Por Jorge Fontevecchia
"El pasado se supera haciendo cosas que nadie intentó antes. Como lo que hizo Bill Gates con Microsoft: no existía ningún software de esa magnitud antes de que él apareciera. O como Edison y la bombita de luz, o Alexander Graham Bell y el teléfono. Se tiene que ser inteligente cuando se es pionero, como lo fui yo. Pero funcionó, y luego se me ocurrió la idea para CNN. Una vez que me di cuenta de que aquello podría funcionar, comencé a pensar: “¿Cuál sería el próximo paso?”. Lo pensé muchísimo tiempo. Para los negocios, trato de pensar a futuro: “¿Cuál es el camino acertado a seguir?”; “¿Hacia dónde quiero orientar mis esfuerzos?”. Y lo mismo he hecho en los otros ámbitos de mi vida.
Uno de los temas en los que más estoy trabajando ahora es librar al mundo de las armas nucleares. Podríamos destruir el mundo ahora. Tenemos suficientes armas como para poder destruir el mundo en tan sólo una tarde. También si destruimos el medio ambiente –tal como estamos haciendo–, donde ya hay demasiadas personas… Mil millones de personas padecen hambre, y vamos a sumar otras mil millones más. Y dentro de 15 años, va a ser imposible. A menos que queramos que mucha gente pase hambre. Sería como Haití pero en todo el mundo. No, no queremos eso. Sería mejor que hubiera menos gente pero que viviera bien, en lugar de mucha gente que viviera mal. Además, quien está viviendo mal no puede pensar demasiado en preservar el medio ambiente: tiene que cortar un árbol porque necesita leña. Y si continuamos cortando todos los árboles, es el fin. Y ni hablar de los océanos y todas las otras cosas de nuestro alrededor que están al borde del colapso. Estoy trabajando con relación a las armas nucleares, el cambio climático, el medio ambiente y la paz. Debemos terminar con las guerras. En Tierra del Fuego (donde Turner tiene una de las mayores estancias) había una base aérea argentina, allí estaban los aviones preparados para atacar a Chile. Hace treinta años, Argentina y Chile estuvieron en pie de guerra. Hubiera sido una catástrofe. Y lo sería hoy también si Argentina entrara en guerra con Brasil o con Chile. No puede haber más guerras. Las armas son demasiado destructivas: con ellas volamos las escuelas, los puentes, los hospitales. Todo ello fue muy difícil de construir, ¿verdad? Luchamos para poder modernizar nuestras escuelas, nuestros puentes, nuestros hospitales… No podemos ir por ahí bombardeándolo todo. Debemos comenzar a actuar con inteligencia.
Hoy mi mayor esfuerzo está centrado en el tema de las armas nucleares, el calentamiento global, el medio ambiente y mis restaurantes. Lo bueno de estar en el negocio de los restaurantes es que la tecnología no cambia mucho. He trabajado a un ritmo vertiginoso durante muchos años y entonces es agradable desacelerar un poco.
Los problemas son el medio ambiente y las armas nucleares. No tenemos tiempo que perder. Vamos a perderlo todo en los próximos 15 o 20 años, pero con las armas nucleares podemos perderlo todo mañana, porque si Obama presiona tan solo un botón, todo se termina. No tendríamos que haber creado un botón que pueda hacer volar el mundo entero. Vale la pena conservar este mundo: ¿adónde iremos si lo destruimos? Vamos a volar en pedazos nosotros también. Es una locura. No hay nada más lunático que tener los medios para hacer estallar el mundo.
Cuando yo nací. Hace setenta años, había 2 mil millones de personas. Durante la vida de un solo hombre, yo en este caso, en 72 años, la población se ha cuadruplicado. Pero la población de elefantes se redujo en el 90%. Los océanos están colapsando. Todo está colapsando. Si la población mundial fuese de 2 mil millones, todos tendrían una calidad de vida como la de los Estados Unidos y Europa. Todos podrían vivir mucho mejor. Además, estaríamos viviendo de un modo mucho más sustentable. Tendríamos más bosques y más pesquerías. Hoy en día, estamos llevando a cabo todas las actividades del sector primario, incluyendo la agricultura, de una manera muy poco sustentable. Cosechar campos sin rotar cultivos o dejar descansar la tierra no es bueno porque el suelo pierde los nutrientes y se daña. Tenemos que desarrollar cultivos que crezcan sin arar. Tenemos que dejar de usar combustibles fósiles. Tenemos el viento. Aquí, en la Argentina, tienen a un paso miles de millones de dólares en energía eólica. La mitad de la gente que vive en la Argentina, vive en Buenos Aires, pero tenemos que crear una conexión digital desde la Patagonia y construir ventanas hacía aquí, y así la Argentina podría quedar libre de combustibles y de cualquier problema de contaminación. Los motores a nafta son cosa del pasado, así como la energía generada a través de la quema de carbón. Tenemos electricidad ahora. Vamos a cargar nuestros autos a la noche con la energía eólica. Los autos no van a ser ruidosos y vamos a limpiar la contaminación de las ciudades. Vamos a limpiar la contaminación auditiva. Estamos usando la tecnología moderna en muchas áreas pero todavía no la estamos usando ni para generar energía ni para el transporte. Y es una de las cosas más importantes que tenemos que hacer.
