miércoles, 20 de febrero de 2008

Se empiezan a sentir las consecuencias del "mamaracho" económico

El Gobierno está entre la espada y la pared: si confirma tal como está el esquema de subsidios a los alimentos, deberá buscar hasta $ 2000 millones adicionales para financiarlo, justo cuando necesita reducir el gasto público; y si lo elimina, los precios de la canasta básica se irían a las nubes. Varios funcionarios analizaron ayer esta situación en el Ministerio de Economía y, tras varias horas de trabajo, no le encontraron una salida.

Por eso, entre los empresarios del sector alimentario crece la preocupación por el futuro de las compensaciones -como se conoce a estos subsidios-, que en muchos casos evitaron la quiebra de las empresas que acordaron precios máximos con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Por lo pronto, esperan que el Gobierno los convoque para analizar cómo será este año la política de subsidios para contener los precios de la canasta básica y, a la vez, permitir el funcionamiento de esas compañías.

La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) prevé que en 2008 se necesitarán entre 3000 y 4000 millones de pesos para compensar a industriales y productores primarios y mantener estables los precios de la harina, el pollo, la carne, aceites y lácteos, entre otros productos. Pero los fondos, que se nutren con 4 puntos de la recaudación por retenciones a las exportaciones del complejo sojero, no llegan a 2000 millones.

En el país hay dos precios para los granos, los de abastecimiento (por tonelada: trigo, $ 370; maíz, $ 293, y soja, $ 462) y los de mercado (ayer: trigo, $ 739; maíz, $ 482; y soja, $ 1095). La diferencia ($ 369 para el trigo, $ 189 para el maíz y $ 633 para la soja) es lo que paga la Oncca con aquellos fondos para evitar que la fuerte suba internacional de los granos desborde en inflación en el mercado interno.

La mayor sangría de recursos está directamente relacionada con el aumento de los precios, pero también con la mayor cantidad de empresas que piden los subsidios. "Cuando comenzó a funcionar el sistema, sólo había 50 establecimientos de feed lot inscriptos, ahora hay más de 300; los productores de porcinos registrados eran 100 y ahora son 300; había 10 molinos de harina y 10 de trigo, y en la actualidad suman 60. El blanqueo de las distintas actividades ha sido importante", dijo una fuente de la Secretaría de Agricultura. Es que el sistema, que exige la presentación de una vasta documentación impositiva y sanitaria, obligó a muchas empresas a blanquear su actividad.

La Oncca agotará en las próximas semanas el presupuesto de $ 1500 millones previsto para 2007 y es posible que tampoco alcance: los pagos comenzaron a demorarse y ya se oyen los reclamos. En el caso de los productores de trigo, hay pagos pendientes desde junio; entre los procesadores avícolas, desde septiembre; en las industrias lácteas, desde octubre, y los molinos de harina, desde noviembre.

Productores e industriales se quejan del costo financiero que implica esperar durante meses el reintegro de esos fondos. "La herramienta de las compensaciones da previsibilidad, pero con la magnitud que alcanzaron los reintegros nos estamos alejando mucho de la realidad de los precios internacionales", afirmó un industrial.

Entre las soluciones posibles, algunos empresarios sugerirían aumentar los precios de base para reducir la necesidad de recursos. Pero otros empiezan a sospechar que el Gobierno podría volver a aumentar las retenciones a las exportaciones, dado que los valores de los granos siguieron aumentando luego del último incremento. "Me parece que los precios base (los de abastecimiento) son muy altos y habría que hacer gradualmente una corrección. Por ejemplo, que la soja pase de 460 a 550 pesos, o el maíz, de 293 a 320 pesos, eso atenuaría la necesidad de recursos. Claro que también habría que retocar los precios", dijo una fuente de la industria.

El tema es sensible: después de todo se trata de precios, y de los alimentos, un área donde gobierna Moreno. Y como nadie quiere enfrentarse al todavía superpoderoso secretario, es difícil encontrar un empresario dispuesto a dar su nombre.

"Es lógico que quieran seguir lo que todos los especialistas recomiendan y busquen fortalecer el superávit, pero también ven como la gran amenaza el tema de la inflación, y si sacan las compensaciones va a haber una estampida formidable en los precios", afirmó otro empresario.

"Los precios al consumidor se mantuvieron en función de un férreo control de Moreno, y las empresas pudieron compensar las pérdidas a través de las compensaciones. Es el huevo o la gallina: hay compensaciones porque hay precios que no son rentables para las empresas", agregó otro industrial.

La amenaza inflacionaria
Los subsidios a los alimentos, en riesgo

El Gobierno estudia cómo financiar el sistema, y crece la preocupación entre industriales y productores primarios por los precios


LANACION.com | Economía | Miércoles 20 de febrero de 2008

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