Esas son sólo algunas de las medidas que ella y su marido, médico oncólogo, empezaron a tomar para evitar que el último aumento de las cuotas escolares desbarajuste su economía familiar: de diciembre a mayo, el arancel del colegio de sus hijos, en Belgrano, creció un 17,5% (de $ 1200 a $ 1410).
Como tiene mellizos de 12 años, esta suba significa $ 420 más que cada mes esa familia deberá pagar en educación, al igual que otras tantas que sufrieron aumentos en los aranceles escolares superiores a los previstos (ver aparte).
Para Adriana, de 50 años, esos números se traducen en angustia. "Con la escalada catastrófica de los costos, uno se pregunta de dónde sacará el dinero, porque nuestros ingresos no se incrementaron un 30 o un 50%. Es una situación muy angustiante", contó la madre a LA NACION, al revelar, sin embargo, que está conforme con el colegio al que envía a sus hijos.
Y señaló: "Ahora nos organizamos de otra manera, porque es como un boomerang, un castillo que se va cayendo. Y afecta la calidad de vida. A mi edad, pasé varias crisis del país, y cuando empezás a sentir que respirás, que finalmente salís a flote, de nuevo aparece un ladrillo que te hunde. Es muy doloroso, y hablando con otras mamás te das cuenta de que todos están en la misma situación".
Es el caso de Lorena S., de 31 años, mamá de Matías, de seis, que cobra un sueldo fijo como publicista. De diciembre a mayo, el colegio privado de Caballito al que asiste su hijo aumentó 36,7% (de $ 253 a $ 346) y un 73% desde marzo del año pasado, cuando pagaba $ 200.
"Elegí un colegio privado porque el ambiente era mejor, pero estos aumentos son un boom para mi bolsillo. El año pasado había ahorrado para la educación de mi hijo, y este año lo estoy gastando todo. Al incremento de las cuotas se suman las subas en los gastos de uniforme, libros, útiles y materiales. Y se siente el retroceso con respecto al bolsillo", explicó Lorena, al especificar que la remera blanca con el escudo del colegio pasó de costar $ 45 en diciembre a $ 60 en marzo último.
"Hago malabares porque mi sueldo no aumenta. Compré una remera blanca común e hice bordar el escudo, todo por $ 25. Abandoné el gimnasio, que reemplazo con caminatas el fin de semana; casi dejé de comer carne, y compro más verduras, fideos y arroz. Priorizo la educación de mi hijo", añadió.
Los aranceles en los colegios privados
Bajar costos, la estrategia para sobrevivir al aumento de las cuotas
Varias familias piensan suprimir gastos, como el transporte escolar y consumos personales
LANACION.com | Cultura | Lunes 12 de mayo de 2008
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