lunes, 31 de diciembre de 2007

El gran problema de 2008 y de los siguientes será la calidad educativa.

La meta, en el año que empieza, sigue siendo la misma: mejorar la calidad educativa. Pero ¿cómo?

Las herramientas son muchas, dicen expertos consultados por LA NACION: enriquecer la formación y la capacitación de los docentes, avanzar en las negociaciones salariales para evitar la reiteración de días sin clases, invertir en infraestructura escolar y que la familia asuma su responsabilidad con una mayor participación en la educación de sus hijos.

Los expertos coinciden en que el deterioro no será corregido en un año, pero instan a poner en marcha políticas que, de a poco, ayuden a ir revirtiendo la situación.

A lo largo de 2007, la fiebre de la crisis se manifestó con distintos síntomas: paros docentes y sucesión de días sin clases, escuelas en riesgo por deficiencias edilicias y malos resultados en las pruebas internacionales de matemática, ciencia y lectura, entre otros indicadores preocupantes.

Cumplir con los 180 días de clases establecidos por una ley nacional es, por lejos, el anhelo de todos. “Lo deseo con vehemencia, pero soy escéptico", confesó el presidente de la Academia Nacional de Educación, Horacio Sanguinetti.

"Jornadas de capacitación que se hacen en días de clase, paros y asuetos por cualquier cosa. Vamos a tener problemas para cumplir porque el calendario no da", se adelantó el especialista en educación Federico Johansen, profesor de política educativa en la Universidad Católica Argentina (UCA) y uno de los impulsores del creciente desarrollo del polo educativo en la zona de Pilar.

Pero garantizar el cumplimiento de los días de clases es la meta que muchos consideran básica para un principio de cambio en 2008.

Así lo cree la directora del área de Educación de la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT), Claudia Romero, para quien es necesario que todos los sectores -docentes, gremios, gobierno y familia- se comprometan a mantener la escuela abierta. "Las autoridades deben anticiparse a las negociaciones salariales del año que viene. Perder días de clase afecta al proceso de aprendizaje, genera desconcierto", dijo la especialista.

La aplicación de la nueva ley de educación es otro de los desafíos que los especialistas contemplan para el año próximo, aunque con salvedades. "Habrá que organizar la nueva secundaria, pero la oferta de hoy es vulnerable y no es ésta la escuela que deberíamos recomendar y obligar a cursar", añadió Romero. Para Johansen, además, la nueva ley traerá aparejados problemas en los programas y en el dictado de materias.

"Se ha hecho mucho daño a la escuela con una serie de medidas desafortunadas, como la supresión de las amonestaciones y la ley federal de educación. La nueva ley nacional la enmendó a medias, pero mantiene errores fundamentales y es una ley muy declamatoria", advirtió en su crítico diagnóstico el doctor Sanguinetti, ex rector del Colegio Nacional de Buenos Aires.
El desafío es evitar los paros
Docentes y especialistas opinan sobre cuáles deben ser las metas para 2008
LANACION.com | Cultura | Lunes 31 de diciembre de 2007

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