-¿Se refiere a las importaciones?
-Me refiero a las licencias automáticas que pasaron a ser no automáticas. Son una herramienta de control, y es comprensible. En cambio, no es entendible que un importador histórico deba esperar 30 días para validar su condición e iniciar el trámite de la licencia. Puede entenderse la estrategia política de ser cuidadosos en el impacto económico de la importación de insumos. Pero hay políticas que no se entienden muy bien, como la prohibición de importar tecnología usada de algo que no se fabrica, pero se usa en el país, como los cajeros automáticos, y cuya tecnología fue superada en el exterior, por lo que dejaron de fabricar repuestos. En ese caso, no se está buscando una sustitución de importaciones y encima se agrava más el retraso tecnológico. Esto pasa en líneas de producción, de envasado, de llenado, etcétera.
Díaz comentó a propósito el proyecto de ley enviado por el Ejecutivo al Congreso para aumentarle la alícuota de IVA e ingresos brutos a notebooks, equipos de audio, celulares, teléfonos inalámbricos, plasmas, monitores, LCD y aire acondicionados.
-¿Qué impacto va a tener esto en el consumo?
-Va a aumentar un 30% el precio final. ¿Cuánto es la porción de lo importado que potencialmente puede llegar a fabricarse en cinco años en el país? ¿Lo que se fabrica acá puede abastecer la demanda interna? La empresa radicada que produce parte acá y la otra parte la importa, ahora pasaría a tener un IVA del 21% y a tributar alícuotas del 17% de impuestos internos que trasladará al consumidor. Se limita la llegada de tecnología de punta mientras hablamos de un proyecto de una computadora por niño. Aumenta la brecha digital cuando lo que se pretendía era reducirla y que todos pudieran acceder a Internet. Subimos el costo de la tecnología, porque el 80% de los insumos son importados.
-Viendo el patrón productivo local y el de consumo norteamericano, ¿los servicios tienen más posibilidades de exportación?
-Creo que la Argentina tiene todavía enormes posibilidades si replantea su estrategia exportadora en lo que hace a insumos alimenticios, originados en la agroindustria. En servicios, la Argentina exporta unos US$ 3800 millones, casi accidentalmente, en ingeniería, servicios contables, tecnología y servicios médicos, entre otros. Con la India, la Argentina es el único país en el que IBM tiene un centro de desarrollo fuera de los Estados Unidos. Acá aumentó su dotación de 2500 a 7000 empleados. Los contact center pasaron de 200 posiciones en 2002 a 65.000 en la actualidad. La Argentina genera servicios de valor, no puede competir en cantidad con la India, porque tiene 3000 ingenieros graduados por año y la India, 200.000. Pero sí puede contribuir a generar entornos para que se radiquen las tecnologías de punta y poder competir así con países como Escandinavia o Irlanda.
-Ese monto ubica a los servicios en el top five de las exportaciones del país. ¿Cómo está el tema de políticas para el sector?
-Es el gran problema. Hace tres años que venimos tratando de comunicar la importancia de generar un marco regulatorio que incentive el desarrollo de estas industrias por lo que genera de exportaciones, porque significa mano de obra intensiva y calificada y porque es diferencial estratégico de posicionamiento argentino. Pero hay tres problemas: el financiero, porque muchos son pequeños centros de desarrollo, pymes, que se autofinancian; la mano de obra, que es escasa, y esto lleva al tercer punto, que es la necesidad de planificar entre el Estado, la academia y las empresas una política que vincule currículo con demandas del mercado laboral.
El sector público debe delinear las políticas educativas en función de las necesidades del mercado laboral, apalancándose en los marcos académicos, sin que éste genere prurito. Hace falta generar ese entorno de discusión tripartito.
-¿Qué tipo de incentivos necesita la industria de los servicios?
-Hay que regular por lo positivo, es decir, con incentivos, no con limitaciones. Por ejemplo, que existan incentivos para formalizar la registración de personas en un país donde la industria sigue teniendo el 39% del empleo en negro. Y que los marcos impositivos premie la radicación de empresas. En los Estados Unidos, los servicios representan el 72% del PBI. Acá están dadas las condiciones para delinear una estrategia al respecto.
La entrevista"Hay que regular por lo positivo, con incentivos"
Alejandro Díaz, CEO de la AmCham, confía en el país como un exportador de servicios. Hoy esas ventas suman US$ 3800 millones
lanacion.com | Comercio exterior | Martes 28 de abril de 2009
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