domingo, 1 de junio de 2008

En Brasil destacan la existencia de un poderoso instrumento de financiación para la producción: el Banco Nacional de Desarrollo

ITU, San Pablo (De un enviado especial).- A 100 kilómetros de la ciudad de San Pablo, con un aire más puro, el desarrollo industrial brasileño se ve con mayor nitidez. Los empresarios hablan maravillas de la estabilidad del país, porque les permite contar con financiamiento y con un mercado interno en expansión, pero cuestionan la gigantesca burocracia estatal y el caótico sistema tributario.

Así ocurre al menos en Itú, donde está radicada la fábrica Guarany, fundada por descendientes de italianos de la Toscana.

Alida Fleury Bellandi, que pertenece a la tercera generación de una familia de inmigrantes, cuenta, mientras recorre la enorme planta (elabora productos para el agro, la salud y hasta artesanías), que la producción ha crecido lo suficiente como para abastecer al mercado local y a 55 países, entre ellos la Argentina.

"La verdad es que en estos años hemos contado con las condiciones adecuadas para desarrollar nuestros negocios; el escenario que vemos es muy bueno", cuenta esta empresaria, que decidió instalar una filial en la Argentina en 1982.

Un argentino que vive casi hace dos décadas en estas tierras, Enrique Ussher, maneja en Jaguariuna, también en las afueras de San Pablo, la pujante fábrica de Motorola, la primera exportadora de bienes en su rubro del país. "Este es el mejor momento del país desde que llegué, en 1989", afirma.

Para el empresario, una de las claves que explica este fenómeno de prosperidad es la actitud del presidente: "Lula fue disciplinado, dejó al Banco Central ser independiente y eso se reconoce", destaca. Al mismo tiempo, señala la importancia de la inclusión de millones de personas de la clase más pobre en el circuito de consumo medio, "porque eso le ha dado un mayor dinamismo al mercado interno".

De todos modos, Fleury Bellandi y Ushher están preocupados por la lentitud con la que avanzan las obras de infraestructura, lo cual significa un límite al ritmo del crecimiento económico.

"Más que lo que ocurra con el real [ahora está en un valor menos competitivo frente al dólar que hace unos años] es clave avanzar en el mejoramiento de las redes de infraestructura y logística", indica Fleury Bellandi.

Un muy buen clima para los negocios

Empresarios elogian la estabilidad


LANACION.com | Exterior | Domingo 1 de junio de 2008

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