viernes, 16 de noviembre de 2007
Renault Grand Scénic
Espacio. A una familia siempre le hace falta mucho espacio. En la casa y, claro, en el automóvil, en especial para viajes largos.
El Renault Grand Scénic interpreta esta necesidad hasta el punto que el concepto básico del modelo es ése: habitabilidad, amplitud y confort para viajar con la máxima comodidad.
Por eso, este monovolumen, tipo de vehículos en el que Renault es pionero, cuenta con siete plazas. Las dos últimas forman el piso del compartimiento de carga, cubierto por una alfombra. Esta, al plegarse, deja al descubierto un par de butacas que se extraen e instalan con suma facilidad al tirar de una manija. Ambos asientos cuentan, por supuesto, con sus respectivos cinturones de seguridad y, por su tamaño, resultan útiles para transportar niños.
Otra muestra del diseño enfocado a la comodidad de los pasajeros es la configuración del habitáculo. La altura y amplitud interna, el piso plano para los pasajeros traseros, el doble techo solar (el delantero con apertura), las cómodas butacas delanteras, las cortinas parasol en las ventanillas traseras y los amplios portaobjetos, posavasos y espacios para guardar elementos marcan el concepto básico con que se diseñó este Renault Grand Scénic: viajar en un ambiente confortable y luminoso.
Esta mayor amplitud se debe a que el Grand Scénic, basado en la plataforma Mégane II (lo que es notorio en el diseño trasero), tiene una longitud máxima de 4498 mm, 234 más que el Scénic normal.
Interior moderno
La posición de manejo es clásica de los monovolúmenes: alta (puede regularse), con la pedalera adelantada y una postura más erguida que la de un automóvil. Las butacas son cómodas, aunque no tienen una gran sujeción lateral en virajes un tanto exigidos. Hay mucho espacio para los pasajeros delanteros y es muy útil el gran portaobjetos central para arrojar tickets, monedas y otros elementos que se acumulan en los viajes.
Este Renault Grand Scénic incorpora un amplio tablero con instrumental digital que incluye medidor de temperatura de agua (tipo columna), computadora de a bordo, columna medidora de combustible, tacómetro, el esquema de auto (giros, puertas abiertas), velocímetro, reloj, estación de radio sintonizada, temperatura exterior y numerosos testigos. En concreto, la información es abundante, pero la lectura de algunos sectores, en especial el cuentavueltas, es bastante difícil.
El arranque y la parada del motor se realizan con un botón arriba de la ranura para instalar la tarjeta, que incluye la apertura remota.
También resulta óptima la practicidad del comando satelital de la radio en la columna de dirección. Sólo los switchs de las balizas y el cierre centralizado de las puertas están en una posición algo incómoda, a la derecha de la palanca de cambios. Esta, dicho sea de paso, es muy suave, precisa y confortable.
La plaza central trasera es más angosta que las laterales; al rebatirse se convierte en una práctica mesa de viaje. También atrás el modelo brinda mucho espacio para las piernas de los pasajeros, lo que resulta óptimo en trayectos prolongados.
El diseño modular de las dos filas de asientos posteriores hace que el tamaño del baúl se adapte a las necesidades del transporte. Así, con las dos plazas traseras desplegadas debajo del piso, el compartimiento de equipaje ofrece 200 litros. Si se ocultan, 475, y reclinando la segunda fila de asientos se alcanza un volumen total de 1920 litros.
El equipamiento es muy completo, destacándose los controles de velocidad de crucero y los sensores de estacionamiento trasero y lluvia, entre otros elementos. Incluye también un completo paquete eléctrico, radio con lector de MP3 y un amplio sistema de airbags frontales, laterales delanteros y windowsbags.
La mecánica también favorece el concepto de confort del Renault Grand Scénic.
El motor 2.0 16v de 138 CV es muy bueno. Acelera bien, es muy elástico, y tiene un consumo más que razonable por sus características, en especial en ruta; además, hace muy poco ruido, lo que contribuye a la excelente insonorización del habitáculo.
Colabora con él la eficiente caja manual de seis velocidades con una óptima combinación de cuatro marchas cortas primero (lo que ayuda mucho en el tránsito para darle agilidad, y en ruta para los sobrepasos) y dos más largas, en especial la sexta, que bajan mucho el consumo en carretera (más allá de la altura del vehículo), lo que resulta un punto muy favorable de este modelo de la marca del rombo.
En cuanto al comportamiento dinámico, hay que tener en cuenta que es un vehículo alto. Sin embargo, en la ruta se comporta muy bien. Incluso con viento es un vehículo dócil y de movimientos previsibles.
El confort de marcha no tiene reproches. Las suspensiones están calibradas para otorgar mucha comodidad en asfaltos desparejos, adoquinados y en otras superficies por el estilo. Esto y la altura contribuyen a que tenga bastante rolido al doblar exigido, pero no hasta el punto de perder el control. Eso sí, no tiene control de estabilidad (ESP). Los frenos son excelentes; discos en las cuatro ruedas, ABS, repartidor de presión y asistencia de emergencia configuran un paquete que aporta gran seguridad, algo nada despreciable cuando se viaja en familia.
Renault Grand Scénic
Motor: naftero
Cilindros: 4 en línea
Cilindrada (cc): 1998
Válvulas por cilindro: 4
Potencia (CV/rpm): 138/5500
Par motor (kgm/rpm): 19,5/3750
Alimentación: iny. electrónica
Caja: Manual de 6 vel.
Performance
Velocidad máxima 185 km/h
Aceleración 0-100 km/h 11,76 seg.
Aceleración 80-120 km/h (4ta.) 10,59 seg.
Aceleración 80-120 km/h (5ta.) 13,65 seg.
Aceleración 80-120 km/h (6ta.) 17,83 seg.
Aceleración 0-1000 m 34,18 seg.
Consumo c/100 km / Litros / Pesos
En ciudad: 12,8 / 25,45
En ruta a 120 km/h: 10 / 19,90
Capac. del tanque: 60 / 119,35
Autonomía (con un tanque)
En ciudad: 468 km
En ruta: 600 km
Otros datos
Precio: 110.000 pesos
Garantía: 1 año sin límite de kilometraje
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