martes, 23 de octubre de 2007

El estres de los argentinos

En El atroz encanto de ser argentinos, Marcos Aguinis advierte que para conquistar el futuro "hará falta restablecer la mentalidad prometeica que existió apenas hace un siglo: la de hombres y mujeres dispuestos a torcer la voluntad de los dioses, si era necesario, para escamotearles la felicidad". El estado del argentino actual, sin embargo, parece muy lejos de ese ánimo titánico. Según una encuesta de TNS Gallup para LA NACION, cuatro de cada diez sienten que les falta la energía, tres de cada 10 están estresados y dos de cada 10 dicen estar deprimidos. Esos números aumentan entre las mujeres: mientras un 27% de los hombres menciona haber padecido estrés, un 36% de las mujeres declaran lo mismo; en cuanto a la falta de energía, ellas llevan la delantera con un 45% contra un 36% de ellos. La misma situación se da para la depresión: es más frecuente entre el género femenino (22%) que entre el masculino (13%). Pero hay algo tal vez más preocupante que todo lo anterior: la mitad de los jóvenes encuestados admitió haber experimentado alguna de las tres dolencias (estrés, falta de energía o depresión) en los últimos doce meses. En el país, el estudio incluyó mil entrevistas frente a frente. Sin embargo, para la doctora Irene Melamed, coautora del capítulo de adolescencia de las Guías para la Supervisión de la Salud de Niños y Adolescentes de la Sociedad Argentina de Pediatría, cuando se realizan investigaciones relacionadas con el estrés hay que ser muy precisos para definirlo, debido a que en ocasiones el término no se utiliza correctamente. "Cuando hablamos del estrés ¿todos hacemos referencia a lo mismo? -se pregunta Melamed-. En el mundo en general y en América latina en particular nos preguntamos si existen una o más adolescencias. ¿Quiénes padecen estrés? Los adolescentes en situación de pobreza experimentan estrés relacionado esencialmente con sus escasos proyectos de futuro y con tener que enfrentar cotidianamente la violencia y la privación. Los jóvenes con menores niveles de carencias también lo padecen, en ocasiones por estar sometidos a presiones relacionadas con las exigencias de la vida cotidiana que prioriza la cultura del «tener» en vez del «ser». El hostigamiento entre pares es fuente de estrés para quienes lo padecen y asimismo para quienes lo promueven, y genera un intenso sufrimiento." El sondeo revela que tanto el estrés como la falta de energía son trastornos más frecuentes cuanto mayor sea el nivel socioeconómico. La depresión, por su parte, afecta en mayor medida a los niveles extremos -alto y bajo- y "perdona" a la clase media. "Todos los adolescentes y jóvenes en mayor o menor medida experimentan estrés que genera dolencias y se expresa a través de molestias en el cuerpo y emocionales -dice Melamed-. ¿Qué hacemos? ¿Podemos erradicarlo de nuestras vidas? Es poco probable. Por eso, hay que discutir acerca de los mecanismos que nos protegen de él, entre los que se encuentran factores personales, el entorno, los vínculos familiares y sociales. Un acompañamiento adecuado de los adultos, si bien no evitará el estrés, puede producir un cambio significativo en las vidas y proyectos de los jóvenes."
Según un estudio de TNS Gallup
Cuatro de cada diez argentinos sienten falta de energía
LANACION.com Ciencia/Salud Martes 23 de octubre de 2007

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