domingo, 20 de mayo de 2012
El trabajo eventual crece en el país
Es terreno desconocido y por eso está repleto de mitos, prejuicios y fantasmas. El empleo eventual es cuestionado por brindar, justamente, trabajo temporal y no permanente, porque el trabajador al que inserta en el mercado laboral no pertenece a la empresa a la que le vende su trabajo y por dar, en excepciones y según sus críticos, un empleo que es calificado como "precario".
Poco se conoce, en cambio, de las ventajas que atrajo esta modalidad de trabajo para muchos argentinos y de cómo crece en el país. Se trata de una actividad regulada por el Estado -hay 90 firmas habilitadas en el Ministerio de Trabajo- en la que se concuerda que, entre sus virtudes, aparece la pelea contra la informalidad, la mejora, el acceso de sectores marginales al mercado laboral y la mayor flexibilidad para empresas en tiempos de cambio.
El número de personas ocupadas por el trabajo eventual en la Argentina fue en 2011, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), de 92.140, lo que significó un incremento del 3,4% en relación con el año anterior. La mayoría se desempeñó en la industria (57,1%), tareas administrativas (19,2%) y ventas (3,3 por ciento).
Los datos oficiales estiman que cerca de un 33% de los trabajadores temporarios son jóvenes de entre 20 y 30 años, y un 75% son hombres. Casi la mitad (49%) del total tiene el secundario completo y sólo un 9% terminó una carrera universitaria.
"Somos una fuente interesante para acceder al empleo y, sobre todo, al primer trabajo para los jóvenes", cuenta Alfredo Fagalde, director regional de Manpower. "Lo que disgusta [de este sector] es que el trabajador no pertenezca a la empresa y no tenga un trabajo estable, pero no se pone el foco en si esta actividad ayuda o no a dar empleo a personas a las que les cuesta acceder al mercado laboral", esgrime.
Justamente, además de los jóvenes, el núcleo duro del desempleo -hoy en el 6,7%, siempre según el Gobierno- y la informalidad son otros segmentos a los que estas empresas dicen que ayudan a atacar. "Cerca de 4 de cada 10 trabajadores que incorporamos vienen de la informalidad", pone en números Fagalde.
Florencia Caccavo, directora de Centralización de Adecco, comenta que la firma debió abrir tres centros de capacitación luego de que detectaran que "algunas empresas usuarias no incluían a los trabajadores eventuales en las capacitaciones".
"Antes de que existiera el sistema de administración de trabajo temporario esto era trabajo en negro", comenta Ricardo González, presidente de Pullmen. Entre 2004 y 2011, la cantidad de trabajadores que sumó el trabajo eventual creció un 23,6 por ciento, según datos oficiales.
Todos los consultados por La Nacion coincidieron en que cerca del 40% de los que consiguen empleo por estas intermediarias logran quedarse efectivos. En forma global, estas firmas, reconocidas por la resolución 181 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como "agencias privadas de empleo", representan alrededor de 300 bocas de empleo, cubren 400.000 puestos de trabajo en el país y realizan cerca de 2 millones de entrevistas laborales en el año, según indicaron en Pullmen.
Las empresas de trabajo eventual están reguladas por los artículos 29 y 29 bis de la ley de contrato de trabajo (20744) -ver recuadro- y su funcionamiento fue reglamentado por el decreto 1694. Según el artículo 2 de esta última se las define como firmas que tienen "por objeto exclusivo poner a disposición de terceras personas a personal industrial, administrativo, técnico, comercial o profesional, para cumplir, en forma temporaria, servicios extraordinarios determinados de antemano o exigencias extraordinarias y transitorias de la empresa, explotación o establecimiento, toda vez que no pueda preverse un plazo cierto para la finalización del contrato".
"El trabajador eventual y el fijo tienen los mismos derechos obligaciones", resalta González, que incluso se anima a sugerir una política estatal de subsidios por desempleo para los que queden parados. "El trabajo eventual es trabajo decente y registrado", afirma Ricardo Wachowicz, presidente de Bayton.
"El trabajo eventual surge de la necesidad puntual de una empresa de cubrir determinados puestos de trabajo en forma temporaria", describe.
Por otro lado, las empresas que tercerizan funciones de otras firmas, con las que muchas veces se confunde al trabajo eventual, tienen una definición en la ley de contrato de trabajo (artículo 30), pero no una reglamentación de su funcionamiento. "En ese bache legal aparecen empresas truchas que producen mala imagen", dijo una fuente del sector.
La empresa que terceriza servicios o trabajos mantiene "la dirección y supervisión del trabajador", mientras que en el trabajo eventual esos trabajadores están "bajo supervisión de la empresa usuaria" o cliente. Esa firma es "solidariamente" responsable por el trabajador a pesar de que pertenezca a la plantilla de una compañía de trabajo eventual.
"Los costos entre sumar un trabajador efectivo o uno eventual son similares", relata Andrea Avila, directora ejecutiva de Sesa Select. "La empresa se evita los gastos de reclutamiento y selección, y logra flexibilidad para enfrentar picos de producción u otras cuestiones extraordinarias", agrega la experta que cuenta que la penetración de esta modalidad de empleo es del 0,4% en el mercado local, mucho menor que los porcentajes observados en los países desarrollados (entre el 2 y 4 por ciento).
Ante las críticas sobre algunas malas prácticas, sobre todo, en el trabajo rural, los ejecutivos son realistas. "Siempre hay cosas para mejorar. Que se haya puesto el foco en eso puede haber ayudado." Consultados por La Nacion, en el Ministerio de Trabajo no respondieron las preguntas sobre este tema
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