domingo, 30 de octubre de 2011

"El país vive en un consumismo a ultranza y eso se va a terminar"

Por Diego Cabot | LA NACION
Desde la oficina de Javier Casas Rúa, CEO de la consultora y auditora PricewaterhouseCoopers (PwC), se ve todo Puerto Madero. Contador al fin, el hombre se aproxima a los números a su manera. "Vamos a ampliar el lugar para comer. Tenemos 50 posiciones y queremos llegar a 150. Es que está muy cara la zona y la gente se trae su vianda", explica.

Así es Casas Rúa. Dice poco de lo que hablan sus colegas del mundo corporativo. Casi no se lo escucha hablar de la inflación, el tipo de cambio o los costos laborales. Pero habla -¡y mucho!- de la gente, el talento, la motivación, la sustentabilidad o la autonomía. Después de 30 años en la compañía, asumió como número uno de la filial local. "Quiero dejar mi huella", dice. Luego relata con detalle que primero está la gente. Cita a filósofos, pensadores o músicos. Jamás en toda la entrevista con LA NACION se refiere a un economista y poco a la coyuntura.

-¿Qué lo motiva para estar en este cargo?

-Hay tres aspectos clave. Primero es la autonomía. Todo el mundo necesita saber que trabaja para sí, trabaja para objetivos, realizamos tareas por libertad. La segunda tiene que ver con poner la vara cada vez más arriba, estar siempre desarrollándote. El tercero es el sentido de propósito. En esta oportunidad, lo que sentí es que ahora siento que es la oportunidad de dejar la huella y de crear un marco sucesorio, que no es menor.

-¿Cuál es esa huella?.

-Hay varias dimensiones estratégicas. Lo primero tiene que ver con las personas y el talento. Es un tema no menor. Hice varias investigaciones de jóvenes y valores como para poner el tema arriba de la mesa. El foco en la gente, happy people [gente feliz], happy clients [clientes felices]. Los clientes no son corporaciones, son personas. Porque dentro de una empresa hay personas y una marca en la que está envuelta. Hay que dejar claro el sentido del propósito y tener un fuerte anclaje en valores. Los activos son los intangibles.

-¿A qué se debe?

-Hay una búsqueda en la sociedad global de desarrollo sustentable. Hay un proceso de transformación social. Hoy existe un poder global, pero la política es local. Entonces, la política local no alcanza a resolver los problemas de la política global. Y los jóvenes lo explican muy bien porque no creen en las instituciones tradicionales.

-¿Cómo cree que decantará este malestar de los jóvenes?

-Yo hago videos caseros para las charlas que doy. Y todos los pibes expresan lo mismo: están encarando una vida posmaterial, están yendo a un posmaterialismo. El hommus felix es lo que está al frente de todo. Y eso no está ligado a una acumulación económica, al contrario.

-¿En qué momento de la Argentina se hace cargo de PwC?

-Soy muy optimista. Las degradaciones institucionales que tiene la Argentina también las tienen otros países.

-¿A cuáles se refiere?

-Por ejemplo, la administración de justicia, la gestión pública, las rendiciones de cuentas o la transparencia. Todo va a un camino virtuoso porque las sociedades no lo van a tolerar.

-La sociedad local lo tolera...

-Acá estamos en el hiperconsumo a ultranza. La sociedad está muy regida por eso y por mantener el statu quo de sus vidas basado en consumir. Eso va a reducirse; los jóvenes tienen otro paradigma. ¿Sabe lo que me dicen los jóvenes? "Compro boludeces porque no tengo en qué ahorrar." Tienen una gran frustración porque no van a poder comprar la casa. No tienen ese aspiracional que tenían sus padres.

-¿Y el entorno de negocios?

-Bien. Hay dinero; fluye el dinero. Nos quejamos de la inflación, de la transparencia, pero hay plata. Puede haber algún impacto recesivo que puede venir de afuera, pero acá hay movimiento. Son tips de calidad institucional y de apertura mental los que hay que cambiar. Tendría que haber una persona con una formación filosófica y sociológica que genere un marco de confianza con quien administra el Gobierno para hacerles entender algunas cosas que van a ser favorables para ellos.

-¿Cree en la generación de políticos jóvenes?

-Sí. Ya tienen otro paradigma. A la vieja política y los partidos políticos tradicionales ya no los quiere nadie.

-¿No ve un peso desproporcionado del Estado frente al resto de los actores políticos?

-Es una deformación, pero la sociedad no quiere tomar el riesgo de cambiar nada.

-¿Cuál es la agenda de los empresarios?

-Y... son siempre las mismas cosas. Inflación, los costos laborales, la presión sindical, la caída de los márgenes, los controles ambiguos que hace el Gobierno, las tarifas. La Argentina tiene que salir del círculo vicioso. Tiene una vida tortuosa; debemos empezar a tener una vida gratificante.

-¿Qué necesita la Argentina?

-Inversiones en infraestructura. Y el camino no es hacerlo sólo nosotros. Hay que alentar la inversión extranjera.

-¿Cambiaron en algo las empresas que tienen directorios del Estado?

-No, nada. Yo puedo no estar de acuerdo en los procedimientos, que fueron desprolijos, pero no hubo mayores cambios.

FALTA LA MIRADA DE LARGO PLAZO

-¿Cómo ve a los empresarios argentinos?

-La verdad es que están demasiado preocupados por el día a día, por el corto plazo. Hay que subir un poco la mirada, y eso ayuda a resolver problemas complejos.

-Pero eso está muy lejos de lo que hace la dirigencia política, empresarial...

-Sí. Totalmente. Hay una apatía muy grande. Nosotros hacemos una encuesta de CEO y medimos cuál es la agenda que debiera ser y cuál es la agenda real. Y la verdad es que los temas están muy bifurcados. No tiene relación una con otra. Hay que hacer un trabajo muy grande desde lo dirigencial. Hay que trabajar para instalar otros temas.

JAVIER CASAS RUA

Profesión : contador
Edad : 52 años
Origen : argentino
Recién salido de la facultad, hace 30 años, Casas Rúa ingresó a PwC. Como especialista en bancos, fue presidente de la Comisión de Entidades Financieras del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Capital Federal. Se define como un amante de la naturaleza y el mar, y sus hobbies son escribir música y andar en moto.

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