El futuro está en la Patagonia. El viento sopla casi todos los días. Es uno de los recursos más grandes del mundo.
Creo que los grandes poderosos de mañana no van a ser los grandes poderíos militares de hoy. Los poderosos van a ser aquellos con gran desarrollo científico y tecnológico, con los mejores sistemas educativos y de salud. La guerra terminó. A excepción de Estados Unidos, ninguno de los países grandes está peleando. Brasil no está en guerra con nadie. Ningún país en Sudamérica está en guerra. Es una zona libre de conflictos con excepción, claro, de los problemas con el tráfico de drogas. Pero ésa es una guerra interna, dentro de los países y no entre ellos. Europa está también libre de guerras. El único lugar en el que están peleando es en Costa de Marfil, en Africa, que es un lugar en el que la gente no tiene acceso a la educación porque la gente que tuvo educación sabe que la guerra es una pérdida de tiempo y plata. Para eso tenemos los tribunales. Si tú y yo no estamos de acuerdo en algo, aquí en Argentina, no vamos a dispararnos sino que vamos a acudir a los tribunales si no podemos ponernos de acuerdo de ninguna otra manera. O, también, podemos resolverlo a través del arbitraje. Es mucho mejor porque los dos ganamos. Pero si nos disparamos, los dos terminamos muertos.
No podemos perder tiempo. Tenemos que empezar inmediatamente a utilizar energía renovable y dejar atrás los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) tan rápido como podamos. En muchos casos podríamos utilizar gas como combustible de transición porque es muchísimo más limpio que el carbón y el petróleo. Pero aun así, tiene que ser una mera transición hasta que empecemos a usar el viento, el Sol y la energía geotérmica como recursos. Por supuesto que tal cambio va a requerir tecnologías completamente nuevas y variadas pero eso va a generar nuevos empleos. Cuando pasemos de plantas de quema de carbón a generadores de energía eólica va a ser muy próspero. Creo que hay 2 mil millones de personas en el mundo que no tienen energía eléctrica en sus hogares. Con un solo panel solar conectado a una lamparita, los niños podrían hacer su tarea en la noche. Cuando se hace de noche, prender una vela cuesta mucho dinero. Todos deberíamos tener electricidad.
Tenemos un presupuesto militar global de un billón y medio de dólares al año y Estados Unidos gasta casi la mitad de esa cifra. Solíamos gastar aproximadamente 500 mil millones y ahora estamos gastando 700 mil millones. Es una locura. Es siete veces más que el presupuesto militar de China. Si utilizáramos todo el dinero de ese presupuesto, podríamos generar educación y servicios de salud para todos. Y me refiero a absolutamente todos. No sólo en el mundo rico sino a todos en Africa. Eso tenemos que hacer, y dejar a un lado la militar.
Al acercarme a mi cumpleaños número 72, estoy completamente agradecido por la increíblemente apasionante vida que tuve la suerte de vivir. De todos mis logros, de lo que más orgulloso estoy es de mis hijos.
Haber realizado la donación de mil millones de dólares a las Naciones Unidas fue una gran emoción y ver todo el bien que se ha hecho con ese dinero ha sido increíblemente gratificante. Haber tenido la posibilidad de ver a muchas otras personas de dinero, como Bill y Melinda Gates, que han decidido donar parte de su tiempo, dinero y recursos para proyectos humanitarios de los que he participado, ha sido también muy divertido.
Mirando hacia atrás, como cualquiera lo haría, si tuviera que vivir mi vida nuevamente, hay cosas que haría diferente pero ha sido un recorrido sorprendente y hay muy pocas cosas de las que me arrepiento. Estoy particularmente agradecido por el consejo de mi padre de establecer objetivos tan altos que no pueda alcanzarlos en toda mi vida. Esa inspiración me mantiene lleno de energía y con ganas de trabajar arduamente día a día no sólo en filantropía sino también en nuevos negocios.
Nos debemos a los 3 millones de años que nuestros ancestros han vivido aquí para asegurarnos que vamos a proteger nuestro futuro en los próximos 3 millones de años. Tenemos que eliminar el analfabetismo, las enfermedades, la pobreza, el dolor y el sufrimiento. Se estima que la pobreza podría ser erradicada con solamente mil millones de dólares por año. Si usáramos tan sólo el 10% del presupuesto militar global, lo lograríamos. Los seres humanos somos responsables del Holocausto y de la creación de las armas nucleares pero somos también quienes crearon a la Mona Lisa y la Quinta Sinfonía de Beethoven. En resumen, somos capaces de crear tanto cosas grandiosas como destructivas. Estamos a un paso de la catástrofe pero estamos, también, a un paso del paraíso. Sé que podemos hacerlo pero tenemos que trabajar juntos y empezar ahora mismo.”
jueves, 10 de marzo de 2011
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