sábado, 11 de agosto de 2007

El once

Quince manzanas para recorrer, comparar y aprovechar ofertas.

El circuito de compras del barrio de Once atrae cada vez más gente que busca oportunidades y buenos precios. Hay una calle para cada rubro: ropa, bijou, telas, juguetes.


Para muchos, las calles que forman el paseo de compras del Once pueden marear. Es como un "no sé por dónde empezar" que tiene su razón: hay más de 600 negocios en apenas quince manzanas, que ofrecen variadísimos rubros. En los últimos meses, la zona resurgió con un incremento en la cantidad de gente que busca oportunidades.

El "mapa de las ofertas" está ubicado entre la avenida Pueyrredón, Viamonte, Junín y Bartolomé Mitre. Allí, la tradición de venta mayorista cedió a los bolsillos cada vez más flacos de la gente y ahora casi todos los comercios ofrecen también precios por menor (igual, conviene consultar porque la diferencia suele ser importante).

Para evitar cansancios innecesarios, se puede orientar el paseo según lo que se busque: hay predominio de determinados rubros según las calles.
Así, en Uriburu están los locales de souvenirs, en Pasteur se ofrecen accesorios y bijou, en Azcuénaga hay telas y tapicerías, y en Lavalle se encuentran salderías de telas. Sobre Corrientes, y a lo largo de Paso, se amontonan las casas de venta de ropa. Y por Castelli y Valentín Gómez están los negocios más económicos (aunque suelen ofrecer prendas de inferior calidad).

El barrio de Once vivió su apogeo durante las décadas del 60 y 70. A fines de los 80 la cantidad de público empezó a caer, pero con la estabilidad y la vuelta del crédito la zona repuntó en los 90. A partir del 96, sin embargo, las ventas comenzaron a bajar debido a la competencia de los shoppings, hasta tocar fondo el último diciembre. Los empresarios, sin embargo, ahora notan mucho más movimiento.


Lo que ocurre es que la gente empieza a optar por reciclar y ser creativo para decorar, vestirse o fabricar para vender. El Once es ideal para esto porque ofrece telas, elementos para armadores de bijouterie, para hacer velas, mercerías y artículos por mayor.

A Héctor y Silvia Feil no les alcanzan las manos para cruzar la calle con sus tres hijas y la media docena de bolsas. "Compramos ropa para todos, gastamos la mitad que en otros negocios y nos alcanza para comprarles algún juguete a los chicos", afirman.

A los comercios de rubros tradicionales, se suman algunos hiperespecializados. Hay promoción de "talles especiales" para hombre y mujer; vidrieras sólo de chinelas o de corbatas; un sector de cotillón y disfraces (con un negocio sólo de globos); una cuadra que tiene media docena de locales de gorros a los que se les puede bordar cualquier inscripción; locales específicos para novias, madrinas, bautismos y comuniones; negocios de ropa hindú y japonesa

No es habitual encontrar productos de marcas reconocidas en Once. Las pocas excepciones están en las casas de deportes y las lencerías.

Telas, mercería, hilandería, sábanas, toallas, tapicerías, marroquinerías, accesorios, bijouterie y elementos para armadores, jugueterías, papeleras, productos importados negocios especializados en velas y regalos, ropa de mujer, de hombre y de chicos, souvenirs, relojerías, decoración, lencerías.
Una cuadra para cada gusto, para cada rubro y para cada presupuesto.

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