La producción no se detiene

Duro golpe recibió el agro la semana anterior con el aumento de las retenciones a los granos y oleaginosas. Pero, paradójicamente, aunque le pusieron una traba más, el sector demuestra que adquirió una excelente dinámica y es así que, pese a todo, ya comienza a mencionarse, clima mediante, que la próxima producción estaría cerca o podría llegar a los 100 millones de toneladas. Una gran noticia para el país y, por supuesto, también para el Gobierno.

Enrique Erize señala que las estimaciones de Nóvitas ubican la cosecha total entre 97 y 101 millones de toneladas. Por lo tanto, la meta que pocos años atrás parecía muy difícil de alcanzar -la Fundación Producir Conservando estimaba ese volumen para el 2010-, podría estar ya al alcance de las manos. Gustavo López, de Agritrend S.A. se clavó en las 97,68 millones de toneladas contra las 94,65 millones del ciclo anterior. De cualquier manera, se llegue o no a los 100 millones en este ciclo, el mensaje es claro: pese a las trabas que permanentemente le ponen, el agro es una "locomotora imparable" y año tras año aumenta su producción.

En consecuencia, si no se lo estimula y, por el contrario, se lo castiga, sería importante que por lo menos se acompañara en algo ese crecimiento productivo. Y en este caso el tema predominante se basa en todo aquello relacionado con la infraestructura. Por el esfuerzo privado, de los puertos no se puede decir nada; es más, se ha mejorado muchísimo. En cambio, no se puede comentar lo mismo del transporte, ni de los caminos. En esto hay que empezar ya, fundamentalmente en el sistema multimodal, es decir, trabajar en forma conjunta sobre los caminos, los ferrocarriles y la hidrovía. Esto sería un gran adelanto y, además, abarataría muchísimo los costos. En definitiva, se requiere un Plan Estratégico para pensar seriamente en qué es lo que tiene que hacer la Argentina en los próximos 10 años, más allá de los gobiernos de turno. Se reitera que el sector agroindustrial es hoy una locomotora sin freno, pero queda claro, también, que se puede detener si no se levantan con urgencia innumerables y pesadas barreras que debe atravesar. Los altos precios internacionales no llegaron para quedarse para siempre.
Fuente: La Nación