domingo, 11 de noviembre de 2007

Inseguridad en crecimiento.

Primero fueron las rejas. Después, los sistemas de alarma. Y ahora parece ser una habitación completamente blindada y hermética, secreta o perfectamente visible, el arma con la que los argentinos buscan protegerse de un eventual robo o ataque externo.

Suena casi cinematográfico. Y de hecho lo es. Porque en 2002 la película Panic Room (La habitación del pánico), protagonizada por Jodie Foster, se encargó de mostrar cómo funcionan estos espacios de seguridad que son muy populares en los Estados Unidos y Europa, y que hoy empiezan a surgir lentamente en los hogares y las empresas de la Argentina.

El miedo es lo que lleva a las personas a instalar un panic room en su hogar. Un ejecutivo de 40 años, que vive en la zona norte del conurbano bonaerense, optó por blindar un ambiente de su casa después de que un vecino fue víctima de un asalto en su hogar.

“Fue realmente una situación espantosa y traumática para él y su familia. Si bien salieron ilesos, los maltrataron y pasaron un mal momento. Después de ese episodio empecé a averiguar alternativas para protegerme, porque si bien tengo un sistema de alarmas sentía que eso no era suficiente. Y así llegué a esta alternativa”, cuenta el ejecutivo, que pidió permanecer en el anonimato. Hasta ahora, según dice, no tuvo que utilizar “la fortaleza”, como llama a ese cuarto. "Ya hay unas 450 habitaciones en el país. Y cada semana instalamos dos, con picos de tres o cuatro", cuenta Rodrigo Olmos, gerente general de Panic Room Espacios de Seguridad, empresa que dice ser la única que realiza este tipo de trabajo en el país. LA NACION consultó a las principales firmas de seguridad y ninguna dijo hacer blindajes de casas.
Tendencia en crecimiento
Ya se habrían instalado unos 450
LANACION.com | Información general | Domingo 11 de noviembre de 2007

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