-En el control de la corrupción, Estado de Derecho y en el respeto al marco regulatorio, que afecta al sector empresario. Se refiere a las trabas administrativas y burocráticas, a las restricciones en el mercado laboral.
-¿Los problemas en el orden institucional afectan la economía?
-Hay una asociación muy fuerte y causal que va de mejorar la gobernanza , el control de la corrupción, el Estado de Derecho y el control de la corrupción a los resultados económicos. Cuando se mejora el Estado de Derecho y se controla la corrupción, se recibe en el largo plazo un incremento en el ingreso per cápita del país, equivalente al 300 por ciento.
-¿Se puede crecer por fuera de este esquema?
-Espero que se tomen en serio estos asuntos, porque se ha comprobado que son clave para crecer en forma sostenida. Crecer por tres o cuatro años en forma rápida lo puede hacer cualquier país. Es un logro, pero se puede hacer aun con fallas institucionales. Ocurre en Rusia, ocurre en muchos países. Para mantener el crecimiento se requiere una buena calidad institucional.
-¿Los inversores prestan atención a estos aspectos o prefieren pagar coima como atajo?
-Hay de los dos grupos. Pero hoy en día muchos empresarios se dieron cuenta de que es mejor la primera estrategia porque en el mediano y el largo plazo tiene más sentido para crecer de manera sostenible. Eso no quiere decir que cuando en un país hay excesiva regulación y mucho de ese viejo nexo con los funcionarios públicos, no haya compañías que prefieran operar con la coima y así hacen su negocio.
-¿Hay casos de desarrollo por mejora institucional?
-En 1980, cuando empieza una de nuestras bases de datos, Irlanda y la Argentina están iguales en ingreso per cápita. Y hoy Irlanda debe ser el tercer o cuarto país más rico del mundo. Pero es bueno eso porque demuestra que se puede hacer.
Para Kaufman, del Banco Mundial, son vitales para avanzar
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