La principal razón de este crecimiento se encuentra en la fuerte demanda internacional, que genera mayores volúmenes embarcados, y su consecuente impacto sobre los precios.
Contra lo que se cree habitualmente, dentro de la oferta argentina de alimentos, el mayor dinamismo se registra entre las llamadas manufacturas de origen agropecuario (MOA), que aportan más dólares que los productos primarios.
Según una proyección de la Fundación Exportar, las ventas al exterior de MOA ascenderán este año a algo más de 18.000 millones de dólares, muy por encima de las de productos primarios agrícolas, que llegarán a 12.400 millones de dólares. En conjunto, las ventas al exterior del sector alimentario crecieron el 128 por ciento desde 2002 hasta ahora.
Entre las MOA, el principal producto exportado son los residuos y desperdicios de la industria alimentaria (más de 5700 millones de dólares), rubro constituido por harinas de soja y girasol. Estos productos -que deben pagar retenciones a la exportación del 32%- son especialmente demandados por Europa y los países árabes, sobre todo los de la cuenca del Magreb.
Otros productos clave son grasas y aceites, carnes y sus preparados, pieles y cueros, lácteos y preparados de hortalizas, legumbres y frutas. Las carnes y los lácteos son los únicos productos en retroceso en términos de volumen exportado, debido a las restricciones impuestas por el Gobierno sobre las exportaciones de estos sectores. De hecho, la situación del sector lácteo es el centro de arduas negociaciones entre las autoridades y el sector privado por los precios y las compensaciones
Un sector clave: las ventas representan el 57% del total exportado
Sumarán US$ 30.734 millones, un 128% más que en 2002; crecen más las manufacturas
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