martes, 20 de noviembre de 2007

Los superpoderes a full.

Más de la mitad de los gobernadores argentinos tiene la facultad de reasignar partidas presupuestarias sin pedir permiso a las legislaturas de sus provincias. En 18 de los 24 distritos (se incluye la ciudad de Buenos Aires), los mandatarios cuentan con facultades extraordinarias. Son los denominados “superpoderes”. Algo similar ocurre con el gobierno nacional, al que la ley de administración financiera le permite reasignar todas las partidas, salvo las que afectan las áreas de seguridad e inteligencia. El presupuesto nacional es de unos 170.000 millones de pesos. El de seguridad e inteligencia, de unos 10.000 millones. En el caso de las provincias, los permisos especiales que consiguieron los gobernadores involucran, sumados, algo más de 40.000 millones de pesos. No todos ellos administran el mismo poder. Algunos incluyen año tras año un artículo especial en la ley de presupuesto para que nadie les ate las manos. Otros tienen límites. Las provincias en las que los gobernadores deben consultar siempre a sus cuerpos legislativos son Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Catamarca, Jujuy y La Rioja. El resto cuenta con posibilidades de administrar fondos sin atravesar el filtro de los legisladores. En la ciudad de Buenos Aires, desde hace años se habilita al jefe de gobierno a mover partidas hasta un monto que no supere el 5% del presupuesto. Son 500 millones de pesos por año. A Mauricio Macri, jefe de gobierno electo, le permitirán como excepción reasignar recursos desde que asuma, el 10 de diciembre, hasta fin de año. El motivo es que habrá una nueva ley de ministerios. Como se fusionaron algunas áreas y se dividieron otras, entonces Macri tendrá que corregir el destino que se le dará a muchos millones de pesos. Algo similar se le autorizó a Daniel Scioli en la provincia de Buenos Aires. La diferencia, en todo caso, es que los diputados bonaerenses no le pusieron plazo. Scioli, además, tendrá otra facultad distintiva: podrá crear direcciones y entes cuando lo crea necesario. Para financiarlos, contará con la posibilidad de tomar partidas presupuestarias originalmente asignadas a otros proyectos. No tendrá plenos poderes sobre los recursos provinciales, pero eso se asemeja a una licencia. La mayoría de las provincias habilita los superpoderes en la ley de presupuesto. Esto obliga a los gobernadores a tejer alianzas políticas año tras año con los legisladores, que son quienes sancionan dicha norma. Muchos de ellos suelen votar por pertenencias partidarias, pero en algunos casos la situación se descontrola. Pasó en La Rioja, donde el ex gobernador Angel Maza contó por años con superpoderes totales. Hasta que se peleó con quien controlaba la Legislatura, el actual gobernador, Luis Beder Herrera, que a comienzos de 2007 era su vicegobernador. Este último logró que los diputados derogaran el artículo que facultaba al primer mandatario a hacer y deshacer como le viniera en gana. Desde entonces, no hay superpoderes en La Rioja.
Empezaron en el gobierno nacional
En 18 de ellas ya rige la reasignación de fondos sin ningún control legislativo
LANACION.com Política Martes 20 de noviembre de 2007

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