Sin más preámbulo, las etapas son:
1. Euforia inicial
Todo bloguer al empezar su blog se afana en desarrollar o encontrar una plantilla adecuada, busca cualquier widget que puede añadir a su bitácora. Los primeros posts fluyen sin problemas e incluso puede que alguno logre cierto eco si el bloguer sabe como moverse en la blogosfera.
2. En espera
Una vez que hemos creado nuestro blog el objetivo es conseguir tráfico y lectores. Comprobamos compulsivamente el número de visitantes del blog, los suscritos y los enlaces que empiezan a llegar.
Posteriormente puede suceder, que tu blog siga creciendo como la espuma o que permanezcas en un estado estacionario en el que el crecimiento del blog sea mucho más lento.
3.- Frustración
Acabada la euforia inicial y el trabajo posterior muchos bloguers empiezan a pensar que todo el esfuerzo invertido no ha valido para nada. No son capaces de encontrar ese post, esa idea, que suponga un punto de inflexión. Desarrollan buenos artículos, enlazan a otros blogs, esperan y… esperan. Consiguen algún que otro link pero nada que recompense el tiempo y el esfuerzo invertido.
Hacerse notar comienza a parecer una tarea bastante complicada. La ilusión empieza a decaer lentamente aunque alentada por algún pequeño éxito el bloguer se mueve entre la decepción y el optimismo.
Se empieza a perder la motivación y en muchos casos se abandona en esta etapa.
4.- Alienación
El bloguer pierde la imagen de una blogosfera amable y se lanza cuesta abajo hacia el abandono. Es una fase en la que se combinan largos períodos sin postear con otros de mucha actividad en un último intento de pegar un giro a la situación
5.- Abandono
El bloguer desmotivado elimina su blog o lo deja abandonado a su suerte. Las cosas no han salido como se esperaba o simplemente se ha perdido el interés.
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