domingo, 14 de agosto de 2011

El pene

Dice Dian Hanson que todos nos sentimos atraídos, en general, por "las cosas que salen hacia fuera". Pero el culto al pene ha tenido sus fases. Y no siempre crecientes. En la antigua Grecia, los actores de teatro solían colocarse un enorme falo para que el público distinguiera a los personajes masculinos. La misma palabra fascinación, por ejemplo, tiene su origen en un amuleto con forma de órgano masculino que los romanos solían guardar para espantar el mal de ojo. Y también en Roma, durante las fiestas en honor al dios Baco, los ciudadanos solían sacar enormes penes en procesión. Esta costumbre existe hoy a varios miles de kilómetros de distancia, en Kawasaki (Japón). Lo llaman el Kanamara Matsuri o festival del pene de metal, durante el cual exhiben un gigantesco órgano por las calles de la ciudad. La tradición se remonta, al parecer, a una epidemia de sífilis ocurrida hace 300 años. Pero entre tanto, salvando la constante adoración hindú al dios Shiva, representado por un miembro redondeado, el pene se ha visto abocado a la pudicia. La cineasta Erika Lust, doctorada en sociología y feminismo, dice que echa en falta más arte que se recree en ciertos aspectos del cuerpo masculino: "El 85% de las pinturas de desnudos colgadas en las paredes de los museos corresponden al cuerpo femenino". El falo ha pasado siglos oculto. Es tabú y no lo es. En el cine comercial es raro ver un desnudo integral masculino. No es frecuente tampoco que los quioscos vendan revistas para mujeres con enormes falos en la portada. Sin embargo, de los cuatro libros de Taschen dedicados a las partes más eróticas del cuerpo (el culo, el pecho, las piernas y el pene), este último ha sido el más vendido de la colección. Cuenta su editora que solía ver en las librerías a las parejas acercarse y observar el tamaño de los penes inmortalizados en las fotografías. Se reían y cuchicheaban. Pero la mujer se iba y el hombre permanecía atónito, pasando páginas. "Él se siente aún más fascinado que la mujer por el pene. Desde la cuna. Le preocupa el tamaño, si sube o si baja, si se mantiene arriba lo suficiente..."....Para el museo del pene

No hay comentarios: