viernes, 18 de marzo de 2011

Sanguinetti lamentó la fragilidad del país

María Elena Polack
LA NACION


El ex presidente de Uruguay Julio María Sanguinetti lamentó que en la Argentina "la institucionalidad todavía sea un proceso en construcción".

Al agradecer el Premio Security 2010 por "los esfuerzos en pos de la hermandad rioplatense", el dos veces mandatario del país vecino aseguró anteanoche que puso y sigue poniendo "empeño en la hermandad rioplatense", durante el discurso de aceptación de la distinción que recibió en el Salón Juan Pablo II de la Universidad Católica Argentina.

Al hacer un repaso de la historia en común entre Uruguay y nuestro país, Sanguinetti dijo que la Argentina es ser "inmensamente fuerte, creativa y creadora", aunque planteó: "(La Argentina) está por encima de su fragilidad institucional".

Y, siempre en un tono mesurado, afirmó que "en Uruguay la institucionalidad es muy fuerte". Como contrapartida agregó: "A la sociedad le falta la dinámica brillante que tiene la Argentina". Y redondeó la idea: "El brío de los argentinos con la institucionalidad uruguaya haría el país ideal".

Sanguinetti habló del pasado para referirse al futuro. Trazó paralelismos entre personalidades que marcaron a ambas naciones en el siglo XIX, como Domingo Faustino Sarmiento y José Pedro Varela, e hizo fuerte hincapié en la educación como el eje motor del desarrollo y la institucionalidad.

"La dictadura es efímera. La educación es eterna", argumentó al plantear su preocupación y disgusto por los magros resultados de la evaluación internacional PISA sobre la situación educativa en el hemisferio.

"Hoy nuestro desafío en el Río de la Plata es la educación. Las evaluaciones internacionales no nos pueden mostrar cómo estamos. Somos los hijos de Sarmiento, figura avasallante, controvertida pero con claro concepto de progreso, y del reformador escolar de mi país, José Pedro Varela", expresó.

"Todos somos hijos del pasado y cada uno va poniendo el sello de su tiempo. Nosotros, los uruguayos, formamos parte del bicentenario argentino. Y en esta Argentina del trabajo, del esfuerzo, inmensamente fuerte, creativa y creadora, la institucionalidad todavía está en proceso de construcción", indicó.

Con fina ironía, ejemplificó las diferencias entre cómo se hacía política en el siglo XIX y la actualidad: "José Pedro Varela volvió de Estados Unidos en el mismo barco que Sarmiento. Cuando salieron, Sarmiento era candidato a presidente. Cuando llegaron a Brasil, Sarmiento se enteró de que lo habían elegido presidente. Igual que ahora". La sonrisa pícara se mezcló con un largo aplauso final.

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