sábado, 11 de agosto de 2007

Viejo yo?

Cada vez son más y cada vez viven mejor. Los nuevos adultos mayores, hoy no están dispuestos a entrar en cuarteles de invierno. Luces y sombras de este fenómeno


El mundo está ante el umbral de una nueva y potente tendencia: el fenómeno de los adultos mayores. Cada vez son más -representan el grupo con mayor crecimiento demográfico del planeta- y, gracias a los avances de la medicina, cada vez viven mejor.

Hombres y mujeres que hoy rondan o han pasado los 65 años -entre ellos los célebres babyboomers, hijos del boom de natalidad de la posguerra, como Bill Clinton, Steven Spilberg, Paul McCartney o Mick Jagger- no están dispuestos a entrar en el cono de sombra que antes les hubiera deparado la edad. Un porcentaje importante de esos adultos tiene la suficiente solvencia económica como para hacer de ese bonus-track de vida un buen momento.

Y el mercado, ávido de nuevos horizontes, ya los descubrió: en EE.UU., los mayores de 50 años acumulan más riqueza y poder de gasto que ningún otro grupo en la historia.

En los últimos 50 años, desde 1950 a 2000, se triplicó la cantidad de mayores de 60 años en el mundo: hoy son 606 millones de personas. Pero se espera que, para 2050, la cifra ronde los dos mil millones, según un informe de Naciones Unidas. Es decir que, entre el año 2000 y el 2050, los adultos mayores pasarán de ser el 10 por ciento de la población global a ser el 20 por ciento.

La tendencia, aseguran, se sentirá con fuerza en países en vías de desarrollo. El Departamento de Censo de Estados Unidos señala que el 59 por ciento de los mayores de 65 años, en el año 2000, vivía en países en vías de desarrollo, y que esos países alojarán, en 2030, al 70 por ciento de ese segmento poblacional. Según esa fuente, Argentina ocupa el puesto número 22 en el ranking mundial de países con más habitantes mayores de 65, a juzgar por el año 2000. Y se estima que, para 2030, esa cantidad se duplicará en nuestro país.

En una investigación publicada en 2005 por la consultora internacional Deloitte, Riqueza y Sabiduría: Atendiendo las necesidades de los consumidores mayores , se concluyó que los consumidores mayores de 50 años son una fuerza económica en crecimiento que va a transformar múltiples industrias como no lo hizo ningún otro cambio demográfico reciente en la historia. "Desde el cuidado de la salud al comercio minorista, de los viajes a los servicios financieros y desde el entretenimiento a la electrónica, los consumidores mayores van a demandar productos y servicios hechos a la medida de sus necesidades", detalla el informe.

En EE.UU., la fuerza económica de ese segmento etario no es para menospreciar: los consumidores mayores de 50 años gastan anualmente más de 1.7 billones de dólares en productos y servicios. Y representan así casi la mitad del gasto de consumo de ese país.

En Argentina, en donde en el segundo semestre de 2005 -según la Encuesta Permanente de Hogares del Indec- un 20,2 por ciento de los mayores de 65 se ubica dentro de la clase media alta, los especialistas coinciden en que en los próximos cinco años la tendencia empezará a verse fuertemente reflejada en el mercado.

Preconceptos culturales

Los "nuevos viejos" se sienten ciudadanos, autónomos, activos, y no leen el aterrizaje en la tercera edad como el otoño de sus vidas. Y menos aún habiendo en este grupo de adultos mayores tantos hijos del "baby boom". Como generación que modificó estilos de vida en lo que se conoció como la revolución de la cultura juvenil, lo primero que rechaza es el trazado de un perfil homogéneo. Los "boomers" fueron la generación más heterogénea de todas. Y no esperan estandarizarse con patrones comunes en su vejez, término al que muchos ni siquiera nombran.

La investigación de Deloitte se pregunta qué está haciendo el mercado para absorber semejante grupo de peso. Es un grupo que presenta palpables cambios biológicos -en la movilidad, la flexibilidad, la elasticidad, la fuerza, la visión y la audición-, cambios psicológicos -en su memoria y capacidad de absorber información-, cambios sociales -en cuanto a los roles familiares y estilos de vida- y cambios económicos -porque deben replantear sus ingresos e inversiones-. Todos estos cambios impactan en su forma de consumo.


Diseños de autos y de electrodomésticos adaptados a la edad, Kambil menciona el avance en los desarrollos turísticos, no justamente para los amantes de los baños termales. Así, destaca el viaje intergeneracional que propone Disney desde el 2003. Son los "Magical Gatherings", a donde los intereses y espacios son compartidos por la familia a pleno, de bisnieto a bisabuelo, todos en compañía del omnipresente mamífero roedor, Mickey.

Concentrado en no perder porciones de esta descomunal torta, hasta el reino del "hágalo usted mismo" trampeó su slogan. La cadena Home Depot inventó la variante del "lo hacemos por usted". La estrategia resultó exitosa: el nuevo servicio recibe 11.000 pedidos diarios de estadounidenses que masticaron años verdes de hacerlo por sí mismos hasta que maduraron a otra etapa.

