domingo, 1 de julio de 2012
El Mercosur invitó a toda la región a sumarse al bloque
En las deliberaciones secretas de la 43ª Cumbre del Mercosur, que se realizaron anteayer en esta ciudad, los tres presidentes del bloque regional -la Argentina, Brasil y Uruguay- formularon una invitación formal al resto de los países de América del Sur para que se incorporen al Mercosur como socios plenos, tal como habían decidido hacer minutos antes con la República Bolivariana de Venezuela.
Los tres presidentes hicieron esa oferta. Cada uno por separado. El objetivo es ampliar el mercado común a todo el continente. Se eliminarían, así, las barreras arancelarias en ese gran bloque, pero se lo cerraría con medidas de protección industrial para prevenir el impacto de la crisis económica de la eurozona.
Los efectos de esa debacle, estiman ellos, durarán varios años.
El Mercosur tiene hoy cuatro miembros plenos: la Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, ahora suspendido debido a que se le aplicó la cláusula democrática, por la destitución de Fernando Lugo, hasta las elecciones presidenciales de abril próximo.
El 31 de julio próximo, según se anunció anteayer, se sumará Venezuela como socio pleno. La invitación a adherirse en la misma condición está dirigida tanto a Chile y Bolivia, que ahora son miembros asociados, como a Ecuador, Perú, Colombia, Guyana y Surinam.
Se trata de los mismos doce miembros plenos de la Unasur. El Mercosur quedaría así como un mercado común en espejo con la Unasur, que es un bloque político.
Esta propuesta, reservada, no fue anunciada en la declaración final de la cumbre de presidentes del Mercosur ni en las conferencias de prensa posteriores. Pero según pudo saber LA NACION de altas fuentes oficiales, el objetivo de esa ampliación, promovida por la presidenta Cristina Kirchner, consistiría en proteger a la industria local de la invasión de los productos con alto valor agregado de Estados Unidos y Europa una vez que sobrevenga la crisis.
En las deliberaciones del hotel Intercontinental, de la localidad mendocina de Guaymallén, la invitación también fue formulada enfáticamente por la mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, y por su par de Uruguay, José Mujica.
"Fue una invitación enfática pero aún en tono reflexivo. Habrá que encontrar las fórmulas en las próximas cumbres y a nivel técnico", dijo a LA NACION una alta fuente gubernamental.
Existen varios escollos por superar. Por ejemplo, muchos países, como Chile, Colombia y Uruguay, tienen tratados de libre comercio con terceras naciones. Ello obligaría a buscar maneras de normalizar y equiparar a todos.
ARDUAS NEGOCIACIONES
"No duraría años, pero sí se tendría que trabajar y conversar mucho. No va a ser fácil, pero se puede...", confió otro funcionario oficial.
Los países destinatarios de la invitación no respondieron. Ni debían hacerlo. Sólo escucharon la propuesta. No hay fechas ni plazos para aceptarla.
El asunto podría volver a tratarse en Río de Janeiro, cuando el 31 de este mes se vuelvan a encontrar los presidentes del Mercosur en una reunión especial para formalizar el ingreso de Venezuela.
El primero en hablar públicamente de incorporar al resto de los países sudamericanos al Mercosur fue Mujica. En una entrevista con el diario Tiempo Argentino, consideró que los nuevos socios plenos aportarían "diversificación, peso político y complementariedad".
Al igual que la Argentina y Brasil durante las sesiones secretas, Mujica fundamentó la iniciativa en que "con esta crisis debemos buscar vender un poco de valor agregado". Y señaló que el primer paso hacia esa ampliación a todo el continente fue el ingreso de Venezuela.
"Al parecer, el Mercosur decidió salir del corral en el que estaba hace años, flexibilizarse, invitar al resto de América latina a que se incluya y tener una política agresiva", opinó Mujica. "Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador pueden entrar", aseguró con entusiasmo. Uruguay también quiere ampliar el mercado común, pero luego cerrarlo a terceros países para evitar los efectos de la crisis.
La iniciativa no estará exenta de discusiones de alto tono. La primera ocurrió anteayer cuando Brasil, la Argentina y Uruguay suspendieron del Mercosur a Paraguay hasta abril de 2013, que no podrá participar de sus órganos, ni ejercer el voto y el veto. Y aprovecharon para decidir el ingreso al bloque de Venezuela, que era resistido por el Parlamento paraguayo.
El mismo Congreso que había destituido a Lugo fue castigado con la represalia de la humillación al soslayarse su opinión. Ahora Paraguay amaga con buscar nuevos rumbos, pero el Mercosur quiere ampliarse a toda América del Sur.
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