jueves, 8 de noviembre de 2007

El campo tiene un socio bobo.

Aunque descontado desde hace meses por los productores agropecuarios, el incremento de los derechos de exportación de entre 5 y 10 puntos porcentuales que decidió aplicar el presidente Néstor Kirchner a los granos y oleaginosas no deja de causar malestar y sorpresa en el campo.

Malestar, porque en cuatro años de mandato el presidente Kirchner ni siquiera se tomó el trabajo de leer lo que decía en 2003 la plataforma electoral del Frente para la Victoria respecto del sector agropecuario. Allí se proponía "comenzar un proceso de eliminación de las retenciones a las exportaciones una vez alcanzado el equilibrio fiscal, y en la medida de las posibilidades presupuestarias".

En vez de disminuir, los derechos de exportación se incrementan cada vez con más frecuencia. En 11 meses hubo dos aumentos de hasta 15 puntos porcentuales sobre el complejo sojero.

Y la sorpresa la provocaron los argumentos que esgrimió ayer el ministro de Economía, Miguel Peirano, para justificar los aumentos. Entre otras cosas, dijo que el Gobierno pretendía favorecer el agregado de valor a la producción granaria. Sin embargo, se redujo en 1,5 puntos porcentuales el diferencial de derechos de exportación entre los granos y los aceites. "Indirectamente, se está favoreciendo la exportación de soja sin procesar, en vez de convertirla en la Argentina en harina o aceite y luego venderla en el exterior", decía ayer un exportador.

"China hace exactamente lo contrario, para favorecer la industrialización tiene aranceles de importación más baratos

para la materia prima que para el producto elaborado", añadía.
El escenario
Por Cristian Mira
LANACION.com | Economía | Jueves 8 de noviembre de 2007

No hay comentarios: