Esta cifra surge de la diferencia que hay entre el precio que se paga en el nivel internacional por el cereal menos gastos (un promedio de 650 pesos) y lo que se paga en el país (500 pesos), cifra que equivale a 150 pesos. Y no tiene en cuenta la pérdida que significan las retenciones. "Si a eso se le suma lo que se paga por derechos de exportación, el productor deja de recibir en total $433 pesos por tonelada de cereal", agregó Ambrosetti.
Pero lo que más molesta a los productores consultados, más que esta cifra, es lo que vienen denunciando desde hace rato: que la diferencia entre el precio interno y el internacional queda en manos del exportador o el molino, que pagan un precio congelado en el mercado local y, una vez abastecida la demanda interna (unos 5 millones de toneladas), venden el excedente afuera (10 millones de toneladas), como cereal o como harina.
Queja de las entidades rurales
Por no cobrar el precio internacional, se calcula que no percibirán $ 2300 millones
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