Verónica de Miero cambió sus tableros de arquitecta por las telas impermeables y las pasarelas y armó Seco Rainwear, la primera firma especializada en ropa para lluvia que seduce a las consumidoras más diversas: entre ellas, la actual primera dama, Cristina Fernández de Kirchner.
La emprendedora, de 27 años, fabricaba pilotos en forma particular y luego de trabajar un tiempo en International Brand Group -la empresa que maneja las marcas Lacoste y Paula Cahen d Anvers- decidió apostar al proyecto propio.
Lo primero que hizo fue una pequeña investigación de mercado, con la que reconoció que las casas de ropa tenían "algún que otro piloto o impermeable", y que "no había en el mercado una marca moderna especializada en ropa de lluvia".
Entonces, decidió especializarse en este último segmento, en el que tenía alguna experiencia. Para arrancar contó con el apoyo de un grupo de arquitectos conocidos, que aportaron la inversión inicial de 100.000 dólares.
"Abrimos el local en Palermo en 2003, cuando el barrio no era lo que es ahora en diseño. Elegimos los talleres y empezamos. Desde un principio, los diseños quedaron a mi cargo. Yo ya venía haciendo la ropa por mi cuenta y tenía en claro cómo quería las colecciones y los accesorios", recordó De Miero.
"Nos concentramos en productos modernos, diferentes de los pilotos tradicionales que se pueden encontrar en otros lugares. Las colecciones son divertidas. Hay impermeables con tachas, sombreros de charol y PVC, paraguas de plástico con puños de acrílicos y brillantina o aplicaciones de canutillos y plumas. También tenemos botas con mucha onda, con aplicaciones de tachas de bronce", añadió la empresaria, que apunta a una consumidora joven de entre 16 y 40 años.
Las primeras semanas fueron duras, pero a los cuatro meses de iniciadas las operaciones, las cosas se complicaron más.
Los socios de la emprendedora decidieron abrirse del proyecto para dedicarse por completo a sus profesiones, y De Miero tuvo que seguir adelante sola. "Fue muy difícil. Yo tenía apenas 26 años y no sabía mucho sobre cómo manejar el asunto, pero seguí adelante y crecí. Si bien al principio no se vendía lo suficiente, la gente fue incorporando la marca y esto llevó su tiempo", sostuvo la emprendedora.
"Ahora veo que vendo un montón, y fue con trabajo duro. Pero la gente te da una respuesta que a veces es difícil de creer y te ayuda mucho. Tengo varios clientes que me recomendaron y así se va creciendo. Un día incluso vino Cristina Fernández de Kirchner; no lo podíamos creer. A ella le hice dos impermeables a medida", añadió.
La ciudad de la lluvia
Actualmente, Seco Rainwear factura entre 25.000 y 30.000 pesos por mes, y la emprendedora tiene ganas de ampliar el potencial de la marca con franquicias.
"Me gustaría tener otros locales como Seco Rainwear, pero estoy en la etapa inicial haciendo las averiguaciones para presentar franquicias. El modelo no nos complica porque podemos producir para uno o para 20 negocios con los talleres que tenemos hoy. Además, no me siento preparada para dar el salto de otro local propio", explicó la diseñadora.
En los nuevos negocios, no habrá únicamente ropa para lluvia, ya que De Miero amplió recientemente su oferta para tener una propuesta más integral y mayor rentabilidad.
"Mantenemos el concepto de la marca pero en prendas como camperas de pana, jeans y remeras. Por ejemplo, tenemos remeras con estampados que dicen «inestable». Igualmente, Seco Rainwear se hizo conocida por todo lo que es de lluvia y me vienen a buscar más por este tipo de ropa", dijo.
La emprendedora ya está presente con sus prendas en Londres, la ciudad de la lluvia, y quiere seguir avanzando sobre nuevos mercados.
"Hicimos un desfile en la embajada y estamos abiertos al envío de muestras. Hoy siento que estoy a mitad de camino y que mucho está por venir", concluyó.
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