martes, 1 de mayo de 2012
Hablemos de dinero: estoy harta de mi trabajo de oficina
Hola Julieta, primero y principal no te sientas sola en este "drama": mi experiencia me dice que en la actualidad la gran mayoría de la gente está insatisfecha con su trabajo, pero no se anima a cambiar por miedo a quedarse sin ingresos.
El primer desafío que tenés que enfrentar es el de abandonar la mentalidad de empleado. ¿Quiénes son las personas con "mentalidad de empleado"?
Son aquellas cuya principal preocupación es qué día cobran el sueldo y si les estarán liquidando correctamente los beneficios, las que siempre están esperando que el jefe les diga lo que tienen que hacer, caso contrario se dedican a no hacer nada.
También son aquellos que nunca comparten la información con los empleados nuevos (porque tienen delirios paranoicos según los cuales todos quieren "serrucharles" el piso) y cuando llegan a un nivel de mando medio se atornillan y buscan hacer lo imposible para "conservar" su puesto.
Los ejemplos anteriores trabajan con hipótesis de máxima dado que todos los que estamos inmersos en el mercado laboral tenemos, en mayor o menor medida, mentalidad de empleado.
Por otro lado, si vas a trabajar por tu cuenta tenés que estimular tu creatividad. Mucha gente se asusta cuando se habla de esto porque piensa que creativo sólo puede ser un Steve Jobs y se siente (como todos nosotros y con justa razón) lejos de ese nivel de genialidad; pero creatividad se puede referir también a una idea sencilla, sobre un producto simple, que te genere ventas como para alcanzar los mismos ingresos que obtenés ahora.
Para ello debés tener en cuenta que existe una relación directa e inversa entre el nivel de comodidad de una persona y su capacidad creativa.
La creación se da en la incomodidad, en la imposibilidad, en la carencia.
Apuntar a un ingreso variable en lugar de un sueldo mensual, aguinaldo y vacaciones, no parece algo muy cómodo que digamos, y esa simple situación te pone en un estado de necesidad que hará que encuentres ideas y creatividad donde antes no había más que aburrimiento y pasatiempos.
Trabajar de algo que no te gusta equivale a pasar la mayor parte de tu vida haciendo cosas que solo hacés por dinero y, en la mayoría de los casos, dedicando tu tiempo a proyectos ajenos. De ahí que es normal que esto produzca estrés, irritabilidad, sensación de falta de tiempo y una infelicidad constante.
Nadie dice que el cambio de paradigma sea fácil. Frente a esto seguramente aparecerán dudas, temores, resistencias y cuestionamientos.
Sin embargo, Julieta, mi experiencia me dice que cuando una persona se da cuenta que lo más valioso que tiene es su tiempo, y que es necesario un cambio, como te está pasando a vos, esto suele imponerse con tal fuerza que es sólo una cuestión de semanas, o meses, el lograr tu independencia laboral y poder finalmente hacer lo que le gusta y vivir de ello.
Investigá, preguntá, comenzá de a poco haciendo pequeñas pruebas, visualizá tu nuevo trabajo y todo lo demás se irá dando solo, siempre con la seguridad de que el tuyo es el camino correcto hacia una mejor calidad de vida y disfrute.
Hablemos de dinero: estoy harta de mi trabajo de oficina
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