viernes, 10 de agosto de 2007

Todo en accesorios para los más chicos


Tres mujeres combinaron sus profesiones, experiencias y veinticinco años de amistad para armar Despensa para Chicos, un emprendimiento de accesorios, juegos, ropa con marca propia y libros que este año facturará 440.000 pesos.

Carola Garfunkel, Natalia Grinstein y Mariana Vaisman se conocen desde chicas y se consideran prácticamente hermanas. Las tres comparten la experiencia de la maternidad y hace tres años decidieron armar una propuesta en la que "las mamás pudieran vestir a los chicos de pies a cabeza y llevarse algún juego para disfrutar con sus hijos".

Las amigas se apoyaron en sus profesiones para poner en marcha la empresa. Grinstein, que es diseñadora, se ubicó en el área textil y se encargó de elegir las primeras colecciones, combinando ropa de terceros con algunas prendas que hicieron en talleres tercerizados.

Garfunkel, licenciada en administración, se acomodó con las cuestiones contables y administrativas, y Vaisman se quedó con el área vinculada a la tecnología a partir de su experiencia en portales como Educ.ar.

El trío invirtió 20.000 dólares en la refacción del local, la compra de mercadería y la folletería. En marzo de 2003 registró la marca y comenzó con las ventas.

Armar un catálogo

"Al principio no sabíamos bien cómo comprar. Nos gustaba una remera y pedíamos un montón de mercadería, que después nos quedaba en el negocio. Pero fuimos aprendiendo y armamos con mucho cuidado una lista de 104 proveedores", recordó Garfunkel.

"Pusimos mucha atención en elegir los productos. Somos quisquillosas, porque en este negocio no podés poner cualquier cosa. Estamos hablando de chicos de hasta 12 años, que pueden tener un accidente con un juguete", agregó.

Durante los primeros meses de operaciones la empresa comercializó colecciones propias de indumentaria en baja escala y sin marca propia. Hace un año y medio registró Mumei y se lanzó al mercado mayorista.

Según Garfunkel, las primeras incursiones en este último mercado fueron sin marca, pero los pedidos comenzaron a crecer y decidieron posicionarse con un nombre propio. "Así nació Mumei, que definimos como ropa con magia. Son colores innovadores y diseños diferentes. Veíamos muchas grandes marcas que insistían en líneas clásicas y poca variedad, y propusimos algo diferente, con tejidos propios que mandamos a confeccionar. La verdad es que tuvimos muy buena aceptación y nos empezamos a presentar en ferias y exposiciones", destacó la empresaria.

En poco tiempo la marca consiguió presencia en el Gran Buenos Aires, Rosario, Córdoba, Bahía Blanca, Santa Cruz, Venado Tuerto y San Nicolás. Los próximos pasos estarán centrados en la expansión de Mumei, con nuevas colecciones y distribuidores. Y está en carpeta la producción de una línea de accesorios con cambiadores, baberos y portachupetes.

Las franquicias también aparecen como una posibilidad para Despensa para Chicos. Las socias tuvieron pedidos cuando iniciaron operaciones, pero no se sintieron preparadas. Ahora están listas y aguardan a los interesados.

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