sábado, 20 de octubre de 2007

Aumentan las tasas nominales, pero no las reales

Por Juan Carlos de Pablo
La tasa de interés nominal es la tasa "en pesos", mientras que la tasa de interés real es la tasa "en bienes". Ejemplo: si llevo $ 100 a un banco, y a los 30 días me devuelven $ 120, la tasa de interés nominal es 20% mensual.Para saber cuál es la tasa de interés real necesito saber qué le ocurre a la tasa de inflación durante los 30 días que dura el depósito. Si durante el mes en cuestión los precios también aumentan 20%, entonces cuando me devuelvan el depósito, con los $ 120 compraré la misma cantidad de bienes que compraría hoy con los $ 100 si no realizara el depósito. Cuando esto ocurre decimos que la tasa de interés real es 0%.Exactamente lo mismo ocurre con los créditos. Si me prestan plata a un año para financiar la fabricación de cartón, teniendo que devolver el doble de la cantidad de pesos que me prestaron, y durante dicho período el precio del cartón también se duplica, la tasa de interés nominal es de 100% y la real de 0%.Así como hay una tasa de interés nominal, hay tantas tasas de interés "reales" como modificaciones de precios resulten relevantes. Así, para quien está pensando en mantener sus ahorros en pesos o en dólares, la tasa de interés real será calculada en base a la tasa de interés nominal en pesos, y a la expectativa de devaluación de la moneda local durante la duración del depósito; los fanáticos del fútbol compararán la tasa de interés nominal en pesos, con la expectativa del aumento del precio de las entradas a los partidos; y el fabricante del cartón la comparará con el aumento esperado del precio de dicho producto, no con el del nivel general de los precios mayoristas.

De todo esto me acordaba la semana pasada, cuando como consecuencia del aumento de las tasas de interés que las instituciones financieras pagan y cobran, más el hecho de que las referidas entidades "cortaron" los créditos de la noche a la mañana, el Presidente de la Nación les pidió a los banqueros "por favor, muy educadamente, que bajen las tasas y generen créditos para la producción y el consumo. Si no firmaré la resolución que hoy me trajeron [Miguel Peirano o Guillermo Moreno]". ¿Y Martín Redrado, a todo esto?
Aquí y ahora están aumentando las tasas de interés nominales, pero no necesariamente las tasas de interés reales (algunas de las cuales probablemente estén disminuyendo), porque –excepto para el Gobierno, que sigue manteniendo que el INDEC mide el índice de precios al consumidor "de manera perfecta"-, la tasa de inflación también está aumentando.Por consiguiente lo que el Presidente de la Nación pretende es reducir las tasas de interés nominales, lo cual implica hacer caer muchísimo más las tasas reales (se entiende el entusiasmo con el cual la iniciativa fue recibida por algunos líderes del sector industrial, representantes de deudores que quieren pagar lo menos posible por los créditos). El único problema que tiene la propuesta es… la realidad. Puede ser que en épocas como éstas la intermediación financiera aumente la distancia entre las tasas de interés activas (las que les cobran a los deudores) y pasivas (las que les pagan a los ahorristas). Pero no están en condiciones de aumentar la tasa activa sin que aumente la pasiva –insisto, nominales, no necesariamente reales-, y esto nunca resulta ser una decisión autónoma de los banqueros, sino una respuesta a lo que están haciendo los ahorristas.Los cuales parecen estar pensando que "todo estará fenómeno", según la óptica oficial, pero cuando se juntan problemas objetivos, un gobierno que termina que no hizo de la gestión un punto central, un nuevo gobierno del cual sólo sabemos que comenzará aplicando un Pacto Social, y un recuerdo de lo que costó no estar alerta en momentos turbulentos, mejor ser precavidos. En estas condiciones la mezcla de "persuasión/amenaza" oficial para que caigan las tasas de interés nominales, y con más razón las reales, implicará mayor caída de depósitos en pesos, mayor presión sobre el dólar y mayor caída de reservas del BCRA. No hay nada conspirativo en esto, sólo la suma de innumerables decisiones individuales adoptadas por personas que no coordinan sus acciones entre sí, sino que miran la misma realidad.
Fuente: revista Fortuna

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