Por Jorge Oviedo | LA NACION
La presidenta Cristina Kirchner presentó en pocos días dos medidas de fuerte impacto. Una es el plan estratégico para el agro, que tiene metas muy ambiciosas y que sería muy deseable que se cumplieran. Y la otra fue el aumento de la asignación universal por hijo (AUH) y el techo salarial para el cobro de las asignaciones familiares.
El segundo merecería perfeccionamientos. El principal punto para criticar de la AUH es la forma como se financia: desde la Anses, lo que significa que los actuales y futuros jubilados son los que ayudan a los chicos pobres. Debe haber gente en mejores condiciones y hay, de seguro, una cantidad de gastos superfluos del Estado. Dejar de utilizar aviones privados mientras se subsidia una aerolínea estatal es un ejemplo. Y no sólo convendría que fuera más amplia, sino que también tuviera sistemas de control. Como en otros esquemas que son muy elogiables, como el aumento del presupuesto de educación, no hay indicadores de resultados, de impacto.
Un país donde se produzcan más y mejores alimentos y los que ganan menos puedan comprarlos y educar a sus hijos es más que deseable, pero no hay modo aún de evaluar si esos objetivos están camino de lograrse.
Pero hay empresarios que observaron que hay dos restricciones para el crecimiento futuro, para las cuales la Presidenta aún no presentó ningún plan. Una es la inflación. Y la otra es la restricción energética, que genera grandes necesidades de importación y empeora el resultado de la balanza comercial. También hay reducciones de reservas en grandes compañías, lo que complica el abastecimiento de combustibles.
Panamerican destilará más
En el mercado petrolero juran que Panamerican Energy tiene como plan remozar la destilería de Campana, que compró junto con la cadena de estaciones de servicio de Esso. La operación aún no está aprobada por el Gobierno, pero fuentes del mercado están convencidas de que harán una importante inversión. "Si hacen lo que se está filtrando, van a invertir más que lo que les costó la planta y deberían anunciarlo hacia fin de año, si todo sale como parece que tienen previsto", dijeron los informantes.
En el mercado petrolero hubo muchas disputas entre los productores de crudo y quienes refinaban. La retención de la exportación fijaba un precio bajo para el petróleo, que los extractores toleraron hasta que las naftas dejaron de estar congeladas y el negocio de refinación se hizo más rentable. Ahora hay un precio más alto, acordado entre productores y destilerías. Panamerican prevé destilar su propio crudo.
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