo.
El 29 de junio del año pasado, a través de la disposición 3634/2005, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) obligó a las empresas a reducir la cantidad de cafeína en los energizantes de 35 a 20 miligramos por cada 100 mililitros. Además, exigió que en las latas se inscribiera la leyenda: “El consumo con alcohol es nocivo para la salud”.
El primer energizante que llegó al país fue Speed Unlimited, en 1999. Luego se sumaron al mercado unas diez marcas que exaltan la energía, aunque algunos médicos alertaron sobre los problemas cardíacos que podría ocasionar el abuso de estas bebidas.
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