martes, 23 de octubre de 2007

Poco clima de campaña

A cinco días de que se celebren las elecciones presidenciales, el clima de campaña apenas se percibe en Argentina y los analistas discuten si la apatía de la población tiene que ver con el casi seguro triunfo del oficialismo.
A diferencia de comicios anteriores, los carteles, las pintadas callejeras y los actos multitudinarios escasean y han dado paso a una nutrida variedad de avisos de los principales candidatos en televisión, radio y medios gráficos.
Algunos dirigentes opositores y medios de prensa incluso hablan de que en la ciudadanía hay cierta "resignación" ante la enorme ventaja que le adjudican las encuestas a la primera dama y postulante oficialista, Cristina Fernández de Kirchner.
En tanto, según un sondeo difundido este lunes, siete de cada diez argentinos no están interesados en la política y tampoco le prestan atención a la campaña para las elecciones presidenciales del próximo domingo.
"Una de las cosas que más llama la atención es la falta de debate político por parte de los candidatos. Si bien esto no forma parte de la tradición electoral argentina, es fundamental porque genera que la gente hable del tema", dijo a Efe la socióloga y periodista Marina Oybin.
En la televisión abierta casi no quedan programas de análisis político, toda vez que han encontrado su nicho en el cable, y los debates por la pantalla chica apenas involucraron a algunos candidatos a vicepresidente y a un puñado de aspirantes a legisladores.
"Esta ha sido una campaña preparada desde el punto de vista publicitario, sobre todo la de Cristina Kirchner. Hay poco o nulo contacto entre los candidatos y la sociedad, quizás por eso hay apatía", evaluó Oybin.
Según las últimas encuestas, la esposa del gobernante argentino, Néstor Kirchner, tiene una intención de voto que fluctúa entre el 39,1 y el 47,9 por ciento, lo que le otorga grandes posibilidades de ser elegida presidenta en primera vuelta.

Para ganar en la primera jornada de votación y evitar una segunda ronda, los candidatos requieren del 45 por ciento de los votos o del 40, con 10 puntos de diferencia sobre el segundo postulante más votado, según la legislación argentina.

Prácticamente todos los sondeos otorgan a la senadora Fernández una ventaja de más de 20 puntos sobre la centro-izquierdista Elisa Carrió y el centro-progresista Roberto Lavagna, que pelean por el segundo puesto.
Para Oybin, el hecho de que "los medios y las encuestas adelanten tanto los resultados y den a Cristina como amplia ganadora también puede fomentar la creación de un escenario de segunda vuelta, volcar a la población a votar al que se cree que saldrá segundo".
En este contexto, los actos de campaña están lejos de convocar multitudes y los postulantes prefieren esmerarse en grabar un buen aviso publicitario para la televisión que en demostrar sus dotes como oradores ante masas de votantes ansiosos por escucharles.
Cristina Fernández ha aprovechado numerosas ceremonias y actividades oficiales para hacer proselitismo, lo que ha sido duramente criticado e incluso denunciado ante la Justicia por la oposición.
El ex ministro de Economía Roberto Lavagna cerrará su campaña mañana con una caravana que partirá desde la periferia de Buenos Aires y concluirá en pleno centro de la ciudad, mientras que Carrió lo hará el jueves en un centro de ferias porteño.
En tanto, el mitin que probablemente sea el más convocante tendrá como protagonista a Cristina Fernández y se llevará a cabo el jueves en un enorme predio al aire libre del mercado central de frutas y verduras de Buenos Aires, situado en las afueras de la ciudad.
Según un informe reciente divulgado por la prensa local, la primera dama es la postulante a la presidencia que más invierte en la campaña para los comicios del domingo.
La candidata del Frente por la Victoria prevé gastar en la campaña un total de 14,2 millones de pesos (4,4 millones de dólares), informó el diario La Nación con base en datos aportados por las fuerzas políticas a la Justicia electoral.
Elisa Carrió, candidata por la Coalición Cívica, planea desembolsar 3,8 millones de pesos (1,2 millones de dólares), mientras que Lavagna informó de gastos totales previstos por 1,2 millones de pesos (unos 379.000 dólares).
Los partidos políticos tienen por ley un tope de 40 millones de pesos (12,5 millones de dólares) para gastar en proselitismo y cuentan con un plazo de 45 días luego de la celebración de los comicios para presentar un informe final de todos sus gastos de campaña.
Fuente: unovision

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