
El caso de Erik Lamela, el chico de 12 años de River que estuvo a punto de irse a Barcelona, tiene algunos ejemplos similares en el basquetbol argentino. Es que como los controles para evitar el ingreso de extranjeros o comunitarios en España e Italia son cada vez más estrictos, la salida parece ser llevarse a los talentos a jugar en la cantera para que más tarde no ocupen plazas de extranjeros.
En Rosario se armó un gran revuelo por la historia de algunos chicos que se fueron a temprana edad y en una investigación que realizó el diario El Ciudadano, el abogado Cristian Le Bihan explicó algunas cosas: "La Constitución es clara: los chicos son de los padres, no de los clubes. Ellos son los que deciden".
Algunos padres, que prefirieron no hacer públicos los casos para evitar la exposición mediática de sus hijos, comentaron: "Por supuesto que me duele que mi chico se vaya y sufro porque lo extraño. Pero cómo voy a impedirle que estudie en una buena escuela en Europa, que se entrene con un equipo importante y tenga un futuro mejor. Imaginate que antes de firmar nada me aseguré que iba a tener una buena casa, que coma bien y tenga tutores responsables. El quería intentarlo y decidió irse, yo no puedo cortarle las alas".
El estatuto de la FIBA dice que si un jugador menor de 18 años deja el club, el equipo comprador debe pagar un dinero por el derecho de formación. Un ejemplo que cuadra perfectamente en este caso es el de Alejandro Bortolussi, de 15 años, que está jugando en la cantera de Unicaja Málaga. "Me hablan de derecho de formación, pero un chico a la edad de cadete tiene nada más que dos horas de entrenamiento semanal en su club. Y el entrenador es un jugador de 25 años que en el mejor de los casos cobra 100 pesos por mes. A Europa llevamos talentos naturales, lunguitos que juegan bien y se forman allá. De todos modos, yo me encargué que por el pase de Alejandro Bortolussi el Náutico Sportivo Avellaneda reciba de Málaga exactamente lo que pidió: tableros, pelotas y el piso para la cancha", contó Le Bihan a LA NACION.
Y completó: "Nadie roba jugadores. Por cada pibe que se va, yo me voy a asegurar de que el club reciba la cifra de dinero lógica. La esclavitud se abolió hace tiempo y nadie puede ser tan mediocre de prohibirle a un chico crecer y desarrollarse en un país mejor".
Le Bihan también maneja el destino de Cristian Cortés, un chico de 13 años que juega de base y podría irse a Valencia: "El problema es que por una reglamentación en España, un extranjero no puede jugar los torneos hasta los 15 años. Yo ahí ya no me meto. El chico y los padres deben decidir si es conveniente viajar y pasar un tiempo entrenándose, pero sin jugar".
También es conocida la historia de Fabricio Vay (integró varias las selecciones juveniles), que se fue a los 16 años a jugar a Pamesa Valencia (ahora tiene 17 y actúa en Castellón). La cosa no fue fácil, porque su madre no quería dejarlo solo. Pero el club español estaba tan interesado que le consiguió un trabajo para que se vaya a vivir con él.
Diego Maggi, ex jugador de la selección nacional y actualmente agente de jugadores, alerta sobre otros tipos de venta de jugadores: "Si hay casos concretos, que se trabajan con clubes serios, me parece bien. Pero algunos se llevan grupos de pibes de gira, para probarlos. A ver si entran por acá o por allá y si no tienen suerte se vuelven. Eso a mí ya no me gusta, por eso prefiero evitarlo".
Apuntes
Se ofrecen en campus
Son comunes los campus en el país para que los extranjeros elijan jóvenes argentinos. Por mail se anuncian reuniones, como la del agente español César Nanclares (el 26 y 27 del actual en Esquina, Corrientes): “No hay límite de edad, pero es fundamental que sean o puedan ser comunitarios”.
Compras por TV
Hasta hace unos meses, en América Sports se emitía el programa “Minibasquet de Primera”, que mostraba compactos de partidos con chicos de 10 a 12 años. Varios dirigentes locales llamaron a la productora preguntando los teléfonos de los futuros talentos.
Hasta la NBA los quiere
Dallas y Detroit fueron los primeros en incorporar a su staff a reclutadores de talentos en América del Sur. Casualmente los dos elegidos son argentinos: Lisandro Miranda y Guillermo Vecchio, respectivamente. Ambos viajan a todos lados para observar cualquier torneo de menores.
El acuerdo Tau-Boca
Tau Cerámica, de España, tiene un acuerdo con Boca por el que se lleva un jugador por año a cambio de 80.000 euros. El primero en partir fue Diego Guaita, y próximamente podrían irse Juan Sartorelli o Matías Sandes. Otros clubes argentinos intentan conseguir acuerdos similares.
Rey de la calle
Hace un mes, Juan Jasen (hermano de Hernán, que juega en Estudiantes de España), ganó un torneo callejero de uno contra uno que se hizo en Madrid y recibió el premio de Pau Gasol.

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