También el mercado inmobiliario busca acercarse con el desarrollo de viviendas "amigables" para que la gente pueda preservar autonomía. Crece el desarrollo propiedades sin barreras arquitectónicas, con barandas y espacios para que circulen las sillas de ruedas; con servicios de paleado de nieve, cortado de pasto y hasta limpieza de canaletas incluidos.

Pero en el vivir mejor no todo tiene que ver con la adaptación de productos a las limitaciones de una edad. En la Universidad de Michigan hay una sede de la Comunidad Universitaria para personas Jubiladas. Con el objetivo de brindar un entorno académico estimulante para adultos mayores, ya se desarrollaron en ese país 50 centros de viviendas dentro del campus universitario o cerca de ellos, y hay otros 50 en construcción. Así, algunos adultos mayores retoman estudios, dan clases, circulan por la biblioteca y participan de actividades extracurriculares.

También en nuestro país las propuestas universitarias ampliaron su convocatoria. A imagen y semejanza de los modelos franceses, desde los años 80 se reprodujeron en Argentina los modelos de universidades para la Tercera Edad que hoy ya son 20 en todo el país. Siguiendo a la precursora de Paraná, la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), que tiene cerca de 1000 adultos mayores, participó este año en el XII Encuentro Nacional de Programas y Departamentos Universitarios para la Mediana y Tercera Edad.

Y al reino de internet -en donde los grandes son llamados "inmigrantes digitales" (a diferencia de los más jóvenes, nativos digitales)-, también llegaron camadas de mayores dispuestos a hacer uso de las bondades del nuevo milagro tecnológico, aunque, pese al empeño por navegar, las tipografías pequeñas y el lenguaje casi siempre en sintonía con los más jóvenes no facilitan el acceso de los adultos mayores al mundo virtual.

¿Cómo lograr una longevidad exitosa, con participación social y económica?
"Los adultos mayores tienen habilidades que ya están siendo reconocidas en el mercado laboral. Muchas empresas del mundo colocan a los jóvenes en los sectores innovadores, pero a sus empleados más grandes los posicionan en áreas vinculadas a ética y gerenciamiento," dice Redondo, que es asistente externa del Programa para las Américas de la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS).


Guillermo Oliveto, CEO de la consultora CCR, especializada en investigación de mercado, lo pone en estos términos: "Ahora los longevos no son casos aislados y muchos tienen conciencia de que van a tener ese bonus track de más años de vida. Esto cambia la mirada hacia la generación de los adultos mayores. En todo el mundo, y Argentina está incluida, se empieza a reivindicar el respeto a la experiencia, la capacidad de reflexión y los saberes de la tercera edad".


Consumidores y emprendedores


Un mercado virgen. En nuestro país existe un mercado virgen de bienes de consumo y servicios orientados al segmento de adultos mayores de 65 años que tendrá desarrollo en los próximos cinco años, de acuerdo con los cálculos de Eduardo Sebriano, Bussines Intelligence Manager de Nestlé Argentina.
Por ejemplo, productos alimentarios con más contenido de nutrientes y mayor absorción de vitaminas que podrían ser presentados en envases más pequeños, con tipografías de mayor tamaño y sistemas para abrir y cerrar que requieran menor esfuerzo.



El caso norteamericano.
En los Estados Unidos, los mayores de 50 años representan casi la mitad del gasto de consumo en un mercado que se esfuerza por integrarlos: revistas para atletas mayores, sitios de Internet con información, juegos y humor y hasta un canal de televisión (Retirement Living TV). Por Internet, los adultos mayores pueden comprar productos adecuados a sus necesidades: un set de tres lamparitas que se encienden en la penumbra, cordones elásticos que difícilmente se desaten, manijas cómodas para ajustar cierres y botones de las prendas y martillos con fibra de vidrio y mango antideslizante, entre miles de productos.




Excesiva juventofilia.
"Hacen falta muchos años para llegar a ser joven" es el lema de Gabriel Dreyfus, un publicista de 60 años que se ubica entre los que se reciclan y comienzan de nuevo cuando grandes. Este año abrió una nueva agencia de publicidad y denuncia que hay "excesiva juventofilia" en el mundo publicitario de nuestro país, ya que escasean los colegas de su edad. Sin embargo, él argumenta que Beethoven y Picasso también dieron los mejores frutos en su madurez.


Preservar la independencia

Tiene 81 años y, desde hace dos, el ingeniero Rafael Kohanoff está a cargo del departamento del Instituto Nacional Tecnológico (INTI) que se dedica a Tecnologías para la Discapacidad y la Tercera Edad. Desde allí trabajan en el desarrollo de prototipos de elementos que podrían fabricarse en el país y ayudar a los mayores a preservar mayor independencia. “Los mayores se deprimen cuanto más se sienten un estorbo para su entorno”, dice Kohanoff.

Nota: estaría bueno hacer una ciudad Slow para mayores de 60 años

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