martes, 17 de marzo de 2009

¿Cuál es el límite de locura que puede llegar el ser humano ?

Investigaciones realizadas en escuelas públicas y privadas de la Capital Federal, Buenos Aires, Corrientes y Tierra del Fuego demuestran la incidencia negativa de la utilización de psicofármacos para atender problemas relacionados con la hiperactividad de algunos niños. Un síntoma caracterizado como "trastorno de déficit de atención con hiperactividad", reconocido por las siglas TDA/H.

Es bastante frecuente, sobre todo en los hogares de ingresos medios o altos, que estos chicos sean medicados, por decisión de sus propios padres, para disminuir esa actividad, muchas veces sin la consulta con profesionales preparados para actuar en la forma adecuada. También es común que algunas farmacias vendan esos medicamentos sin las recetas que son obligatorias. El resultado final suele ser la aparición de criaturas sometidas a tratamientos que afectan su salud y cuya necesidad no siempre puede ser justificada.

Las investigaciones citadas fueron realizadas en el Observatorio Argentino de Drogas de la Sedronar y también por el Instituto Gino Germani de la Universidad de Buenos Aires. Los especialistas señalan que en las escuelas donde se reclama a los niños altos rendimientos escolares son los docentes los primeros en mostrar los supuestos desórdenes y sugerir a los padres el empleo de la medicación. En los establecimientos públicos de barriadas humildes es corriente que dificultades parecidas sean entendidas como resultado de contextos de exclusión social y que los niños resulten tolerados como son.

Una de las especialistas afirma que se trata de "un diagnóstico sobredimensionado en niños muy exigidos". El uso de medicación en estas dudosas condiciones puede derivar en adicciones de variadas consecuencias. Se señala que el consumo de metilfenidato, la droga básica en la fabricación de estos psicofármacos, está creciendo en forma permanente en nuestro país y llega a sus valores máximos en los Estados Unidos, que absorbe el 80 por ciento del mercado mundial.

Al margen de lo que se pueda demostrar, en forma cabal y confiable, sobre la existencia de este trastorno en términos neurológicos o psicológicos, se debe decir que la escuela es responsable del cuidado de los niños y que los maestros deben actuar con conocimiento de la existencia de criaturas que, por distintos motivos, no siempre se acomodan bien a sus exigencias. Es típica, al respecto, la diferencia que existe entre los ámbitos educativos en los que el aula no puede evadir fácilmente la exigencia de adaptarse a sus alumnos, como sucede en los jardines de infantes, y los niveles primario y secundario, en los cuales el escolar es frecuentemente forzado a acomodarse a estructuras y métodos que son con frecuencia arcaicos y toman poco en cuenta sus reales capacidades e intereses.
Editorial IIPsicofármacos en niños inquietos

El uso de ciertos medicamentos para tratar el trastorno de déficit de atención con hiperactividad puede ser negativo

lanacion.com | Opinión | Martes 17 de marzo de 2009

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